El gobernador de Arizona, Doug Ducey, se pronunció el martes en contra de la nueva política de vacunas de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), que exige que todos los estudiantes se vacunen y que los estudiantes no vacunados se sometan a controles de salud diarios, pruebas para COVID-19 dos veces por semana y que usen mascarillas todo el tiempo en el campus.
«Esta es una mala política, sin base en el marco de la salud pública», escribió Ducey en una serie de tuits. “La vacuna funciona. Pero la vacuna es una opción. Esta política es lo peor de la ingeniería social”.
En una declaración hecha el lunes, un funcionario de la ASU dijo que a medida que la universidad regrese al aprendizaje presencial, en el semestre de otoño, se espera que todos los estudiantes inscritos en programas en el campus estén completamente vacunados dos semanas antes del 19 de agosto, el primer día de clases.
Los estudiantes que no puedan ser vacunados por cualquier motivo o que no estén de acuerdo en compartir su estado de vacunación deberán someterse a controles de salud diarios, participar en la prueba para COVID-19 dos veces por semana y usar mascarillas en todos los espacios del campus de la ASU.
Los estudiantes vacunados que presenten un comprobante de vacunación no estarán sujetos a las restricciones anteriores, aunque se les recomienda, junto con todos los demás en el campus, que usen mascarillas en áreas concurridas.
“Nos comprometemos a ser parte de la comunidad de cuidado de ASU donde nos cuidamos a nosotros mismos, a los demás y a nuestra comunidad”, dijo la vicepresidente de Servicios Estudiantiles, Joanne Vogel, en el comunicado. «La gestión para enfrentar el COVID-19 es tanto una cuestión de responsabilidad personal como de salud pública, y le pedimos que siga todos los protocolos que se apliquen a nuestro bienestar colectivo».
Ducey sugirió que la nueva política de vacunas de la ASU no era científica.
“La política sanitaria debe basarse en la ciencia, no en la exaltación de virtudes. En Estados Unidos, la libertad gana”, escribió Ducey.
Si bien Ducey no especificó qué aspectos de la nueva política de vacunas de ASU encuentra objetables por motivos científicos, la norma que obliga a llevar mascarillas dentro de la universidad es más restrictiva que las pautas recientemente actualizadas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que recomiendan el enmascaramiento para personas no vacunadas en todos los escenarios en interiores, pero no al aire libre, siempre que estén al aire libre con miembros de la misma casa o asistan a una pequeña reunión al aire libre con personas completamente vacunadas. Las personas completamente vacunadas no necesitan usar mascarillas bajo ninguna circunstancia, según los CDC.
Ducey agregó que planea emitir una orden ejecutiva «que garantizará que esta política excesiva nunca se aplique». El gobernador les pidió a los legisladores estatales que conviertan su orden en ley.
No está claro qué mecanismos de aplicación, si es que hay alguno, pretende tener la ASU para verificar el estado de vacunación de los estudiantes. La oficina del presidente de la Universidad no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre las declaraciones de Ducey o a una solicitud de información sobre si habrá monitores en el campus que le pidan a los estudiantes que muestren una prueba de vacunación.
El pronunciamiento del gobernador se produce después de un esfuerzo fallido de los legisladores de Arizona para prohibir a los gobiernos estatales y locales, así como a las universidades públicas como ASU, exigir «pasaportes de vacunas».
Los pasaportes de vacunas han sido criticados por grupos de libertades civiles, que dicen que potencialmente violarían los derechos de privacidad de los estadounidenses al negar servicios clave a las personas que no están vacunadas.
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