Los agentes de policía y otros trabajadores de la ciudad de Denver que se nieguen a vacunarse contra la COVID-19 se enfrentarán a medidas disciplinarias y podrían ser despedidos, según el Departamento de Seguridad Pública de la ciudad.
Murphy Robinson, director general, dice que está dispuesto a hacer cumplir una orden de Robert McDonald, administrador de salud pública de la ciudad y del Condado de Denver.
McDonald ordenó la semana pasada que aproximadamente 10,000 miembros del personal de toda la zona, incluidos el personal de primeros auxilios, los trabajadores de los hospitales y los cuidadores de niños, se vacunaran completamente contra el virus que causa la COVID-19 antes del 30 de septiembre. Se reconocen las exenciones religiosas y médicas.
«El director general Robinson ha recibido la tarea de asegurarse de que todo el personal de seguridad pública cumple la normativa y, si no lo hace, se le podría imponer una medida disciplinaria, que podría incluir el despido», dijo a The Epoch Times Kelli Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Denver, en un correo electrónico.
Eso incluye a los ayudantes del sheriff, los bomberos y los policías.
El alcalde de Denver, el demócrata Michael Hancock, insinuó esa posibilidad la semana pasada al anunciar la orden.
«Obviamente, hay consecuencias por no seguir la orden», dijo en una conferencia de prensa.
La Asociación de Protección de la Policía de Denver, que representa a los agentes, dijo en una declaración reciente que «respeta y confía en que nuestros miembros tomen sus propias decisiones sobre cómo mantener su salud, la salud de sus familias y la salud, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de Denver en una profesión que les expone a diario a delincuentes violentos, así como a múltiples enfermedades contagiosas e infecciosas prevalentes en nuestra comunidad».
Una primera encuesta mostró que de aproximadamente 778 agentes (la mitad de la fuerza policial), el 72 por ciento dijo que no se vacunaría contra la COVID-19 si se le obligara a hacerlo como condición para seguir empleado.
El sindicato de la policía dijo que la encuesta interna informal se realizó poco después de que las vacunas contra la COVID-19 estuvieran disponibles y que en las tres semanas siguientes a la recepción de la vacuna, casi el 70 por ciento se vacunó.
La Asociación de Protección de la Policía de Denver (PPA), un sindicato de bomberos y el Departamento del Sheriff de Denver no respondieron a las solicitudes de comentarios.
La encuesta causó preocupación, dijo Robinson al Denver Post.
«No fue hasta que la PPA sacó sus cifras que me preocupé. Pensé que teníamos mucha más gente vacunada», dijo. «Si realmente tenemos un 57 por ciento de nuestros agentes sin vacunar, entonces es necesaria una orden».
El Departamento de Seguridad Pública de Denver dijo que no sabía cuántos trabajadores de primeros auxilios habían sido vacunados hasta ahora. Una portavoz del Departamento de Salud de Denver dijo al Post que 3333 estaban vacunados a fecha del viernes.
Los funcionarios dicen que la orden ayudará a asegurar que la economía se mantenga abierta en medio del aumento de los casos de COVID-19 y de las hospitalizaciones que se han registrado en todo Estados Unidos en las últimas semanas.
«Nadie quiere ver otra orden de confinamiento para detener una crisis que amenaza con abrumar a nuestros hospitales», dijo Hancock en la conferencia de prensa de la semana pasada.
La COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
McDonald, director de salud de Denver, reconoció que las muertes por la COVID-19 se han estabilizado.
«Me han preguntado bastante, la mortalidad no está subiendo. ¿Por qué íbamos a hacer esto ahora?, ¿la mortalidad no está subiendo? Supongo que mi pregunta sería: ¿sería preferible esperar hasta que la mortalidad suba? Tenemos que asegurarnos de que nos adelantamos a esto para no ver otro pico de muertes al entrar en el otoño», dijo.
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