TAIPEI – Taiwán, que a menudo se denomina “el faro de la democracia” en la diáspora china, concluyó sus elecciones el 24 de noviembre, con varios cargos políticos en disputa, entre ellos alcaldes, magistrados y legisladores del país insular.
Sin embargo, las elecciones se vieron empañadas por la intromisión política y la interferencia de Beijing. Un incidente en el que estuvo involucrado el principal diplomático de Estados Unidos en Taiwán fue solo la punta del iceberg.
James Moriarty, presidente del Instituto Americano en Taiwán (AIT por sus siglas en inglés), una embajada de facto en Taiwán, vio cómo su entrevista exclusiva con la emisora taiwanesa TVBS se eliminaba del sitio web del medio de comunicación, seis días después que una parte de la entrevista se emitiera por televisión.
Desde entonces, la autocensura de TVBS fue ampliamente interpretada por los medios de comunicación taiwaneses como un intento de silenciar los comentarios de Moriarty sobre la intromisión china en las elecciones. “Obviamente, hay intentos de las potencias externas aquí en Taiwán para tratar de alterar el debate y difundir información falsa, y eso es peligroso”, señaló, sin especificar a qué poderes se refería.
Sin embargo, Beijing puede haber admitido tácitamente que fue el culpable. El mismo día de la entrevista de TVBS, Ma Xiaoguang, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de la agencia gubernamental de China continental, emitió una declaración explicando que China no intentó interferir en las elecciones de Taiwán, según los medios de comunicación taiwaneses.
AIT publicó el clip de TVBS desde el 9 de noviembre en su página oficial de Facebook.
El gobierno de Estados Unidos también abordó el problema de la intromisión de China en las elecciones de Taiwán. Un informe anual publicado por la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China incluye hallazgos de Peter Mattis, investigador de la Fundación para el Monumento a las Víctimas del Comunismo. Mattis escribió que Beijing, a través de su Departamento de Trabajo del Frente Unido, tiene como objetivo dar forma o desestabilizar la sociedad taiwanesa, con el objetivo de crear una “falsa sociedad civil” que pueda ser utilizada contra el sistema democrático de Taiwán.
El Departamento de Trabajo del Frente Unido es un órgano del Partido Comunista Chino (PCCh) que lleva a cabo operaciones en todo el mundo para cumplir con la agenda de Beijing.
Mientras que Taiwán es una isla autónoma con su propia constitución y su ejército, China la considera una provincia renegada que debe ser reunida con el continente, por la fuerza si es necesario. Beijing cree que cualquier forma de caos social en Taiwán le daría una razón “legítima” para impulsar su agenda de unificación; por lo tanto, intentó perjudicarla socavando el sistema democrático de Taiwán a lo largo de los años.
En estas últimas elecciones, el 24 de noviembre, Beijing demostró que podría influir en el proceso democrático a través de una combinación de redes sociales, noticias falsas y financiando candidatos políticos a favor de Beijing.
El dinero de Beijing
El objetivo de la campaña de intromisión de Beijing es que ganen los candidatos que tengan una plataforma política a favor de Beijing, ya que es más probable que sigan la agenda del PCCh.
Según los medios de comunicación taiwaneses, Beijing utiliza canales complicados para canalizar el dinero hacia las campañas de los candidatos pro-Beijing. Las leyes existentes en la isla que rigen las donaciones políticas y las relaciones entre Taiwán y China impiden que los ciudadanos u organizaciones de China continental hagan donaciones a los candidatos políticos de Taiwán.
Beijing elude estas leyes mediante la entrega de pagos a empresarios taiwaneses que trabajan en China, quienes a su vez entregan el dinero a los candidatos políticos. Otro método es invitar a funcionarios taiwaneses de aldeas y municipios, representantes de asociaciones locales de agricultores, pescadores, profesores y estudiantes, en viajes con todos los gastos pagos a China, con el propósito de alentarlos a persuadir a que más taiwaneses voten por candidatos amigos de Beijing.
El 13 de noviembre, Zhang Xiuye, un ciudadano chino residente en Taiwán que se postulaba para concejal de la ciudad, fue acusado por fiscales de aceptar sobornos de China.
Zhang es también el secretario general de la Asociación de la Alianza Patriótica (PAA por sus siglas en inglés), también conocida como la Alianza Concéntrica de Patriotismo, una organización pro-Beijing en Taiwán.
En agosto, Zhang recibió fondos para solventar gastos en viajes a China, a más de 20 miembros de PAA y sus cónyuges, según los fiscales. Luego, en octubre, los electores del distrito electoral de Zhang fueron invitados a banquetes, con gastos que ascendieron a más de 250.000 dólares taiwaneses (unos 8096 dólares).
Zhang no logró ser elegido. Sin embargo, Ho Han-ting, miembro del Nuevo Partido de Taiwán, un partido que apoya la unificación de Taiwán con China, superó a sus oponentes para convertirse en miembro del consejo de la ciudad de Taipei. En junio de 2018, Ho, junto con otros dos miembros del Nuevo Partido, fue acusado de espionaje por conspirar con el espía chino Zhou Hongxu para infiltrarse en el ejército de Taiwán.
Su juicio comenzará el día después de su toma de posesión el 25 de diciembre.
Beijing financió más directamente al Partido para la Promoción de la Unificación de Beijing, cuyo jefe es Chang An-ho, un conocido jefe de pandilla local vinculado a Beijing. Las oficinas del Partido en dos condados de Taiwán fueron blanco de una redada policial a principios de noviembre, según el periódico taiwanés Liberty Times. La policía confiscó las armas de asalto, los registros comerciales y los chalecos que los miembros del Partido usaban en las manifestaciones políticas de los candidatos. La policía descubrió que los miembros del Partido estaban pagando a la gente unos 32 dólares para presentarse en las manifestaciones y que ondearan la bandera roja comunista para los candidatos amigos de Beijing, aunque, según los informes de los medios de comunicación, la policía no pudo determinar a qué candidatos se unieron.
En julio, Lai Jui-lung, un legislador taiwanés, había pedido a las autoridades que investigaran al Partido para la Promoción de la Unificación de China acerca de su fuente de financiación, según el Liberty Times. Lai, citando estadísticas proporcionadas por el Ministerio del Interior de Taiwán que mostraban que el Partido tenía ingresos de más de 55.900 dólares en 2017, cuestionó la forma en que el Partido recibía tanto dinero a pesar de no cobrar cuotas de afiliación a sus más de 30.000 miembros registrados.
Noticias falsas de Beijing
Beijing estableció recientemente lazos más amistosos con el actual partido minoritario, el Kuomintang (KMT), a diferencia del actual partido gobernante de Taiwán, el Partido Demócrata Progresista (PDP), que abogaba por la independencia formal de China continental.
El KMT registró una aplastante victoria en las elecciones del 24 de noviembre, tomando el control de varias ciudades y condados que anteriormente estaban bajo la jurisdicción del PDP. Los candidatos del KMT Lu Shiow-yen y Han Kuo-yuo derrotaron a los oponentes del PDP en las ciudades taiwanesas de Taichung y Kaohsiung, respectivamente.
De hecho, Beijing había recurrido a tácticas difamatorias para crear noticias negativas falsas dirigidas a los funcionarios del PDP, con el objetivo de convencer a la opinión pública que apoyara más a los candidatos a favor de Beijing.
Un ejemplo de ello ocurrió a principios de junio, cuando los medios de comunicación chinos y taiwaneses comenzaron a informar sobre un plan de la actual administración de Taiwán de alquilar una de sus islas, la isla de Taiping (también conocida como Itu Aba), al ejército de Estados Unidos, noticia que resultó ser falsa. El periódico estatal chino Global Times, que a menudo emplea un tono agresivo, publicó un editorial el 6 de junio en el que proclamaba que el PDP quería utilizar a los ciudadanos taiwaneses como “escudos humanos” en plan de “señuelo y engañar a Estados Unidos”.
No está claro qué medios de comunicación informaron desde el principio sobre el plan falso del PDP, pero noticias similares tuvieron un impacto negativo en la tasa de aprobación del partido gobernante, lo que llevó posteriormente a que los votantes taiwaneses tengan más confianza en el KMT.
En un reportaje del 28 de octubre, la revista taiwanesa Mirror Media explicó varios métodos que Beijing utiliza para crear noticias falsas, que aparecieron alrededor de las elecciones de 2016. Tsai Ing-wen, candidata del PDP, ganó la carrera presidencial ese año.
Primero, Beijing agrega contenido falso a las noticias auténticas reportadas por los medios de comunicación taiwaneses, y luego difunde estas noticias “manipuladas” en las redes sociales taiwaneses.
Beijing también utiliza las llamadas “granjas de contenido”, o sitios web que intencionalmente escriben noticias falsas. Estos artículos, que a menudo presentan a los candidatos de KMT o de Beijing bajo una luz positiva, se publican en las redes sociales, así como en sitios web populares de agregadores de contenido, como COCO01. Algunos de estos sitios están registrados en China, mientras que otros tienen ubicaciones registradas desconocidas.
La guerra cibernética de Beijing
Además de inundar las redes sociales de Taiwán con noticias falsas, Beijing también emplea un “ejército cibernético” para unirse a las discusiones sobre las redes sociales y hacer comentarios que son favorables a Beijing, según los medios taiwaneses.
En la China continental, el término “50 Cent Army” (Ejército de los 50 centavos) se refiere a los usuarios de Internet a los que el PCCh les paga 50 centavos por cada comentario que dejan en los artículos de noticias y en las redes sociales. En los artículos que describen al PCCh positivamente, los comentaristas están de acuerdo con entusiasmo. En los artículos que critican al PCCh, reaccionan con enojo y alimentan el sentimiento nacionalista.
Alrededor de 4 millones de estos trolls de Internet contratados son estudiantes universitarios, según algunos informes de los medios de comunicación.
Beijing también desarrolló su propio ejército cibernético con sede en Taiwán, según los medios de comunicación locales Taiwan News. Juntos, estos ejércitos se dirigen a las redes sociales populares taiwaneses, como PTT, el foro de discusión más popular de Taiwán; Line, una aplicación para compartir mensajes y noticias; y Facebook. Los ejércitos también crean videos con contenido falso e inundan estas plataformas, así como Twitter y YouTube.
Según Taiwan News, en las últimas elecciones, los ejércitos impulsaron un debate favorable en las redes sociales en torno al candidato del KMT Han Kuo-yu, que ganó el puesto de alcalde de la ciudad de Kaohsiung, en el sur de Taiwán.
Durante una conferencia de prensa el 15 de octubre, los abogados taiwaneses que trabajan para el candidato del PDP, Chen Chi-mai y oponente de Han, identificaron a 20 ciudadanos chinos que a menudo dejaban información falsa en línea, incluyendo datos de encuestas falsas que parecían desfavorables para Chen. Las direcciones IP proceden de China, según el Liberty Times.
Otra tendencia preocupante que podría afectar las próximas elecciones son los negocios que venden cuentas de las redes sociales. La revista taiwanesa Global Views Magazine, en un artículo publicado el 30 de mayo, informó que desde el año pasado, personas no identificadas comenzaron a comprar cuentas de usuario en PTT, Line y Facebook. Un vendedor se llamaba “Ptt-King” en varios sitios de comercio electrónico taiwaneses, y anunciaba cuentas PTT con precios acordes al número de veces que un usuario podía acceder a una cuenta específica. Por ejemplo, una cuenta vendida por unos 46 dólares permitiría a un comprador entrar y salir de la cuenta 300 veces.
Un comprador con control sobre muchas cuentas de redes sociales sería capaz de girar la discusión de las redes sociales en una cierta dirección mediante la publicación en masa de comentarios en línea, o simplemente dando un pulgar hacia arriba en Facebook. Esto crearía la impresión que una determinada opinión es mayoritaria o dominante. Un internauta con una opinión diferente podría sentirse menos propenso a compartir su opinión minoritaria.
El 22 de noviembre, Taiwan News informó que una compañía china no identificada había engañado con éxito al sistema de certificación de registro de cuentas de Facebook para crear “cuentas zombis en Facebook”. El sistema puede asignar aleatoriamente una dirección IP fuera de China a estas cuentas zombis, disfrazando así al usuario de la cuenta zombi como un usuario chino en el extranjero o un taiwanés. Además, el sistema podía controlar cientos de cuentas de zombies al mismo tiempo, para que sus amigos puedan compartir, comentar y responder simultáneamente.
Los medios de comunicación taiwaneses especularon que si una empresa china podía inventar tal tecnología, el régimen chino podría posiblemente establecer algo similar, quizás con capacidades más avanzadas.
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