El Partido Republicano ha ganado el control de la Cámara de Representantes luego de ganar contiendas electorales clave en las elecciones intermedias.
Los republicanos conservaron una serie de distritos indecisos y lograron victorias sorprendentes en otros, cambiando escaños en estados como Arizona, Nueva York y Oregón.
El prolongado conteo de votos, principalmente en los estados del oeste, retardó el conocer qué partido ganaría el control de la cámara baja a partir de enero de 2023, cuando los representantes electos presten juramento.
Los demócratas controlan la Cámara desde 2019, cuando cambiaron decenas de escaños en una ola demócrata durante el mandato del expresidente Donald Trump. Los demócratas tenían una mayoría de 222 a 212 en 2021. Esa cifra se mantiene actualmente entre 220 y 212 debido a varias vacantes.
Las elecciones intermedias suelen considerarse como un referéndum sobre el partido en el poder, especialmente si ese partido controla al menos una cámara además de la presidencia. Los demócratas han ocupado ambas cámaras y la presidencia durante los últimos dos años, y mantendrán el control del Senado en el nuevo Congreso tras unos resultados mejores de los esperados en las elecciones de mitad de mandato.
Antes de las elecciones, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), expresó su confianza en que los demócratas mantuvieran la mayoría en la cámara baja, aunque las proyecciones favorecían en gran medida a los republicanos. Por su parte, los líderes republicanos habían dicho que esperaban cambiar docenas de escaños.
Los republicanos planean tomar medidas rápidamente una vez que comience el nuevo Congreso. Su plan incluye investigar los orígenes del COVID-19, examinar la respuesta de EE. UU. a la pandemia de COVID-19 y supervisar la crisis fronteriza.
También han dicho que actuarán para derogar la contratación de 87,000 nuevos trabajadores del IRS, que formaba parte de la Ley de Reducción de la Inflación de los Demócratas; aumentar la producción nacional de energía y reducir la delincuencia.
El presidente Joe Biden puede vetar cualquier proyecto de ley que llegue a su escritorio, y la continuación de un Senado de mayoría demócrata dificulta aún más el trabajo de los republicanos de la Cámara de Representantes.
Para anular un veto se necesitan dos tercios de los votos en cada cámara, una propuesta poco realista para la mayoría de las leyes.
Nuevo presidente de la Cámara
Pelosi ha estado en el cargo desde 1987, y está completando su cuarto mandato como presidenta.
El representante Kevin McCarthy (R-Calif.), el líder de la minoría de la Cámara—podría convertirse en presidente, siempre que consiga los votos suficientes de su partido.
Cada caucus selecciona un candidato a orador. Esos candidatos luego son votados por todos los miembros.
Es probable que McCarthy se enfrente al menos a un candidato republicano, pero cree que tiene suficiente apoyo dentro de su grupo para ganar el voto republicano y posteriormente imponerse en la elección de toda la cámara.
El último presidente republicano, el exrepresentante Paul Ryan (R-Wis.), dejó el cargo en 2019. Su predecesor, el representante John Boehner (R-Ohio), dejó el cargo en 2015.
El presidente es el segundo en la línea para suceder al presidente. El vicepresidente es el primero en la línea.
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