Los residentes de un distrito de Taiyuan, la capital de la provincia de Shanxi, en el norte de China, están recurriendo a la quema de madera, muebles viejos y otros objetos de madera para la calefacción invernal debido a las restricciones gubernamentales sobre el uso de carbón.
Según un informe del 17 de noviembre del medio estatal China News, el Segundo Equipo de Inspección de Protección Ecológica del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente recibió muchas quejas de que personas en el Distrito Kangle de Taiyuan estaban luchando por sobrevivir durante el invierno debido a las estrictas prohibiciones impuestas por el gobierno central sobre la quema de carbón.
El distrito de Kangle, situado en el centro de Taiyuan, tiene alrededor de 400 hogares y 1500 residentes, con 300 personas mayores de 60 años.
Los residentes comentaron que la oficina local del Partido Comunista Chino (PCCh) promovió la prohibición del carbón y prometió un calentador para cada hogar. Sin embargo, no todos los residentes recibieron calentadores y muchos no podían pagar las altas facturas de electricidad, por lo que se vieron obligados a buscar su propia leña.
En las casas de la gente se amontonan todo tipo de objetos de madera.
“Tomamos todo lo que puede hacer fuego y mantenernos calientes”, comentó un residente de Kangle. “Podemos empezar a preocuparnos por otras cosas una vez que no estamos congelados”.
“No tenemos más remedio que quemar esto. No se nos permite quemar carbón y cuesta demasiado usar los calentadores”, expresó otro residente.
Muchos no tienen suficiente madera, por lo que se ven obligados a racionar. Un residente informó haber guardado la madera para la noche. “No quemo leña durante el día porque de lo contrario me quedaría sin leña”.
El termostato de un hogar bien abastecido mostraba una temperatura de 16 grados centígrados, la más cálida que podían alcanzar quemando leña. A medida que las temperaturas descienden aún más, un fuego de leña será insuficiente para calentar la casa.
El año pasado, el PCCh comenzó a exigir a los habitantes del norte de China que sustituyeran el carbón por gas natural para cubrir sus necesidades de calefacción. Debido a la escasez de gas natural, así como a la falta de infraestructura, la gente tuvo que vivir en hogares helados y los niños tuvieron que estudiar en aulas heladas en toda la región.
El invierno pasado, los internautas informaron que los estudiantes de la vecina provincia de Hebei estaban sujetos a temperaturas bajo cero en sus aulas, y que lo mismo está sucediendo en la provincia de Shanxi este año.
Según el informe de China News, una política del régimen abrupta, combinada con la pereza y el descuido de los funcionarios locales, puso en peligro los medios de subsistencia de muchas personas. La prohibición general del carbón, destinada a reducir la contaminación, puede resultar contraproducente, ya que gran parte de los residuos de madera que se queman contienen pegamentos tóxicos.
En diciembre de 2017, el periódico Singtao Daily, con sede en Hong Kong, informó que los conductores de más de 2000 autobuses propulsados por gas natural en Taiyuan hacían cola durante la noche para recargar, con el fin de evitar la escasez durante las horas punta.
Un mes antes, un trabajador de Shanxi fue arrestado por iniciar tres incendios de carbón para mantenerse caliente en una obra de construcción. Su arresto generó comentarios airados y sarcásticos en Weibo, el popular servicio de microblogging de China.
Un ciudadano de la provincia de Guangdong escribió: “Otros países tratan con la contaminación mejorando sus industrias. Nosotros lo hacemos congelando a los pobres hasta la muerte”.
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