Los beneficios económicos y sociales de la implantación generalizada de vehículos autónomos será de 800.000 millones de dólares al año para 2050 sólo en Estados Unidos, según un informe dado a conocer hoy por la organización Securing America’s Future Energy (SAFE).
El estudio explica que esta cifra será el resultado de la reducción de los accidentes, el aumento de productividad por la agilización del tráfico, la menor dependencia del petróleo y los beneficios medioambientales.
SAFE es un grupo que trabaja para reducir la dependencia de Estados Unidos del consumo de petróleo.
La reducción de la congestión supondrá unos beneficios anuales de 71.000 millones de dólares mientras que un menos número de accidentes tendrá un impacto económico de 118.000 millones de dólares y una mejora de la calidad de vida de 385.000 millones de dólares.
Además, la reducción del consumo de petróleo significará 58.000 millones de dólares en ahorro.
Para los consumidores, los vehículos autónomos supondrán 153.000 millones de dólares en tiempo ganado y 10.000 millones de dólares en la reducción del coste de servicios de taxi.
Con respecto al temor de que los vehículos autónomos supongan la eliminación masiva de empleos en algunos sectores, el informe «La fuerza laboral estadounidense y el futuro de conducción autónoma», indica que también «crearán nuevos empleos que con el tiempo reemplazarán los eliminados por la automatización».
En este sentido, los autores del estudio señalaron que los impactos sobre el empleo de los vehículos autónomos no se empezará a sentir hasta 2030 y que para entonces sólo supondrá un aumento el desempleo de entre el 0,06 y el 0,13 %.
Pero SAFE también señaló que los beneficios anuales de 800.000 millones de dólares es una cifra conservadora que podría elevarse a entre 3,2 y 6,3 billones de dólares para 2050.
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