En medio de un debate nacional sobre si el presidente Joe Biden es demasiado viejo para presentarse a la reelección en 2024, los comentaristas y periodistas han planteado una serie de hipotéticos enfrentamientos en las elecciones generales en caso de que no se presente. Entre estos posibles escenarios destaca una contienda entre la vicepresidenta Kamala Harris y el gobernador de Florida Ron DeSantis.
Los observadores y expertos políticos, incluyendo figuras de alto nivel dentro de la política del Partido Republicano, han expresado una serie de opiniones a The Epoch Times sobre las perspectivas del gobernador en tal carrera, con algunos elogiando su historial económico en Florida y otros argumentando que DeSantis todavía tiene que hacer un trabajo considerable para construir un atractivo y un reconocimiento de nombre fuera de Florida a la par con la actual vicepresidenta.
Los partidarios de Harris en los principales medios de comunicación han rechazado las caracterizaciones de su mandato como vicepresidenta como poco distinguidas y carentes de logros reales, y han argumentado que será una candidata fuerte en 2024 si Biden no se presenta. En un segmento de la MSNBC del 11 de julio titulado «Harris, a pesar de la ola de críticas de los medios de comunicación, sigue superando a DeSantis en las encuestas de 2024», el presentador Joe Scarborough reconoció que el 64% de los votantes demócratas quieren que un candidato distinto de Biden sea el nominado del partido en 2024.
Scarborough sostuvo que si Harris termina siendo la nominada, entonces a pesar de los titulares negativos diarios sobre ella, Harris derrotará fácilmente al expresidente Donald Trump o al gobernador DeSantis en las elecciones generales.
Llamando a DeSantis, burlonamente, «la gran esperanza blanca», Scarborough sugirió que, a pesar de toda la popularidad de DeSantis entre algunos votantes blancos resentidos, los resultados de las encuestas muestran que Harris gana a DeSantis en los enfrentamientos cara a cara. Scarborough aludió, pero no nombró, a encuestas recientes como la del Centro de Estudios Políticos Americanos (CAPS) de la Universidad de Harvard, según la cual Harris cuenta con el apoyo del 39 por ciento de los votantes en un hipotético enfrentamiento y DeSantis con el 37 por ciento, con un 23 por ciento aún indeciso.
A pesar de los resultados de la encuesta, DeSantis ha atraído la atención nacional en las últimas semanas. Tras la publicación por parte de su oficina de unas cifras económicas muy positivas para Florida en 2022, con un desempleo del 3.2% en marzo —4.4 puntos porcentuales por debajo de la tasa nacional— y la creación de 325,000 puestos de trabajo entre marzo de 2021 y marzo de 2022, DeSantis fue objeto de un extenso perfil el 20 de junio en el New Yorker. El perfil caracterizaba a DeSantis como una estrella emergente inteligente y trabajadora dentro del GOP, al mismo tiempo que lo criticaba por su postura sobre el COVID-19 y otras cuestiones.
DeSantis tiene muchos críticos, y para algunos, los resultados de la encuesta de CAPS ofrecen motivos para descartar las críticas al historial de Harris, así como las perspectivas de DeSantis en una elección general.
«Lo que estas encuestas nos muestran es que, por muy impopular que parezca la vicepresidente Harris, Ron DeSantis es aún más impopular. Lo mismo puede verse con el presidente Biden y el hecho de que su favorabilidad es muy baja, y sin embargo vencería a Donald Trump en una elección cara a cara», dijo David Carlucci, un exsenador del estado de Nueva York que sigue las tendencias políticas nacionales.
«Lo que esto dice es que el clima político actual es más acerca de contra quién estás en lugar de a favor. Podemos esperar que los líderes políticos de EE. UU. sigan teniendo cifras negativas en las encuestas cada vez más altas y que sigan siendo viables para ganar», añadió Carlucci.
Para otros observadores, la MSNBC simplemente está encontrando resultados que se ajustan a su sesgo de confirmación y tienen poca aplicabilidad a una contienda real entre la vicepresidenta y el gobernador de Florida.
«Las encuestas de la MSNBC no tienen sentido. Es demasiado pronto para que las predicciones sean creíbles. Para ser franco, la MSNBC y el resto de los medios de comunicación se ven a sí mismos como actores políticos, trabajando para el Partido Demócrata», dijo Charles Steele, presidente del Departamento de Economía, Negocios y Contabilidad del Hillsdale College.
«Kamala Harris fue la candidata menos popular en las primarias demócratas de 2020 y la primera en caer. Su estilo de hablar es extraño y sus comentarios vacíos. Si se presentara contra alguien articulado, como DeSantis, perdería», dijo Steele.
Pero a Steele no le convence la idea de que Harris sea la candidata del partido en primer lugar si Biden no busca la reelección.
«Me sorprendería mucho que ella recibiera la nominación demócrata. Los demócratas tienen varios candidatos más fuertes, como Gavin Newsom, Pete Buttigieg o incluso Alexandra Ocasio-Cortez», dijo.
¿Apuesta Harris por un oponente débil?
Si Harris es la candidata demócrata, Steele no espera que le vaya bien contra un republicano articulado, ya sea que resulte ser Donald Trump, Ron DeSantis o el senador de Arkansas Tom Cotton.
«La mejor esperanza de Harris sería que los republicanos presentaran un candidato del establishment como un Jeb Bush o John Kasich», añadió Steele.
Otros observadores señalan el estrecho margen que se da a Harris incluso en encuestas, como la de CAPS, que proyectan una victoria de Harris. Argumentan que este pequeño margen significa poco con tanta antelación a las elecciones de 2024 y puede ser un resultado fugaz de la familiaridad de los votantes con un candidato que vieron en el escenario del debate en 2020.
«No hay ningún sondeo que muestre a Kamala Harris con una ventaja decisiva. La encuesta más reciente muestra a Harris con una ventaja de 2 puntos sobre DeSantis (Harvard/Harris y Yahoo News). Pero Harris tiene una ventaja significativa de reconocimiento de nombre sobre DeSantis debido a ser VP y hacer campaña en 2020», dijo Keith Naughton, un consultor político.
El manejo de la economía por parte de Biden, y los actuales problemas económicos que afligen a los estadounidenses, a saber, una inflación récord del 9.1 por ciento y un mercado bursátil a la baja, es poco probable que ayuden a Harris, incluso si ella no es directamente responsable de ellos, sugirió.
«Los vicepresidentes normalmente cargan con todas las malas noticias de la administración en funciones y reciben menos crédito. Cualquiera que afirme que Kamala Harris es una candidata segura frente a Ron DeSantis en 2024 está haciendo pura propaganda», dijo Naughton.
El exjefe del GOP de Florida opina
Van B. Poole, exmiembro del Senado estatal de Florida y expresidente del Partido Republicano de Florida que hoy trabaja como consultor político, no contempla la idea de que el reconocimiento del nombre de DeSantis se limite a Florida y que sea más difícil de vender a los votantes a nivel nacional. Poole, que habló con The Epoch Times desde su actual residencia en Montana, está de acuerdo con Steele en que gran parte del atractivo de DeSantis tiene que ver con la percepción de que está lejos de ser un candidato corriente y del establishment.
«Ahora estoy aquí, en Montana, y la gente me pregunta constantemente por DeSantis. Les gusta lo que oyen y lo que dice, y creen que está haciendo un gran trabajo enfrentándose al establishment», dijo Poole a The Epoch Times.
Poole recordó una conversación que tuvo el año pasado con uno de los jefes de personal de DeSantis, quien le dijo a Poole que, en contraste con algunos gobernadores que tienden a no favorecer las conferencias de prensa frecuentes, DeSantis consulta con su personal cinco o seis veces al día sobre las oportunidades potenciales.
«Creo que su punto fuerte es que no es un ‘hombre que solo dice sí’, que piensa por adelantado, que no tiene miedo de adoptar una posición fuerte y afrontar las consecuencias que conlleva. Fíjate en su trayectoria en el COVID y en las escuelas. La gente realmente lo respeta», dijo Poole, en alusión a la negativa de DeSantis a cerrar la mayor parte de Florida cuando otros gobernadores estaban imponiendo medidas altamente restrictivas contra la pandemia, así como su respaldo al controvertido proyecto de ley de derechos de los padres en la educación de Florida que prohíbe la instrucción de los niños en el jardín de infantes hasta el tercer grado en asuntos relacionados con la identidad de género y la orientación sexual.
«Muchos estados se volvieron muy cautelosos, con todos los cierres, y DeSantis simplemente sintió que eso es lo peor que se puede hacer. Vamos a matar nuestra economía [con los cierres] y la gente necesita trabajar, y serán cuidadosos», dijo Poole.
Poole considera que la postura de DeSantis durante la pandemia fue de optimismo matizado con precaución y realismo sobre la necesidad de practicar medidas razonables.
«No cerró, solo instó a la precaución y a mantenerse sano, a cuidarse, a lavarse mucho las manos y a mantener la distancia. Y luego hubo la controversia sobre las mascarillas, y él jugó a lo seguro y dijo: ‘lleva la mascarilla, si no lo haces puedes estar corriendo un riesgo'», continuó Poole. «Se enfrentó a los sindicatos y al sindicato de maestros cuando obligaron a cerrar las escuelas. Pensó que era el lugar más seguro».
En opinión de Poole, todos estos aspectos del historial de DeSantis lo convierten en un fuerte candidato a las elecciones generales, y su popularidad dentro y fuera de Florida es un rasgo del que Harris carece notoriamente.
«Eso es algo en lo que los demócratas son extremadamente débiles —su imagen— y ella es tan impopular, o más, que Biden», dijo Poole.
Apoyo local vs nacional
Una cuestión que recibirá un escrutinio cada vez mayor en los próximos meses es la capacidad de DeSantis, o la falta de ella, para convertir su popularidad en Florida en un fenómeno nacional.
Richard Conley, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Florida y autor de varios libros sobre la política estadounidense, tiene pocas dudas sobre la posición de DeSantis en su estado natal, pero sus opiniones sobre las perspectivas nacionales del gobernador son matizadas.
«En general, diría que DeSantis es muy popular aquí. La pregunta es si tiene el reconocimiento del nombre en otros lugares. Eso no está claro para mí. Pasando por Misisipi y Alabama mientras conducía hacia Colorado, [descubrí que] cuanto más al oeste se llega, menos gente lo conoce», dijo Conley.
«Este es el reto, si decide presentarse, y parece que hay mucho apoyo en este estado para esa idea. Se enfrenta a los medios de comunicación, es un populista como Trump», añadió Conley.
Conley señaló que la historia de Estados Unidos tiene ejemplos de gobernadores, como Ronald Reagan y Bill Clinton, que se elevaron a la prominencia y transformaron su apoyo local en un electorado nacional ganador.
«Pero, ¿tiene DeSantis el mismo reconocimiento, puede hacer llegar ese mensaje, y cuál sería ese mensaje con la economía en crisis y el Dow a la baja tras los últimos informes de inflación?», preguntó Conley.
Otro factor que complica a DeSantis es la posibilidad —si no la probabilidad— de que Donald Trump tenga la intención de volver a presentarse en 2024.
«Creo que ese es el gran factor X, si Trump decide presentarse. Eso va a ser un gran cálculo para él, porque si está o no de acuerdo con [las conclusiones de] las audiencias del 6 de enero en el Congreso, ¿es suficiente para disuadir a los independientes?», preguntó Conley.
«Hay mucho que ver en los próximos meses, y puede ayudar a destilar lo que DeSantis decida hacer o no hacer. El atractivo de DeSantis proviene, en primer lugar, de esta cuestión cultural en torno a la educación, que ha molestado a los conservadores y a otros. La pandemia probablemente hizo que muchas personas que acabaron quedándose en casa durante un año o más prestaran más atención a los planes de estudio en las escuelas», continuó.
Mientras que los demócratas pueden haber defendido a Biden como un político que bajaría la temperatura política, Conley ve un potencial papel análogo para DeSantis.
«Si DeSantis puede presentar un mensaje coherente que esté libre de fuerte crítica, me gustaría verlo. Tendemos a enfatizar lo sensacionalista y lo escandaloso, pero creo que la mayoría de los estadounidenses, sea cual sea su tendencia partidista, valoran su libertad», dijo Conley.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con las oficinas de Harris y DeSantis para pedirles comentarios.
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