Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) pareció descartar las vacunas contra el COVID-19 y el COVID-19 como factores en los misteriosos casos de hepatitis entre niños de Alabama.
El informe de los CDC, publicado el viernes, decía que ninguno de los niños de Alabama había dado positivo en las pruebas por COVID-19 cuando fueron llevados al hospital. Ninguno tenía un caso previamente documentado de SARS-CoV-2, también conocido como el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), ni había recibido la vacuna contra COVID-19.
Los nueve niños dieron positivo para un adenovirus, dijeron las autoridades, y cinco de ellos dieron positivo para el adenovirus tipo 41. El virus generalmente causa enfermedades gastrointestinales en los niños, como diarrea, vómitos y náuseas. Los problemas respiratorios y la fiebre también son síntomas comunes, dijeron los CDC.
Los CDC emitieron la semana pasada un aviso sanitario sobre los misteriosos casos de hepatitis en Alabama, pero también se han registrado casos en Wisconsin, Illinois y Carolina del Norte, según las autoridades locales. Hasta ahora, los CDC solo han informado sobre los casos de Alabama.
El Departamento de Servicios de Salud de Wisconsin dijo el jueves que está investigando la muerte de un niño, así como los casos sospechosos en otros tres niños. Uno de los niños requirió un trasplante de hígado, según las autoridades estatales.
El jueves, un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que se han reportado alrededor de 170 casos en 16 países, frente a los 74 casos en el Reino Unido hace apenas dos semanas.
«Lo que es particularmente inusual es que la mayoría de estos niños previamente estaban sanos», dijo la Dra. Philippa Easterbrook, funcionaria de la OMS, el jueves durante un evento transmitido en vivo.
La OMS dijo en un aviso que al menos 74 niños en todo el mundo dieron positivo por el adenovirus, que es un tipo común de virus que puede causar dolor de estómago, problemas respiratorios, infecciones de la vejiga, y más.
«Esto no demuestra en este momento que haya un vínculo causal con estos casos, pero es una señal temprana interesante y prometedora que se está analizando con más detalle», señaló Easterbrook el jueves.
Easterbrook también descartó que las vacunas contra COVID-19 sean la causa de la mayoría de los casos de hepatitis infantil porque la mayoría de los niños no han sido vacunados.
Mientras tanto, las autoridades japonesas confirmaron esta semana el primer caso de hepatitis infantil del país en lo que se cree que es el primer caso registrado en Asia. El niño no dio positivo en la prueba del adenovirus, dijeron las autoridades, según las noticias.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser causada por una infección viral, alcohol, medicamentos recetados, medicamentos de venta libre, paracetamol, dosis muy elevadas de ciertos suplementos herbales, toxinas y diversas afecciones médicas. Los virus de la hepatitis, que se propagan a través de los fluidos corporales, también pueden causar inflamación del hígado.
Los síntomas de la hepatitis incluyen dolor abdominal—concretamente en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo de las costillas—orina de color oscuro, heces de color claro e ictericia, que es el color amarillento de la piel y el blanco de los ojos.
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