Los disturbios en las ciudades francesas son la última manifestación de la incapacidad del país para integrar a millones de jóvenes inmigrantes musulmanes, pero ese problema no se limita sólo a Francia, según Soeren Kern, politólogo especializado en geopolítica de Oriente Medio y transatlántica.
«Lo que estamos viendo realmente es el fin del multiculturalismo tal y como lo conocemos», dijo el Sr. Kern, veterano de las Fuerzas Aéreas estadounidenses de la Guerra Fría y ahora analista geopolítico, en una entrevista para el programa de EpochTV «American Thought Leaders: NOW».
«Los políticos franceses llevan casi 50 años trayendo inmigrantes del norte de África y del mundo musulmán», dijo Kern al presentador Jan Jekielek.
«Lo que está ocurriendo ahora es que, tras muchas décadas en las que estas personas han llegado y no se han integrado, existe una tremenda fricción social entre la policía y muchos de estos grupos de inmigrantes que viven al margen de la sociedad francesa, sobre todo en los barrios marginales o en las grandes ciudades de Francia».
Las violentas protestas de este mes en Francia fueron desencadenadas por el disparo mortal a Nahel Merzouk, de 17 años, durante un control policial de tráfico en el suburbio parisino de Nanterre, donde viven decenas de miles de inmigrantes africanos y musulmanes.
Con miles de manifestantes detenidos hasta ahora, la policía se está preparando para el 14 de julio, Día de la Bastilla, en el que podrían estallar de nuevo las tensiones. El gobierno francés ha prohibido temporalmente la venta de fuegos artificiales, un elemento básico de este día, que celebra el violento derrocamiento del gobierno francés en 1789.
No exactamente como los disturbios de George Floyd
Algunos observadores se han apresurado a comparar el asesinato de Merzouk con la muerte de George Floyd bajo custodia de la policía de Minneapolis, que provocó disturbios generalizados en todo Estados Unidos en el verano de 2020. Sin embargo, el Sr. Kern afirmó que existen importantes diferencias entre ambos sucesos.
«Los disturbios en torno al asesinato de George Floyd fueron organizados por grupos marxistas en Estados Unidos», explicó el Sr. Kern, refiriéndose a la organización de izquierda radical Black Lives Matter y a la anarco-comunista Antifa. «La diferencia es que estos disturbios en Europa son claramente espontáneos».
No están organizados por ningún grupo islamista o marxista», continuó. «Es sólo odio: odio intenso hacia el pueblo francés y hacia el Estado francés entre un gran número de jóvenes que están desempleados [y] tienen muy pocas perspectivas de tener una vida normal en Francia. Cuando se dan estos casos de brutalidad policial, aparece este resentimiento que realmente se descontrola».
Esto no significa que la izquierda radical francesa no aproveche el caos para impulsar una agenda antipolicía, señaló el Sr. Kern. Por otra parte, la extrema derecha francesa también ha expresado una retórica antiinmigrante, tachando a todos los inmigrantes de alborotadores.
«La verdad está en algún punto intermedio», dijo el politólogo radicado en España. «Hay un segmento de inmigrantes musulmanes, sobre todo del norte de África, que no tienen ninguna perspectiva de integrarse. Sus padres o abuelos llegaron a Francia hace unos 50 años, se integraron bien y se trasladan a los suburbios franceses, ascendiendo en la escala social. Ahora tienes a estos emigrantes de segunda y tercera generación que ya no están vinculados a sus padres, pero que tampoco son realmente aceptados por Francia».
«Nacieron en Francia. Tienen la nacionalidad francesa. Pero en realidad son lo que yo llamo ‘ciudadanos apátridas'», continuó. «Realmente no se identifican con el Estado francés. No se identifican con la tierra de sus padres. Y para ellos vivir en los barrios marginales no es una forma de salir adelante. Es una especie de callejón sin salida. Creo que éste es realmente el problema».
Realidades de los barrios de inmigrantes
Cuando se le preguntó sobre el comportamiento de las fuerzas policiales en los barrios europeos donde los inmigrantes musulmanes se convirtieron en mayoría, el Sr. Kern dijo que la principal prioridad de los policías allí es simplemente sobrevivir.
«Esto es lo que ocurre en muchas de las grandes ciudades francesas, en las grandes ciudades alemanas y, hasta cierto punto, en Madrid, en las afueras de la capital, donde hay un gran número de inmigrantes y los europeos nativos son ahora una minoría», dijo. «Lo que ocurre es, esencialmente, que las normas de los países de los inmigrantes son la ley del país».
«Para la policía, los bomberos, las ambulancias —cualquier tipo de representante del Estado— existe una reticencia de estas personas a entrar en estas zonas por el peligro que les supone», añadió el Sr. Kern, señalando que cuando el Sr. Merzouk se negó a detenerse para el control de tráfico, la policía reaccionó a su evasión disparándole.
«El problema es que la policía, cuando trabaja en estas zonas, su perspectiva número uno es la supervivencia», dijo el experto en islamismo. «Asumen que todo el mundo en estos barrios es un delincuente. Los inmigrantes ven estas actitudes de la policía como xenófobas y discriminatorias, y eso sólo crea más odio hacia el Estado».
Aunque el Sr. Kern cree que los islamistas radicales no desempeñaron un papel importante en este incidente concreto, señaló que los elementos islamistas han ido arraigando en muchos de estos barrios.
«En algunos casos, sobre todo en Alemania y en Francia, tienes a los islamistas que se aprovechan de la desesperación de los jóvenes, y les ofrecen un futuro mejor a través del futuro del Islam. Así que se produce una radicalización», dijo. «Luego, obviamente, estas personas intentan imponer las leyes de la sharia en sus barrios y vecindarios».
Identidad nacional diluida
Los franceses, así como otros gobiernos europeos, no pueden o no quieren crear políticas de integración eficaces, y eso tiene mucho que ver con un sentimiento particular de la desmoralizada Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial, según el Sr. Kern.
«Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, existía un sentimiento generalizado de que el nacionalismo es la causa de las guerras, y que si puedes diluir lo que significa ser alemán y diluir lo que significa ser francés, es decir, mezclar realmente lo que significa ser una persona alemana, se reducirían las posibilidades de una guerra en el futuro», explicó. «Así que, en realidad, estas políticas fracasadas y estas premisas fracasadas llevan produciéndose al menos 50 años».
«No se limita sólo a Francia. También se extiende a Alemania, Bélgica, Holanda, algunos de los países escandinavos, y aquí en España, hasta cierto punto, sobre todo en torno a Madrid y algunas de las ciudades del sur», añadió el Sr. Kern.
Aunque los responsables políticos europeos empiecen a reconocer el fracaso del multiculturalismo, el actual marco jurídico de la Unión Europea no tiene una solución rápida, dijo el Sr. Kern.
«En mi opinión, no hay nada que se pueda hacer en este momento, porque estas personas son ciudadanos europeos», dijo. «Nacieron aquí. No se les puede deportar. E incluso si fueran deportables, las leyes de la Unión Europea y de derechos humanos lo hacen casi imposible».
El problema de los inmigrantes ilegales, que llegaron a Europa por millones en la última década, tampoco es fácil de resolver.
«Cometen delitos porque no pueden mantenerse con trabajos normales. Así que se dedican al tráfico de drogas, al robo de carteras y a todo tipo de delitos menores», dijo el Sr. Kern. «A estas personas se las detiene y se las deja ir y se las detiene y se las deja ir, porque las leyes europeas de derechos humanos hacen casi imposible deportar a estas personas».
«Así que lo que vimos en Francia es sólo el principio, creo, de un gran malestar civil aquí en Europa».
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