La policía permaneció en sus vehículos mientras un grupo de unos 100 anarquistas arrasaba un barrio de Portland el 12 de octubre.
Algunos dicen que su inacción es un resultado directo de la confusión sobre una ley de reforma de la policía de Oregon aprobada el verano pasado, que restringe cómo los oficiales deben responder a tales multitudes.
En menos de dos horas el grupo causó daños estimados en 500,000 dólares en 35 locales, entre los que se encontraban bancos, tiendas minoristas, cafeterías y edificios gubernamentales.
Los oficiales de la Oficina de Policía de Portland advirtieron verbalmente a las personas a través de un megáfono.
«Aquellos que se nieguen a abandonar la zona se exponen a ser arrestados», decía la advertencia en un circuito. «La oficina investigará los delitos y realizará las detenciones esta noche o en el futuro».
Mientras tanto, los anarquistas bloquearon las calles, rompieron ventanas, encendieron fuegos artificiales ilegales, prendieron fuego a los contenedores de basura y marcaron los edificios con mensajes pintados con aerosol como «maten a los policías» y «anarquía significa ataque».
Algunos miembros del grupo se tumbaron delante de los vehículos de la oficina para intentar impedir una respuesta policial. La policía cree que algunas personas implicadas en la actividad delictiva se cambiaron de ropa para obstaculizar aún más los esfuerzos de identificación.
Según una declaración pública del teniente de la policía de Portland, Jake Jensen, ellos no intervinieron debido a la Ley 2928 de la Cámara de Oregon y a las restricciones impuestas a las fuerzas policiales en un entorno de control de multitudes.
En cambio, los investigadores trabajarán para localizar a los responsables del vandalismo en un momento posterior, dijo Jensen.
La ley, que entró en vigor el verano pasado como parte de la iniciativa de reforma policial de Oregon, prohíbe el uso de las herramientas de control de multitudes que suelen emplear las fuerzas de seguridad, como el spray de pimienta, balas de goma, bolsas de frijoles y los dispositivos de luz y sonido.
La única excepción, según la ley, es cuando las circunstancias constituyen un motín, que también se definió de forma estricta en la ley, y si un oficial cree razonablemente que esas tácticas son necesarias para «evitar un comportamiento más destructivo».
El teniente Jensen «proporcionó su propia interpretación de la ley», dijo el portavoz de la policía, el sargento Kevin Allen.
«Todos los miembros de la oficina fueron informados de las posibles implicaciones del proyecto de ley 2928 de la Cámara y que está siendo analizado por la Oficina del Fiscal de la Ciudad», dijo Allen. «Hasta que tengamos algo de claridad sobre la ley tenemos que seguir la interpretación más restrictiva de la misma».
Encontrar esa claridad podría ser complicado.
«Los abogados interpretan [la ley] de forma diferente, así que es una cuestión de intención frente a la interpretación», explicó Andrew Fromm, portavoz de la Cámara de Representantes de Oregon.
«La ley permite claramente a la policía de Portland utilizar las herramientas eficaces necesarias para controlar a las multitudes violentas», dijo la líder de la minoría de la Cámara, Christine Drazan, republicana.
«Sin embargo, los abogados activistas están malinterpretando deliberadamente la legislación para impedir que la policía intervenga», añadió. «Ellos no tienen por qué poner en riesgo a la seguridad de la policía y la comunidad».
La oficina del alcalde de Portland, Ted Wheeler (D), también emitió una declaración.
«Nuestro equipo legal en la oficina del Fiscal de la Ciudad está revisando la HB2928 para entender mejor cómo afectará al funcionamiento de la Oficina de la Policía de Portland durante la gestión de las multitudes».
«Estaremos trabajando estrechamente con nuestros colegas en la Legislatura del Estado de Oregon y el Departamento de Justicia para obtener más aclaraciones para seguir cumpliendo con esta nueva ley».
Mientras tanto no se ha hecho ningún arresto.
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