El comandante del CENTCOM, el general Kenneth «Frank» McKenzie, dijo el 15 de marzo que los misiles iraníes que impactaron cerca de un consulado estadounidense en Irak durante el fin de semana estaban dirigidos a otros objetivos.
Las declaraciones de McKenzie se dieron en una audiencia del comité del Senado sobre el CENTCOM, reforzando la evaluación del Departamento de Estado sobre los ataques con misiles iraníes que se dieron la noche del 12 de marzo en Erbil, región del Kurdistán iraquí. Sus declaraciones también se dan en un momento en que los funcionarios estadounidenses e iraníes intentan perfeccionar los últimos detalles de un tratado nuclear.
Según funcionarios kurdos, se dispararon 12 misiles balísticos contra Erbil, que hirieron a dos civiles. Cuando los vídeos circularon por Internet, los expertos en seguridad nacional señalaron que la fuerte descarga de misiles indicaba que habían sido lanzados por un actor del estado-nación, y no por un terrorista.
Al día siguiente, el 13 de marzo, la Guardia Revolucionaria de Irán se atribuyó la responsabilidad del ataque, diciendo que era una represalia por los recientes crímenes de Israel, incluido un ataque aéreo en Siria la semana anterior en el que murieron dos oficiales de la Guardia Revolucionaria.
Sin embargo, la Fars News Agency, gestionada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, pareció sugerir que el ataque estaba relacionado con un bombardeo aéreo en enero de 2020 ordenado por el entonces presidente Donald Trump, que mató al máximo comandante militar iraní del régimen, Qasem Soleimani.
«Los misiles impactaron las bases ‘israelí-estadounidenses’ a la 01:20 hora local; ‘eso no es una coincidencia’. El jefe del IRGC-QF Soleimani fue asesinado en #Irak el 7Ene20-01:20 hora de Irak», escribió en un posteo de Twitter la agencia.
Aunque condenó los ataques de Irán, el Departamento de Estado dijo el 13 de marzo que no hay indicios de que estuvieran dirigidos a instalaciones estadounidenses.
«Los ataques fueron una escandalosa violación de la soberanía de Irak. Ninguna instalación estadounidense resultó dañada ni el personal herido, y no tenemos indicios de que el ataque estuviera dirigido a Estados Unidos», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. «Irán debe cesar inmediatamente sus ataques, respetar la soberanía iraquí y detener su interferencia en los asuntos internos de Irak».
McKenzie, quien se retirará del ejército estadounidense a finales de mes, hizo una valoración similar en la audiencia del comité del 15 de marzo.
«No creemos que Irán nos haya apuntado realmente», dijo a los miembros del comité. «Creemos que apuntaban a otros objetivos».
McKenzie fue presionado sobre el asunto. Indicó que proporcionaría más información en una sesión informativa a puerta cerrada prevista para ese mismo día, pero reiteró que Irán no tenía como objetivo instalaciones estadounidenses con sus recientes ataques con misiles.
«No nos estaban apuntando a nosotros», dijo. «Estoy seguro de ello».
Mientras tanto, las negociaciones sobre el acuerdo con Irán se han estancado debido a las exigencias rusas sobre las sanciones dirigidas a Moscú en respuesta a su actual invasión de Ucrania.
El 5 de marzo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se refirió a la «avalancha de sanciones agresivas que Occidente ha empezado a lanzar» por la invasión rusa de Ucrania, según The Moscow Times.
Josep Borrell Fontelles, responsable de la política exterior de la Unión Europea, dijo en un tuit el 11 de marzo que, aunque las negociaciones estaban en pausa, «un texto final está esencialmente listo y sobre la mesa». Añadió que los funcionarios seguirán trabajando para «superar la situación actual y cerrar el acuerdo».
Un miembro del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán dijo el 14 de marzo que las negociaciones continuarán «hasta que se cumplan nuestras exigencias legales y lógicas y se alcance un acuerdo sólido».
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