Los farmacéuticos de todo Estados Unidos pronto tendrán que abrazar la agenda política y cultural de la izquierda como resultado de las nuevas revisiones radicales motivadas por la ideología en la redacción de su juramento profesional.
Aunque la teoría crítica de la raza de inspiración marxista en la educación pública ha encontrado una resistencia sin precedentes en todo el país en las familias con hijos en las escuelas administradas por el gobierno, la ideología «woke» ha estado consolidando su dominio en el mundo académico, el gobierno, el mundo corporativo y las profesiones de ayuda.
Una manifestación de lo woke o la corrección política es la «equidad sanitaria», una variedad ideológica de justicia social que se ha definido como «la ausencia de diferencias injustas y evitables o remediables en la salud entre grupos de población definidos social, económica, demográfica o geográficamente».
El juramento oficial del farmacéutico exigirá a los nuevos farmacéuticos que se comprometan con la «diversidad, la equidad, la inclusión y el antirracismo», según la junta directiva de la Asociación Americana de Facultades de Farmacia (AACP) y el consejo de administración de la Asociación Americana de Farmacias (APhA).
El nuevo texto fue aprobado por un Comité Directivo de Revisión del Juramento de la AACP y la APhA y aprobado por sus juntas directivas en sus respectivas reuniones de noviembre. Se espera que sea ratificado en una reunión online el 18 de enero de 2022. El nuevo juramento revisado se utilizará en todas las ceremonias de graduación de las facultades de farmacia en la primavera de 2022.
El nuevo juramento dice en parte: «Prometo dedicarme a una vida de servicio a los demás a través de la profesión farmacéutica. En el cumplimiento de este voto: consideraré el bienestar de la humanidad y el alivio del sufrimiento como mis principales preocupaciones. Promoveré la inclusión, abrazaré la diversidad y defenderé la justicia para avanzar en la equidad sanitaria».
Lakesha M. Butler, directora de diversidad, equidad e inclusión de la Facultad de Farmacia de la Universidad del Sur de Illinois en Edwardsville, habló sobre los orígenes de la política en una declaración proporcionada por la AACP.
«El comité conjunto dirigió una carga crítica de ampliar audazmente nuestro juramento profesional para incluir los elementos necesarios de equidad, inclusión y diversidad», dijo Butler.
«El juramento revisado encarga a todos los farmacéuticos que asuman una responsabilidad activa en la promoción de la equidad sanitaria y se comprometan a ser agentes de cambio en el sistema de la práctica farmacéutica y más allá».
Juan Rodriguez, presidente nacional de la APhA-ASP y estudiante de farmaceútica en la Facultad de Farmacia del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee, elogió el juramento revisado. La ASP es la Academia de Estudiantes de Farmacéutica de la APhA.
«El juramento de un farmacéutico pretende ser una representación fluida y duradera de la dedicación de los farmacéuticos y de los estudiantes de farmacéutica hacia nuestra profesión y los pacientes», dijo Rodriguez en un comunicado.
«Nuestro esfuerzo colectivo por reconocer y liderar este cambio es un momento de orgullo para toda la profesión».
John Sailer, investigador asociado de National Association of Scholars (NAS), ha escrito sobre la politización de las facultades de medicina. La NAS describe su misión como «defender los estándares de una educación de artes liberales que fomente la libertad intelectual, la búsqueda de la verdad y promueva una ciudadanía virtuosa».
El cambio de juramento «es un ejemplo especialmente claro de una tendencia que se acelera rápidamente: la mezcla de política y medicina», dijo Sailer a The Epoch Times por correo electrónico.
«Las facultades de medicina de todo el país ya están modificando sus planes de estudio y su práctica para promover la ambigua pero políticamente cargada noción de ‘equidad sanitaria’. No es de extrañar que la AACP y la APhA hayan seguido su ejemplo, aunque exigir un compromiso con la inclusión, la diversidad y la equidad sanitaria en un juramento es algo innovador», dijo.
«En última instancia, la medida subordina la ciencia al objetivo de la justicia social. Inevitablemente, esto politizará aún más la medicina y la ciencia, y a la larga, eso perjudica a todos».
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