El senador republicano Lindsey Graham (R-S.C.) afirmó que prepararía «sanciones previas a la invasión del infierno» si el régimen comunista de China toma medidas para anexionarse Taiwán.
Graham hizo este comentario en respuesta a un reportaje de la NBC, en el que se afirmaba que el líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping, había dicho al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que Beijing «reunificará» Taiwán con China continental por medios pacíficos y que el calendario aún no se ha decidido.
El informe, que cita a tres funcionarios estadounidenses no identificados, dice que el mensaje «contundente» fue emitido durante la reunión cara a cara de los dos líderes al margen de la cumbre de la APEC en San Francisco el mes pasado.
Calificando el informe de «más que desconcertante», Graham se comprometió a trabajar con sus colegas demócratas y republicanos para «crear un suplemento de defensa robusto para Taiwán» y «redactar sanciones previas a la invasión del infierno para imponer a China si toman medidas para apoderarse de Taiwán».
«A la China comunista, si cree que puede intimidar para destruir el orden mundial sin consecuencias, estará haciendo que la decisión de Putin de invadir Ucrania parezca sabia», dijo en un comunicado.
Xi ha declarado en repetidas ocasiones que el PCCh someterá a la isla democrática a su control. Durante un importante Congreso del Partido el pasado octubre, Xi dijo que China lucha por la «reunificación pacífica» con Taiwán, pero que «nunca prometería renunciar al uso de la fuerza».
En los últimos años, el régimen chino ha realizado al menos dos simulacros de ataque a gran escala en torno a Taiwán y ha intensificado sus actividades militares cerca de la isla antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias taiwanesas del 13 de enero.
Graham cree que el Congreso estadounidense está «harto de las provocaciones de la China comunista».
«Esta declaración del dictador del Partido Comunista chino, el jefe Xi, prueba el viejo dicho: la debilidad en cualquier parte provoca agresiones en todas partes».
Respuesta de la Casa Blanca
La Casa Blanca reiteró la posición de Estados Unidos sobre Taiwán cuando se le preguntó sobre la conversación de la que se informó entre el presidente Biden y Xi.
«No voy a entrar en los detalles de la conversación entre los dos líderes. Creo que pueden entender que no voy a leer en voz alta esa conversación privada», dijo el miércoles a los periodistas John Kirby, coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional.
Kirby dijo que Xi «ha sido público y claro sobre sus deseos de reunificación» con Taiwán. «Eso no es algo diferente o nuevo».
Estados Unidos se adhiere a la política de «una sola China», según la cual Washington reconoce oficialmente a Beijing y no a Taipei. Sin embargo, la Ley de Relaciones con Taiwán deja claro que la decisión estadounidense de establecer lazos diplomáticos con Beijing en lugar de Taipei se basa en la expectativa de que el futuro de Taiwán se determine por medios pacíficos.
Kirby afirmó que el presidente Biden ha dicho a Xi que Estados Unidos mantiene su política de «una sola China».
«No apoyamos la independencia de Taiwán. Tampoco apoyamos un cambio en el statu quo de forma unilateral y, desde luego, no por la fuerza», dijo.
«Y como ha dicho el presidente, no hay razón para que esto llegue a las manos».
Próximas elecciones presidenciales en Taiwán
La advertencia de Beijing se produjo menos de un mes antes de las elecciones presidenciales de Taiwán, que no solo definirán el futuro de la isla, sino que también tendrán ramificaciones en las relaciones entre Estados Unidos y China.
Las elecciones en la isla autogobernada ya habían provocado tensiones en el pasado, sobre todo en 1996, cuando las maniobras militares y las pruebas de misiles realizadas por China antes de las elecciones llevaron a Estados Unidos a enviar un portaaviones a la zona.
Esta vez, el PCCh ha vuelto a intensificar la presión política y militar. El 21 de diciembre, el Ministerio de Defensa de Taiwán declaró que había detectado ocho aviones y tres barcos chinos operando alrededor de la isla.
El vicepresidente Lai Ching-te y su compañero de fórmula Hsiao Bi-khim, del gobernante Partido Democrático Progresista, lideran las encuestas. El PCCh los ha calificado de «doblete independentista» y ha rechazado las ofertas de diálogo de Lai.
En el primer discurso político televisado del miércoles, Lai rechazó la acusación de Beijing, diciendo que, a los ojos de China, los tres candidatos presidenciales de Taiwán son todos separatistas.
«El deseo de China de engullir Taiwán es la política nacional de su país, su búsqueda de la hegemonía mundial», dijo Lai, junto a los otros dos candidatos: Hou Yu-ih, del Kuomintang, el mayor partido de la oposición de Taiwán, y Ko Wen-je, ex alcalde de Taipei, del Partido Popular de Taiwán, mucho más pequeño.
«No permitamos tontamente que China defina la independencia de Taiwán», dijo.
«A ojos de China, los tres que nos presentamos aquí como candidatos a la presidencia estamos a favor de la independencia de Taiwán».
Con información de Reuters.
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