DETROIT, Michigan —Las expectativas republicanas de un cambio total en el más alto nivel del gobierno estatal de Michigan no se materializaron el 8 de noviembre, ya que tres de los principales titulares demócratas ganaron la reelección.
La gobernadora demócrata Gretchen Whitmer venció un fuerte desafío de la aspirante republicana Tudor Dixon.
Whitmer derrotó a Dixon por un margen del 8% (53 a 45%).
Dana Nessel, la fiscal general del estado, ganó la reelección para un segundo mandato al derrotar al republicano Matt Deperno, obteniendo el 52% de los votos frente al 46% de Deperno.
Completando la barrida de los tres principales cargos estatales, la actual Secretaria de Estado demócrata, Jocelyn Benson, derrotó ampliamente a la republicana Kristina Karamo por 55 a 43%.
Cada uno de los tres demócratas disfrutó de una gran ventaja en la recaudación de fondos de la campaña y puede haberse beneficiado de la presencia en la boleta electoral de una iniciativa proaborto muy disputada que cada uno de los tres candidatos apoyó vigorosamente.
La propuesta, conocida como Propuesta 3, fue aprobada por un 55% contra un 45%, un margen de victoria que refleja el porcentaje obtenido por los tres demócratas.
A la propuesta 3 se le atribuye el mérito de haber atraído a muchos estudiantes universitarios a votar, un grupo demográfico que tiende a favorecer a los demócratas.
Se calcula que los gastos publicitarios combinados de los proponentes y los oponentes de la propuesta superaron los 60 millones de dólares.
Los demócratas también consiguieron un escaño en el Congreso en lo que antes era el bastión republicano del condado de Kent (Grand Rapids), en el oeste de Michigan.
El escaño del octavo distrito estaba ocupado por un republicano de primer mandato, Peter Meijer, que fue derrotado en las primarias.
El candidato republicano, John Gibbs, perdió el escaño frente a la demócrata Hillary Scholten.
En el décimo distrito congresional, que abarca casi todo Macomb y una pequeña parte del condado de Oakland, se espera que el republicano John James sea declarado ganador de la elección por el escaño abierto.
A partir de las 8:30 de la mañana del 9 de noviembre, con el 99% de los centros de votación reportando, James parece mantener una pequeña ventaja sobre el demócrata Carl Marlinga.
Tras la redistribución de los distritos después del censo de 2020, muchos escaños en la cámara estatal dominada por los republicanos y el senado se convirtieron en competitivos.
Al momento de la publicación de este artículo, el control del senado estatal aún no estaba decidido.
Los republicanos han mantenido la mayoría en el senado estatal desde 1984. Los últimos resultados indican que el GOP mantendrá su mayoría en la cámara estatal.
Aunque las cifras finales aún no están, los funcionarios electorales informan que la participación de los votantes en todo el estado fue mayor que en la mayoría de las elecciones de mitad de período; y que se reportaron pocos problemas en comparación con las elecciones presidenciales de 2020.
El epicentro de la controversia en esas elecciones fue el centro de recuento de Detroit, donde los aspirantes republicanos a las urnas afirmaron que se les había impedido supervisar el recuento.
Este año, aunque la dirección del centro de recuento del centro sigue siendo la misma, los funcionarios electorales de la ciudad trasladaron la sala de recuento a una parte del complejo que carece de paredes, puertas y barreras físicas, lo que hace que el proceso sea más visible para los observadores del público y los medios de comunicación.
Además, muchos de los cientos de trabajadores electorales del centro de recuento, llamados inspectores electorales, fueron contratados, no solo en la ciudad de Detroit, sino en todo el estado.
Un inspector primerizo del condado de Lapeer, en las afueras del estado, dijo a The Epoch Times que vio el trabajo en el centro de recuento de votos de Detroit como una oportunidad para dejar de ser un mero espectador y «formar parte del proceso».
«El Departamento Electoral de Detroit forma a los trabajadores y nos paga entre 300 y 500 dólares por nuestra labor», dijo.
Un inspector con una larga y variada experiencia trabajando en las elecciones de Detroit dijo: «En base a todos los controles y comprobaciones cruzadas y salvaguardias integradas en el sistema, creo que sería imposible que algo ilegal ocurriera aquí».
«Realmente no entiendo qué buscan los impugnadores».
Ambos partidos proporcionaron más impugnadores este año que en 2020 y parecían tener acceso sin restricciones a las mesas en las que se procesaban los resultados electorales de los 503 recintos de Detroit.
Un grupo de impugnadores de fuera del estado dijo a The Epoch Times que estaban viviendo una «noche bastante tranquila».
La mañana del día de las elecciones, se reportó que algunos votantes de Detroit se presentaron en su colegio electoral para votar en persona y se les dijo que ya habían votado por correo.
En una reunión de la noche electoral con los periodistas, la secretaria de Estado Jocelyn Benson reconoció el problema, calificándolo de «fallo».
Benson explicó que los trabajadores electorales del recinto descubrieron que de alguna manera había más de una papeleta con el mismo número.
Dijo que a los votantes afectados se les permitió votar con las papeletas que los trabajadores electorales les entregaron después de hacer una pequeña adición al número de identificación.
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