La pandilla criminal MS 13, también conocida como Mara Salvatrucha, ha modificado la apariencia de sus miembros. Para evitar ser identificados fácilmente por la policía ya no se tatúan, según información dada por un oficial del ICE al Washington Examiner.
El nuevo aspecto de los pandilleros es el de personas limpias, bien habladas y con cero tinta en sus cuerpos. «La idea de tener tatuajes de los pies a la cabeza, eso ya no pasa», dijo el funcionario, que decidió permanecer en el anonimato por seguridad, y explicó que el cambio tiene el propósito de dificultar la identificación de los miembros por parte de oficiales federales y locales.
En este sentido, el agente dio el ejemplo de cómo en 2017 algunos miembros de la banda se infiltraron en una caravana de migrantes centroamericanos con rumbo hacia Estados Unidos, y a su paso por México los oficiales locales no pudieron distinguirlos entre la multitud y los agentes de la patrulla fronteriza tampoco pudieron detectar si los criminales habían sido detenidos en la frontera.
La banda MS-13 fue fundada hace cuatro décadas por migrantes salvadoreños en la ciudad de los Ángeles y mantiene operaciones en diferentes ciudades de Estados Unidos como Houston, Las Vegas, Oakland, Baltimore y Nueva York. Se sabe que los miembros suelen hacerse tatuajes después de ser promovidos dentro de la pandilla. Cuantos más tatuajes tiene un pandillero, mayor es su rango, sin embargo el oficial de ICE explicó que ahora la promoción e iniciación dentro de la pandilla se maneja a través de golpizas por parte de miembros de rango más elevado.
«Cada vez que subes un rango, te golpean durante 13 segundos», contó el agente. Los cuatro rangos son «paro», «observación», «chequeo» y «homeboy».
Aunque los moretones son parte del proceso de iniciación y ascenso, los tatuajes ya no son realizados a los miembros prometedores, debido que también podrían ser detectados por otras pandillas que controlan el flujo de drogas y reclutamiento en ciertas áreas de la ciudad.
A finales de 2019 se estima que había alrededor de 10,000 miembros en Estados Unidos y decenas de miles repartidos en el resto del mundo, principalmente en El Salvador.
En 2012 el Departamento del Tesoro designo a la MS-13 como una pandilla criminal transnacional y en 2017 también se convirtieron en una prioridad para las Fuerzas de Tarea contra el Crimen Organizado del Departamento de Justicia, informó el sitio web de la ICE.
Su crimen número uno según la agencia es el trafico de narcóticos pero también han diversificado sus actividades en robos, secuestros, asesinatos, tráfico de armas y personas, incluyendo la prostitución de menores y adultos esclavizados o extorsionados. ICE considera a la pandilla MS-13 como una amenaza para las comunidades en Estados Unidos y los países del Triangulo del Norte de donde provienen (Guatemala, Honduras y El Salvador) por sus altos indices de violencia.
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