CHICAGO— Los demócratas cobraron un rápido impulso en su campaña presidencial, y miembros del partido, estrategas y analistas políticos afirman que saben lo que hay que hacer para mantenerlo.
A un mes de entrar en la carrera, la vicepresidenta Kamala Harris borró la ventaja que el expresidente Donald Trump mantenía sobre el presidente Joe Biden. Ella recortó la ventaja de Trump en las encuestas y ahora lidera por 2 a 3 puntos, según los promedios de sondeo de FiveThirtyEight.
Harris atrajo a unos 19,000 asistentes a un mitin el 20 de agosto en Milwaukee, el que se celebró simultáneamente a los discursos del expresidente Barack Obama y Michelle Obama en la Convención Nacional Demócrata (DNC) a menos de 160 kilómetros de distancia. La directora de campaña de Harris-Walz, Jen O’Malley Dillon, declaró a la prensa el 21 de agosto que este dato ilustra el creciente interés por la campaña desde la nominación de Harris.
«Son votantes que querían formar parte de esto», dijo Dillon, añadiendo que «cuando se capta un momento de energía —y la gente quiere formar parte de él— vamos a seguir viendo cómo crece».
«Lo estamos viviendo. No se ha acabado. Tenemos que seguir adelante» dijo el galardonado productor y director de cine Spike Lee a The Epoch Times, comentando este impulso.
Para lograrlo después de que la DNC termine, los analistas dicen que la campaña de Harris-Walz debe hacer tres cosas bien y evitar un error crítico.
Contar la historia de Harris
Según la Sra. Dillon, la mayor atención pública prestada a Harris desde su nominación permite a los demócratas presentarla a un público más amplio.
«Esta es realmente una gran oportunidad para nosotros para definir realmente la carrera en nuestros términos, para poder exponer quién es [Harris], por quién siempre ha estado luchando, lo que ha conseguido hacer», dijo la directora de campaña a los periodistas el 21 de agosto.
Bryan Graham, miembro electo del Comité Nacional Demócrata, se hizo eco de la necesidad de contar una historia eficaz a la que los votantes puedan aferrarse.
«Contarles a ellos la historia, y decirles por qué es importante votar a los demócratas, por qué tendrá un efecto en sus vidas, y reforzar las cosas que ya hemos hecho», declaró Graham a The Epoch Times.
Michael Brown, senador en la sombra por Washington, dijo que eso equivale en parte a permitir que Trump hable por sí mismo.
«Una de las expresiones más antiguas en política es ‘Nunca dispares a un hombre que está tratando de ahorcarse’», dijo Brown, dando a entender que el propio mensaje de Trump durante el resto de la campaña llevará a más votantes a Harris.
Hablar de temas cotidianos
El mensaje central para llegar a los votantes indecisos debe centrarse en cuestiones económicas básicas sin perderse en detalles políticos arcanos, según analistas y demócratas.
«Los mensajes deben dirigirse a la clase media y a las familias trabajadoras», dijo la senadora Tammy Duckworth, de Illinois. «Esas personas necesitan sentirse vistas y saber que nos preocupamos por ellas, que vamos a representarlas».
Esa conexión emocional es importante, según Aaron Dusso, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Indiana, en Indianápolis.
«La psicología del voto siempre tiene que ver con la emoción, con mis sentimientos hacia mi partido y hacia dónde quiero que vaya el país», declaró Dusso a The Epoch Times.
Según el profesor, las investigaciones indican que los votantes saben poco sobre los detalles de las políticas y están más motivados por lo que sienten por los candidatos.
Ken Kollman, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Michigan, declaró que los mensajes de Harris deben caminar por una fina línea entre movilizar a su base y no ser vista como demasiado liberal por los votantes indecisos.
«Es una aguja difícil de enhebrar, pero hay un camino», dijo Kollman a The Epoch Times.
«Para que Harris obtenga buenas cifras en los suburbios de los estados clave, tiene que hacer hincapié en el pragmatismo y no estar en deuda con lo que a menudo se considera grupos activistas de izquierdas», añadió.
No hay que confiarse
Harris tiene una ligera ventaja en las encuestas nacionales, aunque David Urban, exasesor de la campaña de Trump, cree que esas cifras engañan.
«Si nos remontamos a 2016 y 2020, Clinton estaba muy por encima en este punto de la carrera, Biden estaba muy por encima», declaró Urban, señalando que las carreras resultaron más reñidas de lo que indicaban las encuestas.
«Si los demócratas no están muy por delante —porque los republicanos son subestimados en las encuestas— están acabados», dijo Urban.
The Epoch Times habló con demócratas que hicieron hincapié en la necesidad de aprender de las elecciones de 2016 y evitar confiarse demasiado.
«Esto no es 2016», declaró a The Epoch Times el excongresista de Carolina del Sur Bakari Sellers, añadiendo que «Simplemente pensábamos que íbamos a aplastar a Donald Trump».
«La gente andaba por aquí hablando de qué embajadas iban a conseguir, qué puestos en la administración. No podemos dar nada por sentado. Hay demasiado en juego».
Movilizar a los votantes
La Sra. Dillon hizo hincapié en ese mensaje en su entrevista del 21 de agosto en el DNC.
«Si puedo transmitir un mensaje hoy aquí, es que esta va a ser una carrera extremadamente reñida. Es una carrera con un margen de error, y tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos de movilizar a todo el mundo», dijo Dillon.
«Nosotros hemos aprendido una lección de 2016», dijo Duckworth. Ella añadió que Clinton perdió Wisconsin, un estado de batalla crítico, por un estrecho margen en parte porque el voto negro en Milwaukee bajó en unos 35,000 votos.
«No vamos a dejar que eso vuelva a ocurrir», declaró la Sra. Duckworth, señalando que los esfuerzos de movilización de votantes allí ya estaban en marcha.
La movilización es la clave para mantener el impulso, según la consultora política Elizabeth Mitchell.
«Lo llevas a la puerta principal, lo llevas a la puerta principal de todo el mundo. Empiezas a hablar con la gente sobre los problemas de sus comunidades», afirmó la Sra. Mitchell a The Epoch Times.
El Sr. Dusso dijo que, de aquí a noviembre, la campaña debe centrarse en su juego terrestre.
El siguiente paso consiste en traducir ese entusiasmo en voluntarios a nivel estatal», afirmó el profesor. Eso incluye operar bancos telefónicos, llamar a las puertas y preparar a los votantes para votar.
«En Arizona o Pensilvania, las elecciones pueden decidirse por 10,000 votos o incluso menos», añadió Dusso. «El juego entre la base de electores de uno le puede hacer ganar».
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