¿Crees que evitar el alcohol es la única manera de mantener tu hígado sano? Si lo hicieras, no se te reprocharía nada. El alcohol se ha asociado durante mucho tiempo con las enfermedades hepáticas.
Pero hay muchas otras cosas que puede hacer para mantener su hígado sano y mejorar su funcionamiento.
Por ejemplo, la dieta está estrechamente relacionada con la salud del hígado. Una dieta rica en fibra y alimentos de origen vegetal, por ejemplo, se asocia con un menor riesgo de enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD). Incluso hay alguna evidencia que sugiere que puede proteger contra el daño hepático relacionado con el alcohol.
Sin embargo, lo que come también puede aumentar el riesgo de daño hepático. Los alimentos con alto contenido de azúcar, grasas saturadas y trans, y potencialmente la sal, pueden provocar acumulación de grasa en el hígado, obstrucciones y enfermedades.
Lo que consume todos los días puede tener un efecto profundo en la función hepática y la salud en general. Estos son algunos de los mejores y peores alimentos para el hígado.
Avena: La fibra puede ayudar a que su hígado funcione de la mejor manera, y la avena es una excelente fuente de fibra soluble e insoluble. Algunas investigaciones sugieren que las personas con dietas altas en fibra (particularmente insolubles) tienen menos grasa en el hígado, lo que significa un menor riesgo de enfermedad hepática.
Brócoli: Aunque prácticamente cualquier vegetal favorecerá una mejor función hepática, el brócoli podría ser el mejor. Hay algunas investigaciones que demuestran que puede proteger contra la NAFLD, y las verduras crucíferas como el brócoli pueden aumentar las enzimas desintoxicantes naturales del hígado.
Café: Los estudios sugieren que beber de 2 a 3 cafés al día puede proteger al hígado del exceso de alcohol o de una dieta poco saludable. Solo asegúrese de no agregarle mucha azúcar, jarabes u otros aditivos.
Alimentos fritos: Los alimentos fritos no son adecuados para el hígado. Una hamburguesa y papas fritas tienen un alto contenido de grasas saturadas (y potencialmente trans) que dificultan el funcionamiento eficaz del hígado. Con el tiempo, estos elementos pueden provocar inflamación y aumentar la posibilidad de enfermedad hepática.
Azúcar: el azúcar puede ser uno de los peores alimentos para el hígado; exige excesivamente al órgano, obligándolo a convertir el exceso de azúcar en grasa, lo que significa que el hígado no solo funciona de manera menos eficiente, sino que el riesgo de acumulación de grasa en el área aumenta. Con el tiempo, puede provocar NAFLD.
Sal: Existe alguna evidencia que sugiere que una dieta alta en sal puede afectar el hígado al contribuir a la fibrosis. La fibrosis es la primera etapa de la cicatrización del hígado y puede inhibir la función. Limite la ingesta de alimentos procesados que tienden a tener un alto contenido de sal.
La salud del hígado no solo depende evitar la ingesta de alcohol. Intente comer más alimentos frescos y de origen vegetal, mientras limita el consumo de alimentos procesados y no saludables en restaurantes.
Devon Andre tiene una licenciatura en ciencias forenses de la Universidad de Windsor en Canadá y un título de Juris Doctor de la Universidad de Pittsburgh. Andre es periodista de BelMarraHealth, que publicó este artículo por primera vez.
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