Este es el noveno de una serie de artículos escritos por el personal de La Gran Época que describen los legendarios cimientos de la civilización china y exponen la visión del mundo tradicional chino. La serie examina el curso de la historia de China, mostrando cómo figuras claves ayudaron en la creación de la cultura china de inspiración divina. Esta entrega presenta a Qin Shi Huang, el primer emperador histórico.
Terminando con la tradición de la abdicación del trono a un sucesor elegido, como fue el caso de los soberanos Yao y Shun, Yu el Grande fundó la hereditaria dinastía Xia. Mil años pasaron hasta que el rey Wu derrotara al reino Yin Shang, a Xia y fundara la dinastía Zhou de 800 años.
Durante el gradual debilitamiento del reino Zhou luego del Período de la Primavera y el Otoño, el cual comenzó en el siglo VIII a. C., la dividida civilización china entró en una saga de siglos de intriga política, hazañas militares y maduración cultural.
El Período de los Estado en Guerra y el Ascenso de Qin
La victoria final del estado de Qin y su rey Ying Zheng, que gobernó la primera dinastía imperial de China, fue la conclusión de una saga histórica que se desarrolló a lo largo de siglos en lo que es llamado en China como “tianxia”, el mundo conocido bajo el cielo.
El ascenso y la caída de las dinastías chinas pueden ser caracterizados por su patrón cíclico; mientras una sociedad se hunde en la degeneración de la moral, el desorden social y los desastres naturales, fuerzas rebeldes emergen para purgar el régimen corrupto o arcaico y establecer una nueva dinastía.
Según registros antiguos, China, una vez fue hogar de miles de estados. Al mismo tiempo que la dinastía Zhou, habían cientos de estados y esta cifra disminuyó hasta alrededor de 140, en el período de la Primavera y el Otoño. Al llegar la era de los Estados en Guerra, en los últimos años de la dinastía Zhou, sólo siete permanecieron de pie. Sus soberanos se hacían llamar reyes por propio derecho, ignorando los débiles decretos del monarca Zhou, que carecía de autoridad.
Ying Zheng, fue el último de seis ambiciosos reyes que gobernaron el estado Qin de China occidental y pasó alrededor de un siglo convirtiendo esta región aislada en un poder regional al convocar y emplear talentosos administradores y asesores de alrededor de China. Muchos de estos hombres habían sido supervisores en sus tierras natales, pero los soberanos Qin prontamente los aceptaron y les asignaron los rangos más altos de gobierno, fortaleciendo el estado ampliamente.
El período de los Estados en Guerra, comenzó aproximadamente en el año 500 a. C. y duró alrededor de 300 años. A medida que creció Qin, su principal rival era el rico estado de Qi, un poder ribereño en el este de China.
Para invalidar los límites territoriales de Qi, el estado de Qin se embarcó en un paciente e intricado juego diplomático mediante el cual cobraron ánimo contradictorias escuelas sobre relaciones interregionales. Como resultado, una coalición liderada por Qi, creada por la “escuela vertical” del sabio Su Qin, ascendió a lo largo del eje norte-sur para defenderse contra el alarmante ritmo de expansión de Qin, pero fue socavada por la subversión de estados individuales de Qin que sostenían la alianza, representando los esfuerzos de la “escuela horizontal” de Zhang Yi.
Para el tiempo de Ying Zheng, la alianza anti-Qin era todo menos indefensa; y mientras tanto, Qin ganó muchas guerras en todos sus límites occidentales e integraba al pueblo no chino de las fronteras. El imperio estaba listo para ser tomado.
De rehén a rey
Hubo muchos presagios que anticiparon la unificación de China por la dinastía Qin y bajo un poderoso soberano. En Memorias Históricas consta que en 763 a. C., el Duque Wen de Qin, recibió una piedra mística de un dios al que le ofreció un sacrificio. La deidad a menudo venía por la noche y llegaba del sudeste. Cacareaba como un gallo, causando que los faisanes locales cacarearan en la oscuridad.
El Duque Wen construyó un templo para la piedra, llamado “El salón ancestral del gallo mágico”. Este es el origen del nombre moderno de la ciudad de Baoji, provincia de Shaanxi, que está construida alrededor del templo. El «Libro de Feng Chan» en las «Memorias» dice que aquel que posea la piedra se convertiría en un “poderoso líder de señores feudales”.
También consta que durante una cacería, el Duque Wen atrapó a un dragón negro, signo del elemento agua. Este es un signo auspicioso dado que se había descubierto que la debilitada dinastía Zhou era de un elemento más débil, fuego.
En el año 374 a. C., el funcionario responsable de los registros históricos en la corte de Zhou conoció al Duque Xian de Qin y le informó que un gobernante supremo nacería en su estado y unificaría China.
El hombre que conocemos como el Primer Emperador en efecto nació en el año 259 a. C. en suelo enemigo. Su padre era un príncipe Qin que fue enviado para ser rehén diplomático en el estado de Zhao. Ying Zheng eventualmente fue capaz de llegar al estado de Qin y se convirtió en rey a la edad de 13 años.
Lü Buwei, el cualificado primer ministro de Ying Zheng, fue capaz de reclutar muchos funcionarios talentosos y fue un eficiente administrador cuando actuó como regente durante los primeros nueve años del reino de Ying Zheng.
Eventualmente, Ying Zheng adquirió poder real cuando frustró una trama de su madre y su amante, el falso eunuco Lao Ai, para tomar el control. Debido a estar involucrado en esta conspiración, Lü Buwei cometió suicidio.
En el año 238 a. C., Ying Zheng fue coronado en la capital del estado de Qin.
El nuevo rey mantuvo relaciones cercanas con sus ministros y generales a lo largo de la totalidad de su mandato. El famoso administrador Li Si le sirvió por 30 años.
Ying Zheng conquista los seis estados
Luego de generaciones de movilización y guerras regionales, Ying Zheng decidió que era tiempo de pasar por encima de los estados enemigos que obstaculizaban la unificación. Su camino de conquista comenzó con Zhao en el norte y luego Wei en el centro de China. El minúsculo Han al sur de Wei era el siguiente; y el enorme estado de Chu, se rindió luego de una fulminante campaña. Al noreste y este, la derrota de los estados Yan y Qi, significó el final de toda resistencia organizada.
El primer enemigo del estado Qin, el estado de Zhao, ya había sido debilitado significativamente en sus tantas guerras en la frontera, pero todavía poseía un poderoso ejército comandado por los cualificados generales Li Mu y Pang Nuan. Ying Zheng envió su fuerza principal a Zhao mientras hacía propuestas diplomáticas al estado de Han. En el 231 a.C., Qin arregló exitosamente la deserción y rebelión del gobernador de Han. Ying Zheng envió tropas para asistir a su aliado y arrestó al rey de Han en el año 230 a.C. El estado fue agregado al territorio.
El año siguiente, Qin envió al general Wang Jian a supervisar la campaña contra Zhao y su general Li Mu. Luego de un año de estancamiento, los agentes Qin lograron que el rey de Zhao desconfiara del general Li y lo ejecutara. Las fuerzas de Zhao, despojadas de su comandante, se desplomaron en el 228 a. C., y los ejércitos Qin marcharon a la capital del estado. Algunos líderes de Zhao escaparon para liderar una inútil resistencia, pero fueron destruidos seis años después.
Mientras tanto, el rey del estado Wei de China central no apoyó a su vecino Zhao sino que intentó apaciguar al rey Qin cediendo tierras. Esta pérdida autoinflingida deterioró a Wei y en el 225 a. C. Ying Zheng envió al general Wang Ben a sitiar su capital. El general Wang inundó la ciudad y el rey Wei se rindió.
Caída del sur
Al sur y al este de Qin yacía el vasto y poblado reino de Chu. A pesar de su tamaño y recursos, constantes luchas internas entre nobles y ministros lo llevaron a ser un poder de segunda clase. Al tiempo en que Qin levantó tropas para atacarlo, había experimentado un reciente regicidio y estaba en caos. Ying Zheng formó un ejército de 200.000 hombres y le confió su comando al joven y orgulloso general Li Xin.
Esto probó un error de cálculo, y en el 226 a. C. Li Xin regresó derrotado.
El estado de Qin tenía más hombres y otros generales. Ying Zheng visitó personalmente a Wang Jian, el viejo comandante que había derrotado el estado de Zhao y lo persuadió de dirigir 600.000 hombres en la campaña de Chu.
La moral en el estado de Chu era alta luego de que su general Xiang Yan repeliera exitosamente a Li Xin. Wang Jian percibió ésto y detuvo su ejército cerca de la ciudad, fingiendo rehusarse a pelear.
Al año de comenzar esta estratagema, las tropas de Chu concluyeron que Wang Jian era demasiado viejo para dirigir el ejército en guerra y bajaron la guardia. Era el momento que Wang había estado esperando. Ordenó al ejército completo de Qin a realizar un ataque que trajo la muerte del General Xiang y permitió el ingreso en el estado de Chu.
En el año 223 a.C. el rey de Chu se rindió y su estado fue disuelto.
Cuando las tropas de Wang llegaron a la Montaña Xi en la actual Wuxi, provincia de Jiangsu, descubrieron una misteriosa estela mientras cavaban pozos para cocinar.
Las palabras inscritas en la piedra leían: “La guerra persistirá mientras la Montaña Xi continúe produciendo estaño. La paz vendrá cuando no haya estaño”.
Wang y sus subordinados aprendieron de los locales que el área era rica en estaño desde los días del rey Ping de la dinastía Zhou. Pero recientemente, la producción había bajado. El origen del estaño era desconocido.
Complacido con el hallazgo, Wang Jian llamó al área con el nombre Wuxi, que significa “donde no hay estaño”.
Unificando China
Con el estado Zhao extinguido, los ejércitos Qin ahora bordeaban la tierra de Yan al noreste. Temeroso por el futuro de su reinado, el rey Yan permitió al príncipe Dan tomar medidas de emergencia. Dan reclutó al magnicida Jing Ke, quien en el año 225 a.C. ilustremente se ofreció como voluntario para cumplir una misión de la que no regresaría: asesinar a Ying Zheng.
Jing Ke casi tuvo éxito en asesinar el rey Qin, pero Ying Zheng esquivó su daga envenenada por poco y lo asesinó en la sala de tronos.
Qin desplegó una fuerza punitiva contra la capital Ji (actual Beijing) de Yan, pero puso esa guerra en espera luego de llevar al rey a Manchuria. En el año 222 a.C., luego de concluir con la campaña Chu, las fuerzas Qin bajo Wang Ben terminaron el trabajo y destruyeron al estado de Yan.
El único estado que quedaba era el archi rival de Qin, el estado de Qi. Este estado ocupaba lo que es ahora la provincia de Shandong y tuvo una gloriosa historia a lo largo de la dinastía Zhou. Pero recientemente había sufrido derrotas en guerras con cinco otros estados y estaba dirigido por el incompetente rey Jian.
Cuando el general Wang Ben dirigió los ejércitos Qin hacia Qi, el rey Jian se rindió inmediatamente. Así fue que en el año 221 a. C. Ying Zheng, de 39 años de edad, se convirtió en Qin Shi Huang Di, el primer emperador del imperio de Qin.
Mientras que anteriores legendarios soberanos habían sido llamados “di” o “huang”, nombres que pueden se traducidos como “emperador”, Qin Shi Huang fue el primero en llamarse a sí mismo “huangdi”, un título que utiliza ambos términos. Es el nombre de todos los emperadores que sucedieron a Qin y aún es utilizado en el lenguaje moderno para referirse específicamente a los soberanos chinos.
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