Análisis de noticia
Los candidatos presidenciales republicanos subieron el miércoles al escenario de un segundo debate republicano en la Fundación e Instituto Presidencial Ronald Reagan de Simi Valley, California.
En el orden de posición de las encuestas nacionales, aparecieron el gobernador de Florida, Ron DeSantis; la exembajadora ante la ONU y gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley; el empresario Vivek Ramaswamy; el senador por Carolina del Sur, Tim Scott; el exvicepresidente Mike Pence; y el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum.
Mientras los siete aspirantes a la Casa Blanca hacían todo lo posible por articular sus mensajes y proyectar un aura presidencial durante el acto, tres personas que no estaban presentes parecían obtener casi tanto tiempo de atención como los que sí lo estaban. Todos ellos presidentes: Ronald Reagan, Donald Trump y Joe Biden.
Tanto los moderadores como los candidatos citaron a menudo al presidente Regan como un líder casi mítico que despidió a los controladores aéreos en huelga, concedió la amnistía a los inmigrantes y dictó el undécimo mandamiento: «No hablarás mal de ningún compañero republicano».
El presidente Biden fue presentado como la némesis del país, la causa de todos los males, desde la economía a la crisis fronteriza, pasando por el wokeismo.
El presidente Trump, que se encontraba a 2300 millas de distancia, en Detroit, hablando a los trabajadores del automóvil en huelga, fue mencionado más que ningún otro. El expresidente, que lidera a los candidatos republicanos por unos 40 puntos porcentuales en las encuestas nacionales, fue tanto elogiado por los logros de su administración como criticado por sus fracasos. Pero, sobre todo, fue reprendido como un colegial por su ausencia del escenario.
«Donald Trump se esconde tras las paredes de sus clubes de golf y no se presenta aquí para responder a las preguntas como el resto de nosotros», dijo el Sr. Christie.
El Sr. DeSantis declaró que el presidente Trump estaba «desaparecido en acción».
La frecuente conjura de héroes y villanos, que desvió la atención de los asistentes en lugar de dirigirla hacia ellos, fue emblemática en el encuentro de dos horas de duración. Aunque ofreció algunos momentos de interés, el debate aportó poca información nueva sobre ninguno de los candidatos.
Sopa de palabras
Desde el principio, los moderadores se esforzaron por mantener el control del debate, ya que los candidatos hablaban por encima de los demás, se interrumpían, se inmiscuían en preguntas formuladas a otros y hacían caso omiso de los límites de tiempo para las respuestas.
Los moderadores fueron Dana Perino y Stuart Varney, de Fox News, e Ilia Calderón, de Univisión. Durante la primera pausa, Perino amonestó a los candidatos, según un comentarista de Fox News. Eso provocó una breve mejora, pero el debate derivó con frecuencia hacia la sopa de palabras.
Frustrada, la Sra. Perino advirtió al Sr. Burgum sobre sus interrupciones. «Tendremos que cortarle el micrófono, y no quiero hacerlo. Yo no quiero». Sin embargo, el gobernador de Dakota del Norte no fue más culpable que otros.
Tras la contienda, un portavoz del presidente Trump dijo a los periodistas que el espectáculo que había presenciado era razón suficiente para que el exmandatario se saltara futuros debates.
«Él ha dicho que no va a asistir a los debates, en plural, y esa es su posición, hasta que no lo sea», dijo Chris LaCivita.
El Sr. LaCivita añadió que más que un debate, parecía más un concurso para «quién va a ser el sobreviviente designado».
Ataques de Haley
Los ataques a los oponentes son frecuentes en los debates presidenciales. Durante el primero, el 23 de agosto, el Sr. Ramaswamy pasó a la ofensiva con frecuencia, algo por lo que estuvo a punto de disculparse durante el segundo evento.
“Yo soy el chico nuevo aquí. Por eso sé que tengo que ganarme su confianza”, declaró el Sr. Ramaswamy. «¿Qué es lo que ven? Ustedes ven a un joven que tiene un poco de prisa, tal vez un poco ambicioso, a veces parece un poco sabelotodo”, dijo el candidato. “Yo estoy aquí para decirles que no, no lo sé todo. Yo escucharé».
Después de que le preguntaron sobre su uso de TikTok, una aplicación cuyo uso está ampliamente prohibido en teléfonos propiedad del gobierno por motivos de seguridad, Haley reaccionó a lo que pensó que era una respuesta débil del Sr. Ramaswamy.
“Esto es exasperante porque TikTok es una de las aplicaciones de redes sociales más peligrosas que podríamos tener”, dijo la Sra. Haley. “Honestamente, cada vez que le escucho a usted, me quedo un poco muda por lo que dice”, agregó la candidata.
La Sra. Haley, que en su mayor parte se había mantenido al margen de la contienda en el debate anterior, también optó por atacar a DeSantis y Scott.
Ella criticó a DeSantis por sus políticas anti-fracking en Florida y discutió con Scott sobre el gasto federal.
Posteriormente, los miembros de los equipos de ambos candidatos respondieron a las críticas de la Sra. Haley.
«Nikki Haley claramente pasó mucho tiempo pensando y enojándose sobre Vivek Ramaswamy», declaró Chris Grant, asesor principal del Sr. Ramaswamy, a The Epoch Times. «Nosotros no pasamos mucho tiempo pensando en Nikki Haley», añadió el Sr. Grant.
“[Nikki Haley] no ha encontrado ni un dólar federal que no le haya gustado”, dijo simplemente Matt Gorman, de la campaña de Tim Scott, a The Epoch Times.
Después de esos y otros ataques de varios candidatos, el Sr. LaCivita se preguntó si el Comité Nacional Republicano debería cuestionar si futuros debates ayudan al partido. “¿De qué sirve tener un grupo de personas que se quedan quietas y no hacen más que golpear al favorito? ¿A quién ayudó eso realmente? Eso ayuda a Joe Biden”.
El desafío de China
El Partido Comunista Chino fue mencionado a menudo durante el debate como un competidor global, armero de Rusia, ladrón de propiedad intelectual y adoctrinador de estudiantes estadounidenses.
El Sr. Burgum argumentó con vehemencia que el impulso de la administración Biden hacia la adopción de vehículos eléctricos beneficiaba los intereses de China porque controla el suministro de minerales necesarios para fabricar baterías.
“China controla el 85 por ciento de los minerales de tierras raras. Se llaman tierras raras porque se miden en partes por millón. China está moviendo cientos de miles de libras de tierra, en Indonesia y África. Literalmente están destruyendo el planeta para que podamos fabricar una batería que está en un automóvil subsidiado aquí”, dijo el Sr. Burgum.
El Sr. DeSantis indicó que China representa múltiples amenazas para Estados Unidos y debe ser contrarrestada.
“Nosotros necesitamos un enfoque totalmente nuevo hacia China. Nosotros vamos a tener un poder duro y real en el Indo-Pacífico, como Reagan, para disuadir sus ambiciones. Vamos a tener independencia económica de China”, dijo el gobernador DeSantis. “También vamos a ir tras el poder cultural que ellos tienen en este país (. . .) Nosotros no deberíamos tenerlos en nuestras universidades. No deberíamos tener Institutos Confucio”.
El Sr. Pence declaró que no apoyar a Ucrania en su guerra con Rusia sería “una luz verde para que China se apodere de Taiwán”.
«Nosotros estamos en una guerra fría con China», señaló el Sr. Burgum. “La administración Biden no lo admitirá, pero también estamos en una guerra económica, por lo que estamos haciendo con la agricultura y la energía. También estamos en una guerra con ellos en relación con lo cibernético, donde somos atacados todos los días en Dakota del Norte, cada estado, cada distrito escolar, todas nuestras tribus son atacadas todos los días por China, Rusia, Irán o Corea del Norte”.
La Sra. Haley prometió poner fin al suministro de fentanilo en Estados Unidos, que según ella se origina en China. “Vamos a perseguir a China porque, en primer lugar, China es quien envía el fentanilo”, dijo la candidata. «Pondremos fin a todas las relaciones comerciales normales hasta que China deje de enviar fentanilo».
Sin sobresalientes
El medio NTD TV, asociado de The Epoch Times, condujo un grupo con 15 votantes republicanos en Irvine, California, después del debate. Aunque el grupo no tuvo un ganador consensuado para el debate, varios candidatos generaron reacciones favorables.
Un participante llamado Steven quedó impresionado favorablemente por el Sr. Burgum. “Creo que el gobernador de Dakota del Norte lo hizo particularmente bien. Me sorprendió lo bien que lo hizo”, dijo el Sr. Steven.
A otros les gustaron las políticas educativas de DeSantis, la apertura al diálogo del Sr. Ramaswamy y la determinación de Haley de combatir el fentanilo.
Sin embargo, el grupo estuvo de acuerdo en que ningún candidato en el escenario podría desbancar a Donald Trump como presunto candidato republicano.
Un tercer debate republicano tendrá lugar en Miami el 8 de noviembre.
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