Los poderosos abogados Bryan Freedman y Mark Geragos representan ahora a la estrella de los programas de telerrealidad Bethenny Frankel en su lucha contra las cadenas y los estudios por el trato que dan a los actores de los reality shows, según Variety.
El Sr. Freedman ha tenido mucho éxito en este campo: saltó a los titulares cuando la expresentadora de Fox News Megyn Kelly dejó la NBC con todo su contrato de 69 millones de dólares a mitad del periodo de tres años tras la cancelación de su programa por la cadena, y actualmente trabaja con Tucker Carlson, despedido por Fox News, y Don Lemon, despedido de la CNN. También representa a la presentadora de la «Rueda de la Fortuna» Vanna White, que ha demandado a Sony por una disputa salarial, entre otros casos de alto perfil.
El Sr. Geragos dijo a Variety que ha llevado varios casos relacionados con reality shows, que se resolvieron extrajudicialmente, además de haber representado a famosos como el cantante de pop Michael Jackson, la actriz Winona Ryder y el jugador de la NFL Colin Kaepernick.
«Creo que esto va a ser sólo el principio de la revelación de la verdad sobre lo que está ocurriendo realmente», dijo el Sr. Freedman. «Me he reunido con mucha gente que me ha contado muchas historias. Esto va a acabar siendo una guerra y yo voy a dirigir la guerra».
Remanentes
Con guionistas y actores en huelga, las cadenas han puesto el ojo en los programas sin guión, o «realities», para llenar sus parrillas de emisión.
Pero la Sra. Frankel planea llevarlos a los tribunales por la misma razón por la que los guionistas y actores están en huelga: los pagos remanentes del streaming.
En la actualidad, no existe una forma estándar de medir la participación en las plataformas de streaming, y las cadenas no están obligadas a compartir sus datos. Los actores que reciben pagos remanentes por estrenos en cines o series de televisión no reciben el mismo tipo de pago cuando los programas se ven una y otra vez en plataformas de streaming, eludiendo de hecho el modelo tradicional de sindicación.
La Sra. Frankel, famosa por «Real Housewives of New York», compartió en las redes sociales que sólo le pagaron 7250 dólares por la primera temporada de ese programa, y que no recibió ninguna compensación adicional por ello, ni siquiera después del éxito del programa.
«Sólo porque puedas, como streamer o como cadena, reproducir el programa todo lo que quieras, no significa que debas hacerlo», dijo. «Significa que sí, que van a sacar toda la leche que puedan de las vacas porque es legal. Firmamos un contrato. ¿Significa eso que deben explotarnos? Significa que cuando consigues un aumento de audiencia o sucede algo, debes compartirlo. Las cadenas y los streamers llevan demasiado tiempo explotando a la gente».
Cuando el programa se lanzó por primera vez en 2008, Netflix aún era un servicio de DVD por correo. El negocio ha cambiado a pasos agigantados desde entonces, pero los contratos para el talento no.
«Algo tiene que cambiar porque el sistema actual está roto», dijo el Sr. Geragos a Variety.
Los abogados hablaron de la posibilidad de una demanda colectiva.
«El hecho de que puedas explotar a jóvenes talentos inocentes desesperados por la plataforma que les ofrece la TV, no significa que debas hacerlo», dijo la Sra. Frankel. «No saben lo que no saben. Yo jugaba al ajedrez, pero ¿cómo ayudo a la gente que quizá no conozca el juego?».
La Sra. Frankel ha pedido huelgas y la sindicalización del reparto de los reality shows en las redes sociales. En un posteo en el que explicaba su decisión de convertirse en creadora independiente de contenidos, afirmó que los programas están muy producidos, pero que los miembros del reparto no reciben necesariamente una compensación justa, y que aunque ella ha conseguido trabajar duro para ser dueña de su propia imagen y contenidos, los miembros del reparto que empiezan podrían no tener tanta suerte.
Los abogados están recopilando historias de miembros del reparto de reality shows, docuseries y programas de competición que afirman haber sido «utilizados e injustamente» tratados por las cadenas y las plataformas de streaming.
«Estoy recopilando historias que violan las normas de la OSHA [Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo], que violan las normas de seguridad en el lugar de trabajo», dijo el Sr. Freedman. «Hay jurisprudencia ahí fuera sobre algunas de estas cosas fraudulentas y la renuncia a futuros daños».
«No es distinto de otros agravios que se están produciendo ahora, como cuando ves las huelgas de actores y guionistas», dijo el Sr. Geragos. «Firman una cosa pero no firmaron todo lo demás por lo que están siendo explotados».
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