La Fiscalía del Distrito de Massachusetts ha anunciado la detención de dos hombres y una mujer sospechosos de dirigir una red de prostitución que operaba en varios estados y cuya supuesta lista de clientes incluía cargos electos, oficiales militares y ejecutivos de empresas tecnológicas y farmacéuticas.
El miércoles, el fiscal federal en funciones Joshua Levy anunció las detenciones de Han Lee, una mujer de 41 años de Cambridge (Massachusetts); James Lee, un hombre de 68 años de Torrance (California); y Junmyung Lee, un hombre de 30 años de Dedham (Massachusetts), sospechosos de regentar múltiples burdeles en Massachusetts y Virginia.
Los investigadores federales alegan que estos tres individuos operaban un par de sitios web que anunciaban citas de fotografía profesional en apartamentos de alto standing alquilados por los tres acusados. Los investigadores creen que estas sesiones de fotografía proporcionaban un servicio de fachada, y las propiedades designadas proporcionaban una ubicación controlada en la que las mujeres contratadas por los tres acusados podían tramitar los servicios sexuales ilícitos.
La oficina de Levy afirma haber identificado a «una amplia gama de compradores» de los servicios de esta presunta red de prostitución. Levy no nombró a ninguno de los presuntos clientes en la rueda de prensa del miércoles, pero una declaración jurada del 6 de noviembre describía una lista que incluía a políticos electos, profesores, abogados, médicos, contables, científicos y ejecutivos de empresas tecnológicas y farmacéuticas, además de otros ejecutivos. El agente del Departamento de Seguridad Nacional de Boston Zachary A. Mitlitsky, que prestó juramento en la declaración jurada, dijo que la lista de clientes también incluye oficiales militares y contratistas del gobierno que poseen habilitaciones de seguridad.
Mitlitsky subrayó en la declaración jurada que las profesiones que identificó no proporcionaban una lista exhaustiva de la clientela de esta red de prostitución y que aún podrían identificarse cientos de clientes.
«Elija una profesión, probablemente esté representada en este caso», declaró Levy a la CNN.
Las detenciones de los tres presuntos explotadores de prostíbulos se produjeron tras una investigación de varios años en la que participaron el Departamento de Seguridad Nacional y varios departamentos de policía locales de Massachusetts. Los fiscales también recibieron ayuda del Servicio Postal de Estados Unidos y de la División Penal del Departamento de Justicia.
Según la declaración jurada de Mitlitsky, los agentes de la ley pudieron entrevistar a 20 de los clientes sospechosos durante una investigación de varios años, y estos clientes describieron la organización de reuniones en varios lugares para servicios de sexo comercial. Los puntos de encuentro sospechosos incluían varios lugares en Dedham, Cambridge y Watertown, Massachusetts. Los investigadores identificaron otros dos lugares sospechosos de burdeles en Fairfax y Tyson (Virginia), ambos situados a poca distancia de Washington.
Mitlitsky dijo que no se negaba a identificar a los presuntos clientes para proteger su anonimato, sino porque la investigación sobre esta red de prostitución está «activa y en curso».
Los fiscales afirman que los tres operadores de burdeles acusados cobraban a los clientes entre 350 y más de 600 dólares por hora, dependiendo de los servicios sexuales que vendían. Estos tres acusados supuestamente ocultaban los ingresos de los servicios ilícitos utilizando giros postales en valores inferiores a la cantidad que normalmente activaría los requisitos de notificación e identificación.
«Hubo varios casos en los que la cantidad total de giros postales comprados en un solo día (cuando se combinan transacciones en diferentes lugares de agentes) superó los 3000 dólares, y a veces incluso superó los 10,000 dólares, lo que indica una intención de estructurar las compras de giros postales para ocultar o disfrazar la actividad», dijo Mitlitsky en la declaración jurada del 6 de noviembre.
Solo el 26 de mayo de 2023, los investigadores identificaron 19 giros adquiridos ese día por un total de 12,200 dólares. Creen que estos giros se utilizaron para cubrir los pagos de alquiler de cuatro presuntos burdeles alquilados por los acusados.
Los tres acusados están acusados de conspiración para coaccionar e incitar a otros a viajar para participar en actividades sexuales ilegales. Si son declarados culpables, cada uno de ellos se enfrenta a una pena de hasta 20 años de prisión, tres años de libertad vigilada y una multa de hasta 250,000 dólares.
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