Un primer grupo de inmigrantes ilegales fue enviado desde Texas a Denver, Colorado, informó el gobernador del estado de la Estrella Solitaria (Texas), Greg Abbott.
Desde abril de 2022, Texas ha estado enviando inmigrantes ilegales en autobús a jurisdicciones dirigidas por demócratas para aliviar la presión de la inmigración ilegal.
Abbott, un republicano, ha culpado repetidamente de la crisis fronteriza al gobierno de Joe Biden.
«Las abrumadas e invadidas comunidades fronterizas de Texas no deberían tener que cargar con la avalancha de inmigración ilegal debido a las imprudentes políticas de fronteras abiertas del presidente Biden, como su sistema de Capturar y liberar en masa sin fechas judiciales ni forma alguna de rastrearlos», dijo Abbot en una declaración el jueves.
El primer autobús de inmigrantes ilegales a Colorado fue dejado cerca de Civic Center Park en la calle 14 y Court Place el jueves por la tarde, según la oficina del gobernador.
«Hasta que el presidente y su administración den un paso al frente y cumplan con su deber constitucional de asegurar la frontera, el estado de Texas continuará enviando inmigrantes en autobús a ciudades autodeclaradas santuario como Denver para proporcionar un alivio muy necesario a nuestras pequeñas ciudades fronterizas», indicó Abbott.
«Desde el inicio de la estrategia de transporte de migrantes en autobús la primavera pasada, más de 19,000 migrantes han sido transportados a estas ciudades autodeclaradas santuario, proporcionando al mismo tiempo un alivio muy necesario a las abrumadas comunidades fronterizas de Texas», según la oficina de Abbott.
En abril de 2022, Abbott ordenó que los inmigrantes ilegales fueran trasladados en autobús desde Texas a Washington, D.C. A finales de 2022, se añadieron más lugares de entrega, como Nueva York, Chicago y Filadelfia.
Cerca de la casa de la vicepresidenta Kamala Harris, se registró una llegada de inmigrantes ilegales en septiembre de 2022, luego en Nochebuena y, más recientemente, el 14 de mayo.
El 16 de mayo, Abbott escribió una carta abierta (pdf) a todos los gobernadores de Estados Unidos en la que pedía apoyo para las fuerzas de seguridad de la frontera sur. El gobernador pidió a los estados que hicieran uso del Pacto de Asistencia para la Gestión de Emergencias, que permite a los estados colaborar y compartir recursos durante emergencias o catástrofes.
«Cárteles de la droga mexicanos, envalentonados y otras empresas criminales transnacionales se benefician de este caos, introduciendo personas y drogas peligrosas como el fentanilo en comunidades de todo el país».
«En ausencia del gobierno federal, nosotros, como gobernadores, debemos unirnos para combatir la actual crisis fronteriza del presidente Biden y garantizar la seguridad que todos los estadounidenses merecen».
«Únanse a nosotros en la misión de defender nuestra soberanía nacional e integridad territorial y envíen a todo el personal y los recursos disponibles de las fuerzas del orden a la frontera entre Texas y México para servir junto a nuestros miles de soldados de la Guardia Nacional de Texas y las tropas del Departamento de Seguridad Pública de Texas».
En la carta, Abbot también agradeció a Florida e Idaho por prestar su apoyo. «Agradezco a estos estados por abordar proactivamente esta crisis y solicito a otros estados que sigan su ejemplo para ayudar a asegurar la frontera de Estados Unidos».
El 17 de mayo, Mississippi anunció que también enviaría ayuda desplegando sus tropas de la Guardia Nacional en la frontera.
«Cada estado se ha convertido en un estado fronterizo, y cada día estamos viendo el terrible impacto de esta crisis humanitaria y de seguridad nacional», escribió en Twitter el gobernador Tate Reeves, un republicano.
«Lo que ocurre en la frontera no se queda ahí. Las drogas y las personas son traficadas a todos los estados de la nación, incluido Mississippi».
En los últimos meses, otros gobernadores republicanos de estados del sur de Estados Unidos han enviado migrantes a ciudades del norte gobernadas por demócratas, en protesta por el fin de la aplicación del Título 42, que tuvo lugar el 11 de mayo.
Fin del Título 42
El Título 42, parte de la Ley de Servicios de Salud Pública de 1944, se implementó bajo la administración Trump en marzo de 2020. Este permite bloquear las solicitudes de asilo y expulsar rápidamente a la mayoría de los que cruzan la frontera sin autorización, bajo el argumento de mantener las enfermedades contagiosas fuera de Estados Unidos.
En virtud del Título 42, los agentes fronterizos pudieron devolver rápidamente a México a muchos inmigrantes ilegales, lo que en su momento ayudó a frenar la propagación del COVID-19 en los abarrotados centros de detención.
El gobierno de Biden introdujo algunos cambios en su política ante el previsible aumento del número de solicitantes de asilo y de personas que cruzaban ilegalmente la frontera.
Justo antes del final de la aplicación del Título 42, la administración implementó una regla (pdf) que esencialmente revivió una política de viajes de la era Trump que descalificaba a las personas para solicitar asilo en Estados Unidos si no buscan primero la protección en los países que atravesaron en su camino hacia Estados Unidos.
La administración Biden también desarrolló un programa de libertad condicional que permite a los inmigrantes entrar y trabajar en Estados Unidos durante un máximo de dos años.
Las normas de la era Biden establecen que aquellos que sigan ignorando la frontera y crucen ilegalmente serán devueltos e inhabilitados para futuras entradas en virtud del programa de libertad bajo palabra.
Muchos inmigrantes, preocupados por el endurecimiento de las medidas represivas, decidieron llegar a la frontera antes de que expirara la aplicación del Título 42.
Con la colaboración de Ryan Morgan.
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