‘Los peores miedos’: Arresto a líder de medios de Hong Kong, Jimmy Lai, genera condena internacional

Por Cathy He
10 de agosto de 2020 7:09 PM Actualizado: 10 de agosto de 2020 7:09 PM

El arresto por parte de la policía de Hong Kong al magnate de los medios de comunicación, Jimmy Lai, bajo la nueva ley de seguridad nacional de la ciudad, ha provocado la condena de funcionarios y activistas de todo el mundo, los cuales dicen que la medida fue un ataque a la libertad de prensa y acabó con la menguante autonomía del territorio.

Lai, un crítico estridente del régimen comunista chino, fue arrestado el 10 de agosto junto con sus dos hijos por acusaciones de colusión con fuerzas extranjeras. Más tarde, ese mismo día, más de 200 agentes de policía allanaron la sala de redacción del periódico Apple Daily, de Lai, el medio de comunicación a favor de la democracia más grande de la ciudad.

El lunes también fueron arrestados integrantes de otros medios de comunicación y figuras que están a favor de la democracia, incluida la destacada activista Agnes Chow. Más tarde, la policía dijo que diez personas, nueve hombres y una mujer, fueron arrestadas, sin dar pistas de sus nombres.

El arresto de Lai «confirma los peores temores de que la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong se use para reprimir opiniones críticas a favor de la democracia y restringir la libertad de prensa», dijo Steven Butler, coordinador del programa del Comité para la Protección de Periodistas en Asia.

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, dijo en un tuit que estaba «profundamente preocupado» por el arresto, que era «una prueba más de que el PCCh ha eviscerado las libertades de Hong Kong y erosionado los derechos de su pueblo», refiriéndose al Partido Comunista Chino.

El gobierno del Reino Unido dijo que los arrestos eran una prueba más del uso de la ley de seguridad nacional como «pretexto para silenciar a la oposición». Hong Kong fue una antigua colonia británica hasta que el territorio fue devuelto a China en 1997.

Las autoridades de Hong Kong han tomado medidas enérgicas contra los elementos a favor de la democracia en la ciudad, desde que entró en vigor la ley de seguridad nacional el mes pasado. La ley castiga, hasta con cadena perpetua, cualquier acción que Beijing considere subversión, secesión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras. Antes de la implementación de la ley, Beijing y el gobierno de Hong Kong dijeron que solo se usaría contra una pequeña minoría de criminales y no afectaría las libertades de la ciudad.

Desde julio, las consignas de protesta populares han sido prohibidas y los candidatos prodemocracia fueron descalificados para presentarse a las elecciones legislativas. Más tarde, el gobierno dijo que las elecciones se pospondrían un año, citando la pandemia como la razón del retraso. Antes del lunes, 15 personas, entre las que se incluyen adolescentes, habían sido arrestadas bajo la nueva ley.

El régimen chino aplaudió el arresto de Lai.

Un portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao de China dijo a la agencia estatal de noticias, Xinhua, que Lai era un representante de personas que eran «anti-China, anti-Hong Kong», que planeó e instigó protestas «ilegales», financió fuerzas proindependencia y utilizaba su grupo de medios de comunicación para difundir rumores. El régimen chino ha impulsado la narrativa de que el movimiento de protesta masiva que se encendió el año pasado fue fomentado por países extranjeros para incitar al caos.

Lai, de 71 años, había visitado Washington anteriormente para reunirse con funcionarios, incluidos el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Mike Pompeo y la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, con el fin de reunir apoyo a la democracia de Hong Kong.

La semana pasada, Estados Unidos impuso sanciones a la líder de Hong Kong, Carrie Lam, y a otros 10 funcionarios chinos y de Hong Kong por su papel en la subversión, mediante la implementación de la nueva ley, a las libertades de la ciudad. Beijing tomó represalias el lunes al sancionar a 11 ciudadanos estadounidenses, incluidos legisladores federales y jefes de organizaciones sin fines de lucro y grupos de derechos humanos con sede en Estados Unidos.

Si bien los arrestos y la redada en Apple Daily han aumentado los temores de que la prensa local se enfrente a controles más estrictos bajo la nueva ley, los periodistas con sede en Hong Kong dijeron que no se dejarían intimidar.

«Continuaremos luchando por la verdad e informando lo que está sucediendo en Hong Kong sin temor ni favor», escribió Jessie Pang, corresponsal de Reuters en Hong Kong, en un tuit.

Hong Kong, que históricamente ha tenido altos niveles de libertad de prensa, ha visto un fuerte declive en el entorno de los medios de comunicación en los últimos años, debido al creciente control de Beijing sobre la ciudad.

El ejecutivo de Apple Daily, Chan Pui-man, dijo que el periódico continuará publicándose el martes.

«Incluso si Apple Daily publicara un montón de papel en blanco mañana, iríamos a comprar una copia», dijo el destacado activista local, Joshua Wong, en Twitter.

Reuters contribuyó al informe.

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