Los trabajadores de JFK8, el almacén de Amazon situado en Staten Island, han votado a favor de ser representados por el Sindicato de Trabajadores de Amazon (ALU, por sus siglas en inglés), convirtiéndose así en el primer almacén de Amazon representado por un sindicato en Estados Unidos.
Entre el 25 y el 30 de marzo, los trabajadores del «Fulfillment Center» JFK8 de Amazon en Staten Island votaron para decidir si se unían al nuevo sindicato. Los resultados se anunciaron el viernes, con 2654 votos a favor y 2131 en contra.
Los resultados fueron una sorpresa para muchos líderes sindicales y expertos laborales. Al mismo tiempo que se producía la votación en Staten Island, fracasaba otro intento de sindicalización en un almacén de Amazon en Bessemer, Alabama. En contraste con el enfoque popular del movimiento JFK8, la campaña de Bessemer fue llevada a cabo por el Sindicato de Minoristas, Mayoristas y Grandes Almacenes, una institución establecida que se remonta a la era del activismo laboral del New Deal. El organizador de la ALU, Chris Smalls, evitó en gran medida a estas instituciones establecidas, prefiriendo trabajar con trabajadores voluntarios aún empleados por Amazon.
Amazon respondió a la votación con una declaración poco después de que se dieran a conocer los resultados, diciendo: «Estamos decepcionados con el resultado de las elecciones en Staten Island porque creemos que tener una relación directa con la empresa es lo mejor para nuestros empleados». La empresa ha indicado que está estudiando la posibilidad de presentar objeciones basadas en la «influencia inapropiada e indebida» de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés).
El proceso de sindicalización en Nueva York comenzó con un paro masivo del almacén de la empresa en Staten Island en marzo de 2020, por la preocupación de que la empresa no tomara suficientes precauciones de seguridad durante el brote inicial de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino). Esta presión se intensificó hasta llegar a las peticiones de salarios más altos y condiciones de trabajo más favorables, que culminaron en la histórica votación de la semana pasada.
La NLRB ha acusado a Amazon de interferir ilegalmente en los esfuerzos de organización amenazando, vigilando e interrogando a los empleados —la empresa ha negado enérgicamente las acusaciones.
En los meses que precedieron a la votación, el almacén JFK8 de Amazon convocó múltiples reuniones obligatorias en las que se trataron asuntos relacionados con la sindicalización, que la ALU condenó como intentos poco disimulados de atacar al sindicato.
El voto a favor de la sindicalización fue celebrado por la Casa Blanca de Biden, que respondió a la votación con entusiasmo en declaraciones públicas.
«[El presidente Joe Biden] cree firmemente que todos los trabajadores de todos los estados deben tener la opción libre y justa de unirse a un sindicato y el derecho a negociar colectivamente con su empleador», dijo la secretaria de prensa Jen Psaki en una sesión informativa el viernes. «Los trabajadores de Amazon en Staten Island tomaron su decisión de organizar un sindicato de base y negociar para conseguir mejores empleos y una vida mejor».
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