Los nuevos datos de control de antecedentes publicados en enero muestran que los estadounidenses están comprando armas a un «ritmo vertiginoso», según un experto en armas de fuego.
«Eso está indudablemente relacionado con los planes del presidente Joe Biden de atacar a la industria de las armas de fuego deshaciendo y reescribiendo las regulaciones y las acciones ejecutivas dirigidas a la industria de las armas de fuego», dijo Mark Olivia, director de asuntos públicos de la National Shooting Sports Foundation, en un comunicado.
Olivia señaló que el gobierno de Biden congeló la publicación de la norma bancaria «Fair Access» de la Oficina del Contralor de la Moneda, y prometió intentar derogar la Ley de Protección del Comercio Legal de Armas para endurecer las restricciones a las licencias de armas, así como prohibir los rifles estilo AR-15.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.
Según los datos del National Instant Criminal Background Check (NCIS) del FBI, en enero se iniciaron 4.3 millones de comprobaciones de antecedentes de armas de fuego. Es la cifra más alta de la que se tiene constancia, y ha aumentado en más de 300,000 en comparación con diciembre de 2020. Tres de las 10 semanas con mayor número son ahora de enero de 2021.
La cifra ajustada de comprobaciones de antecedentes de la National Shooting Sports Foundation, de 2 millones, a la que se llega restando las comprobaciones de permisos con código de antecedentes y las comprobaciones de permisos de portación oculta activos, supuso un salto respecto a su cifra ajustada de 1.1 millones en enero de 2020.
«Estas son cifras asombrosas para comenzar el Año Nuevo. Los estadounidenses están reclamando su derecho a la Segunda Enmienda para velar por su propia seguridad en números récord», dijo Olivia.
Jurgen Brauer, el economista jefe de Small Arms Analytics, dijo en un comunicado que el nuevo año «ciertamente comenzó con un ‘bang’ de ventas debido a la agitación que rodea la confirmación y la toma de posesión del Sr. Biden como nuevo presidente de los Estados Unidos».
«El aumento del 79 por ciento interanual, sin embargo, NO tiene precedentes: un aumento aún mayor, de algo más del 100 por ciento, se experimentó en enero de 2013, el mes en que comenzó el segundo mandato presidencial del señor Obama», añadió.
Everytown for Gun Safety dijo que el aumento continuo de las verificaciones de antecedentes pone de relieve la necesidad de que el Congreso y Biden implementen restricciones a las armas.
«Mientras el país se tambalea por las múltiples crisis, la industria de las armas ha sacado provecho con ventas récord que han hecho que los estadounidenses estén menos seguros», dijo Nick Suplina, director gerente de leyes y políticas del grupo, en un comunicado.
«Si no se producen cambios rápidos en la política, nuestra ya devastadora epidemia de violencia con armas de fuego podría ser aún más mortífera. La buena noticia, sin embargo, es que por fin tenemos líderes en la Casa Blanca y en ambas cámaras del Congreso que reconocen que esta crisis exige acción».
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