Miles de manifestantes con chalecos amarillos marcharon de manera ruidosa pero pacífica por el distrito comercial de Grands Boulevards al norte de París, en la novena semana consecutiva de protestas, al grito de «Macron dimisión» o “El rey Macron da migas a los mendigos”.
La policía realizó arrestos desde temprano, pero los enfrentamientos con la policía siempre fueron hechos aislados en comparación con el grupo mayor de personas que marcha pacíficamente por las calles de Francia.
En su primera protesta después de las Fiestas, el movimiento llamó a marchar en ciudades y carreteras para derribar las acusaciones del Gobierno de Emmanuel Macron sobre la falta de manifestantes, cuyo número había disminuido en las semanas anteriores.
«Vinimos a París para hacernos escuchar», dijo a AFP Patrick, un manifestante de 37 años que viajó a la capital desde Savoya.
«Esperamos medidas concretas. Los anuncios de Macron son migajas que pagan los contribuyentes. Nos pide hacer esfuerzos, pero son ellos los que deben hacerlos… hay tantos abusos y privilegios entre los políticos», denunció Carole Rigobert, una mujer de 59 años acompañada por su marido.
Hace menos de 24 horas, el presidente Emmanuel Macron desató una nueva polémica al declarar que «los problemas por los que atraviesa nuestra sociedad se deben a veces a que demasiados de nuestros conciudadanos piensan que podemos conseguir» algo «sin esfuerzo», en una aparente referencia al constante aumento de impuestos y regulaciones.
En otra medida controvertida, el primer ministro, Édouard Philippe, anunció el lunes que el Gobierno legislará para sancionar a los participantes en manifestaciones no declaradas y para crear un registro de agitadores, de forma que se les pueda impedir su presencia en las protestas.
Esto se dio después de que el Gobierno mantuviera bajo arresto a uno de los líderes del grupo, Éric Drouet, por “una manifestación en la vía pública sin autorización”.
Los chalecos amarillos se expanden a Londres
Cientos de manifestantes inspirados por el movimiento francés de chalecos amarillos se manifestaron también en Gran Bretaña, protestando sobre los programas de austeridad del gobierno que han golpeado duramente a la población en general.
Con chalecos amarillos y lemas como «Gran Bretaña está rota» escritos en la espalda, los manifestantes marcharon por Londres para exigir que el Gobierno prestara atención a la situación del país en vez de estar más preocupados por la salida de la Unión Europea.
El pueblo británico votó en un referendo de 2016 donde se impuso la opción de salirse de la UE. Sin embargo, el Gobierno parece decidido a encontrar la manera de permanecer y ha estado proponiendo acuerdos, lo que ha plantado un show mediático que ha dominado los medios de comunicación británicos por varias semanas.
Los chalecos amarillos británicos también quieren mostrar su solidaridad con los manifestantes franceses que han organizado semanas de protestas contra las medidas socialistas del gobierno de Macron en todo el país.
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