El presidente Joe Biden celebró el sábado su primer mitin político desde que anunció su campaña de reelección en abril, dirigiéndose a los miembros de un sindicato en Filadelfia, en un esfuerzo por recuperar a los votantes blancos de clase trabajadora.
Es la primera vez, dijo Biden, que el sindicato AFL-CIO respalda a un candidato tan pronto en la carrera.
«Por primera vez, que yo sepa, la AFL-CIO ha dado su apoyo tan pronto y todos los sindicatos también. Porque nos estamos uniendo», dijo Biden al principio de su discurso.
«Me siento más honrado por su respaldo de lo que se pueden imaginar. Llegando tan pronto, va a suponer una diferencia gigantesca en esta campaña».
Biden ha expresado durante mucho tiempo su apoyo a los sindicatos y se ha posicionado como el presidente más favorable a los sindicatos de la historia de EE. UU. Sin embargo, su gestión de la economía del país ha sido motivo de preocupación para muchos estadounidenses, sobre todo para los obreros, debido a la elevada inflación que ha superado el crecimiento salarial.
«Si los banqueros de inversión de este país hicieran huelga mañana, nadie se daría cuenta», dijo Biden. «Pero si esta sala no se presentara mañana a trabajar, todo el país se paralizaría».
A continuación, Biden destacó sus victorias legislativas, que, según dijo, crearon 13 millones de nuevos puestos de trabajo y 100,000 empleos en el sector manufacturero. La inflación, añadió, ha descendido en los últimos 11 meses.
«Se trata de construir una economía literalmente, no en sentido figurado, de abajo arriba y de la mitad hacia fuera, no de arriba abajo», dijo Biden.
La frase «construir la economía desde abajo hacia arriba y desde la mitad hacia fuera» se ha convertido en un mantra de Biden, que lleva mucho tiempo sosteniendo que la prosperidad nacional no se filtra desde los individuos o empresas ricos. En cambio, una clase media próspera es el principal motor del crecimiento y la prosperidad sostenibles.
«Han llevado el país a sus espaldas. Ya han cargado bastante», dijo Biden durante su discurso. «Es hora de que los millonarios y multimillonarios y las grandes empresas paguen su parte justa. Puedo conseguirlo, pero los necesito mucho. ¿Están conmigo?».
El argumento económico de Biden pretende reforzar el apoyo entre los obreros, pero no está claro si su mensaje tiene eco entre los votantes, ya que su índice de aprobación sigue estando cerca de su mínimo histórico.
La última encuesta de Reuters/Ipsos mostró que sólo el 41% de los estadounidenses aprueban su gestión, y que la economía sigue siendo el principal problema, seguido de la delincuencia y la corrupción.
De camino a su mitin en Filadelfia, Biden recorrió la carretera interestatal 95 derrumbada y recibió información actualizada sobre los esfuerzos de reconstrucción. Lo acompañaron funcionarios demócratas de Pensilvania, como el gobernador Josh Shapiro y los senadores Bob Casey y John Fetterman. El 11 de junio, un camión cisterna que transportaba gasolina se incendió, provocando el hundimiento del hormigón.
«Gracias a algunas ideas inteligentes, a un diseño innovador y al uso de materiales de aquí mismo, de Pensilvania, vamos a terminar en un tiempo récord», dijo Biden sobre la reconstrucción de la carretera.
El viaje a Filadelfia coincidió también con el 46 aniversario de boda de Jill y Joe Biden. Antes de partir hacia Filadelfia, Biden hizo una broma sobre su aniversario de boda.
«La única razón por la que vamos a Filadelfia: Es mi aniversario de boda», dijo Biden a los periodistas. «Y pensamos que… con mi chica de Filadelfia, iríamos a Filadelfia. Puedes sonreír; no pasa nada. Es una broma de mal gusto».
Cuando le preguntaron por la naturaleza de su campaña y si sería desagradable, Biden dijo a los periodistas: «Bueno, depende de quién sea el candidato».
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