En Norteamérica, el otoño es la estación de las hojas doradas, los jerséis acogedores y las calabazas. Antaño, las calabazas eran mucho más que adornos y aromatizantes para nuestro café con leche favorito: eran un alimento integral y abundante.
Las tribus nativas llevan cultivando calabazas desde al menos el año 5000 a.C., lo que las convierte en uno de los cultivos más antiguos de Norteamérica. Los arqueólogos descubrieron las semillas de calabaza domesticadas más antiguas en Oaxaca, México. Según estos hallazgos, se cree que las calabazas se originaron en América Central hace más de 7500 años.
Las calabazas se han cultivado durante mucho tiempo por una buena razón, ya que son un cultivo abundante, crecen rápidamente (alrededor de 100 días para las variedades de crecimiento más rápido), se cosechan justo antes del invierno, se almacenan bien y son increíblemente nutritivas, lo que significa que son un excelente cultivo para mantenerte alimentado durante el invierno y en tiempos de escasez.
Sorprendentemente, las calabazas no son verduras; son una fruta porque contienen semillas. Las calabazas pertenecen a la familia de las calabazas (Cucurbitaceae), que incluye el calabacín, el pepino, el melón dulce, el melón cantalupo y la sandía.
Beneficios de la calabaza para la salud
La calabaza está repleta de antioxidantes, es rica en nutrientes, baja en calorías y una excelente fuente de fibra.. El intenso color naranja de las calabazas significa que tienen un alto contenido del antioxidante betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A. También contienen abundantes vitaminas C, E, B6, magnesio, potasio, tiamina, folato, niacina, hierro y riboflavina.
Protección contra el cáncer
Las vitaminas y nutrientes de las calabazas demuestran efectos beneficiosos contra el cáncer.
Las calabazas contienen licopeno y son ricas en carotenoides, que, en un estudio, demostraron ser protectores contra el cáncer de próstata.
El estudio descubrió que el riesgo de cáncer de próstata disminuía al aumentar los niveles de licopeno, alfa-caroteno, beta-caroteno, beta-criptoxantina, luteína y zeaxantina, todos ellos presentes en las calabazas. El estudio también descubrió que quienes comían tomates, calabazas, espinacas, sandía y cítricos también presentaban un menor riesgo de cáncer de próstata. Los autores concluyeron que las verduras y frutas ricas en licopeno y otros carotenoides pueden proteger contra el cáncer de próstata.
Otro estudio reciente descubrió que el magnesio (que las calabazas y sus semillas contienen en abundancia) es esencial para un sistema inmunitario robusto, lo que incluye su capacidad para combatir las células cancerosas. El hallazgo de que el magnesio es vital para el funcionamiento de las células T puede dar lugar a interesantes avances en las inmunoterapias contra el cáncer, en las que las células T, o las células T citotóxicas en particular, son el objetivo y se utilizan para combatir las células cancerosas.
Salud cardiaca y presión arterial
Necesitamos potasio para ayudar a transmitir señales nerviosas por todo el cuerpo, para el correcto funcionamiento del corazón y los riñones, para contraer los músculos, para ayudar a equilibrar nuestros niveles de líquidos y para el funcionamiento de todas las células del cuerpo.
Una ingesta adecuada de potasio reduce el riesgo de hipertensión, ictus y cardiopatías. También contrarresta los efectos del sodio, considerado una de las principales causas de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. El estadounidense medio no ingiere suficiente potasio en su dieta, y añadir alimentos ricos en potasio como la calabaza (los plátanos, las espinacas, el boniato y los aguacates son otras buenas fuentes) puede ayudar a prevenir la hipertensión, que puede provocar cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
La calabaza contiene abundante potasio: una ración de una taza aporta el 16 por ciento de las necesidades diarias de potasio.
Un estudio de la Universidad de Massachusetts analizó la diabetes mellitus no insulinodependiente (DMNID) vinculada a la obesidad y la hipertensión, enfermedad más frecuente entre los indígenas de Norteamérica. El estudio señala que el aumento de los niveles de estas afecciones está vinculado a cambios dietéticos que incluyen un incremento de alimentos ricos en calorías como el azúcar, la harina refinada y las bebidas azucaradas. Los investigadores consideraron como alternativas alimentos como la calabaza, las alubias y el maíz por sus fitoquímicos fenólicos, que han demostrado ser beneficiosos para los diabéticos y los hipertensos. De los tres, la calabaza mostró el mejor potencial global.
Protegen la vista
Las calabazas tienen un alto contenido en betacaroteno, que el cuerpo utiliza para producir vitamina A, una vitamina liposoluble. La vitamina A es crucial para un sistema inmunitario robusto, la reproducción, el crecimiento y el desarrollo, una piel sana y la agudeza visual.
También se ha demostrado que la vitamina A mejora las defensas del organismo contra el estrés oxidativo, que está relacionado con múltiples enfermedades neurológicas como el Parkinson, el Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la esclerosis múltiple y varios tipos de cáncer.
La vitamina A desempeña un papel vital para mantener nuestros ojos sanos y capaces de ver con claridad. Necesitamos una cantidad adecuada de vitamina A para que nuestros ojos puedan ver todo el espectro luminoso, especialmente con poca luz. Nuestros ojos también necesitan vitamina A para nutrir distintas partes del ojo, como la córnea, su cubierta exterior.
Aunque la carencia de vitamina A no es frecuente en los países desarrollados, es la principal causa de ceguera evitable en los niños de todo el mundo.
La cantidad diaria recomendada (CDR) de vitamina A para los hombres (a partir de 19 años) es de 900 microgramos (mcg), lo que equivale a 3000 unidades internacionales (UI). Para las mujeres, la CDR es de 700 mcg o 2333 UI.
Una taza de calabaza ofrece 9875 UI, más del triple de la cantidad diaria recomendada, por lo que la calabaza es una opción fantástica para obtener tu dosis diaria (y algo más) de vitamina A.
Mejora el estado de ánimo
Las semillas de calabaza también son una forma estupenda de aprovechar algunos de los beneficios de la calabaza para la salud. A veces llamadas pepitas, las semillas de calabaza son una opción fantástica si se siente ansioso, deprimido o abrumado, ya que son una de las mejores fuentes naturales de magnesio, algo que muchos estadounidenses no están consumiendo lo suficiente.
El magnesio desempeña muchas funciones vitales para nuestra salud, como el control de la presión arterial, la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, la formación y el mantenimiento de huesos sanos y la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
El magnesio se utiliza a menudo para tratar la ansiedad, la depresión y los problemas de sueño, ya que nos ayuda a sentirnos tranquilos y relajados. Se han detectado niveles bajos de magnesio en personas con trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y la depresión. El magnesio también puede desempeñar un papel en la regulación del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal (HPA) del cerebro, que nos ayuda a adaptarnos al estrés. En un estudio, se demostró que la carencia de magnesio inducía ansiedad en ratones y alteraba la función de su eje HPA.
Otra reacción fisiológica común al estrés y la ansiedad es la tensión muscular. El magnesio es esencial para que los músculos funcionen correctamente, y una deficiencia puede hacer que los músculos se tensen y se acalambren. El magnesio ayuda a nuestros músculos a relajarse, aliviando la sensación de estrés y ansiedad.
La calabaza en la medicina china
En la medicina china, la calabaza se conoce como nan gua, y las semillas son nan gua zi. La calabaza tiene un sabor dulce y ligeramente amargo que ayuda a aliviar el dolor y favorece la digestión. También refuerza el sistema inmunitario y ayuda a eliminar la mucosidad de los pulmones y la garganta.
Su capacidad para regular el azúcar en sangre hace de la calabaza un tratamiento popular para diabéticos e hipoglucémicos. También se sabe que calma al feto durante el embarazo y favorece la lactancia. Además, la calabaza se utiliza para nutrir la sangre, ya que tiene abundantes minerales como cobalto, zinc y hierro que necesitamos para producir glóbulos rojos. El alto contenido en magnesio de la calabaza también la hace beneficiosa para quienes padecen artritis y dolor de huesos.
Las semillas de calabaza -un poderoso remedio por derecho propio- son conocidas sobre todo por su capacidad para eliminar lombrices intestinales y parásitos. La calabaza cocida también puede utilizarse para expulsar las lombrices, pero las semillas son aún más eficaces.
Añada más calabaza a su dieta
En esta época del año, las calabazas están por todas partes, especialmente en una gran variedad de alimentos, como deliciosos pasteles, galletas y cafés con leche. Pero la calabaza es increíblemente versátil y se puede utilizar en una gran variedad de alimentos, desde sopas y guisos hasta helados. Puede asar la calabaza en el horno con mantequilla y especias complementarias como canela, cúrcuma, nuez moscada o cayena, o añadir puré de calabaza a una sopa, guiso, tarta o pan para darle un toque dulce natural y bajo en calorías.
Las semillas de calabaza también son un tentempié delicioso y muy nutritivo, y pueden tostarse con aceite de oliva y sal y pimienta para aprovechar sus beneficios para la salud (¡y son una forma deliciosa de deshacerse de lombrices y otros parásitos intestinales!).
Abundan las recetas deliciosas con calabaza. He aquí sólo una muestra que quizá quieras probar esta temporada otoñal:
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
