Lo «políticamente correcto» es una herramienta socialista para la censura y el control del pensamiento

Por Joshua Philipp - La Gran Época
18 de mayo de 2019 11:07 AM Actualizado: 18 de mayo de 2019 11:07 AM

Análisis de noticias

En la novela “1984”, parte del gobierno distópico que George Orwell imaginó era el uso del lenguaje del ‘Newspeak’, una simplificación del idioma inglés para servir a las necesidades del estado. El ‘Newspeak’ alteró los pensamientos, de modo que la gente se volvió incapaz de pensar fuera de las líneas del Partido.

Ahora vemos que esta misma regla se aplica a lo ‘políticamente correcto’, donde los conceptos detrás de las palabras están siendo modificados para que encajen con los relatos políticos; y donde la gente está auto-censurando sus propios pensamientos para no violar la moral artificial del estado.

Los efectos de lo ‘políticamente correcto’ se pueden encontrar más claramente en el origen del concepto: bajo el Partido Comunista Chino (PCCh), fue donde Mao Zedong en 1967 creó el concepto para controlar la disidencia pública al comienzo de la Revolución Cultural. La idea era simple: si apoyabas las políticas del régimen, tú eras políticamente correcto. Si te oponías a ellas, podías ser atacado y destruido.

En los detalles, el uso de ‘políticamente correcto’ por parte del PCCh es diferente de la forma en que se usa en Estados Unidos y Europa, sin embargo en el fondo tiene el mismo propósito. Bajo el régimen chino, se utiliza como un sistema moral artificial para proteger las políticas del PCCh. En Estados Unidos se utiliza como un sistema moral artificial para salvaguardar las políticas socialistas.

En virtud de las leyes de censura cinematográfica del PCCh, por ejemplo, las normas son intencionadamente vagas para que los cineastas intenten censurar en exceso a fin de complacer a las autoridades chinas. Usando este sistema, la gente necesita considerar lo que el régimen consideraría inmoral, y tratar de autocensurarse previamente para apaciguar a sus censores ‘políticamente correctos’.

El sitioweb de Variety reportó recientemente un caso con la película china “Last Sunrise” donde los censores del PCCh dijeron que “mostraba demasiado sobre la oscuridad de la humanidad”. Para apaciguar al régimen, los cineastas se extralimitaron. El director, Ren Wen, dijo: “El problema es que no son específicos, así que tuvimos que cortar todo lo que pensábamos que les parecía demasiado oscuro o violento”.

Por supuesto, aunque hacer una película menos oscura y violenta podría ser algo bueno, en el contexto comunista lo ‘políticamente correcto’ tiene otros propósitos.

El desertor soviético y ex propagandista Yuri Bezmenov explicó en su libro “Carta de amor a Estados Unidos” que cuando un régimen comunista intenta subvertir un país, ataca todos los fundamentos morales y culturales de la nación. Éstos adoptan diversas formas, pero incluyen la promoción del consumo de drogas, los movimientos populares y todas formas de vicios.

Sin embargo, cuando los regímenes tomen el poder, se movilizarán para prohibir los sistemas de desestabilización. Bezmenov escribió que cuando se forma el régimen socialista, necesita establecer estabilidad y crear una “nueva moral”. En ese momento, explicó Bezmenov, “ya no habrá más ‘movimientos populares’. No más críticas al Estado. La prensa se censurará obedientemente”.

En otras palabras, durante las etapas de destrucción de la moral y desestabilización de la sociedad, lo ‘políticamente correcto’ se utiliza para proteger los sistemas de decadencia cultural. Sin embargo, cuando el régimen tome todo el poder, utilizará lo ‘políticamente correcto’ para mantener su control sobre el poder.

En el contexto del PCCh, su etapa de querer que la gente sienta la “oscuridad de la humanidad”, ha llegado a su fin, al menos cuando se lo relaciona con el pueblo chino. En cambio, quiere que la gente se sienta feliz trabajando 12 horas al día, 6 días por semana y en un entorno de censura y vigilancia masiva. Están viviendo la ‘realidad distópica’ que Orwell imaginó, pero con un reluciente pulido que les dice que se sientan felices. Los pensamientos que llevan a pensar que la vida puede ser mejor con otro sistema político serían peligrosos para el Estado, por lo que el régimen prohíbe las imágenes que puedan invocar tales pensamientos.

Por otro lado, el PCCh no tiene ningún problema en retratar la “oscuridad de la humanidad” cuando le sirve a sus propios intereses, por ejemplo cuando retrata la vida en China antes de que el régimen comunista tomara el poder. A medida que el pueblo chino comenzó a sentir fascinación por los 5000 años de historia de China, el PCCh dio un paso más allá y prohibió las imágenes de China antes de que el PCCh tomara el poder.

Cuando el programa del Palacio Yanxi sobre la vida en la China imperial se convirtió en el drama más visto del país, el régimen comunista vio el interés del público en la cultura que destruyó como una amenaza a su poder. En enero, los medios de comunicación estatales declararon que el programa, y otros dramas imperiales, estaban teniendo “impactos negativos”, y fueron prohibidos poco después.

El PCCh retrató la historia tradicional china -que se basó en gran medida en valores de piedad filial, decencia y reverencia hacia lo divino- como algo oscuro y malvado. Cualquier descripción de los verdaderos valores y la cultura es vista como una amenaza para el Estado.

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