Los votantes comenzaron a acudir a las urnas este martes para la segunda vuelta de las elecciones al Senado de Georgia.
Las centros de votación abrieron a las 7 a.m.
El cineasta Jon Ossoff está tratando de tomar el puesto que ocupó David Perdue hasta este domingo, cuando expiró su mandato. Perdue venció a Ossoff en las elecciones generales por más de 88,000 votos, pero estuvo a punto de evitar la segunda vuelta. Perdue obtuvo el 49.7 por ciento de los votos, comparado con el 47.9 por ciento de Ossoff.
Perdue, de 71 años, un hombre de negocios, no había participado en política antes de ser elegido senador en 2015. Ossoff, de 33 años, lo intentó pero no logró ser elegido para la Cámara de Representantes en 2017.
En la otra segunda vuelta, la senadora Kelly Loeffler (R-Ga.) se enfrenta al pastor Raphael Warnock. Ambos salieron de unas llamadas «elecciones en la selva» el año pasado para terminar el mandato del senador Johnny Isakson (R-Ga.), que se retiró por razones de salud.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp (R), designó a Loeffler para que ocupara temporalmente el escaño hasta las próximas elecciones.
Loeffler atrajo la mayoría de los votos del lado republicano, con 1.2 millones de votos. Pero Warnock recibió 1.6 millones de votos. Los republicanos son optimistas porque el representante Doug Collins (R-Ga.) quedó en tercer lugar con más de 980,000 votos. Tienen la esperanza de que los votantes de Collins elegirán a Loeffler esta vez.
Loeffler, de 50 años, empresaria y copropietaria del equipo Atlanta Dream de la WNBA, nunca había ocupado un cargo antes del año pasado. Warnock, de 51 años, el pastor de la Iglesia Bautista Ebenezer, nunca ha ocupado un cargo político.
Dos victorias de los demócratas, además de asegurar la Casa Blanca, darían una mayoría en el Senado a través de la votación de desempate que un vicepresidente puede hacer en su papel de presidente del Senado. De lo contrario, los republicanos conservarían el control de la cámara alta. La composición actual es de 50 republicanos y 49 demócratas.
Las elecciones han generado gran expectativa y financiación debido a lo que está en juego.
El presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence, junto con una serie de legisladores republicanos, han hecho campaña en las últimas semanas con Loeffler y Perdue, instando a los votantes a elegirlos centrándose en lo que puede pasar si los republicanos se convierten en la minoría en el Senado.
«Aumentarán masivamente los impuestos a la clase media para pagar el socialismo», dijo Trump a una multitud en Dalton el lunes por la noche. «El daño que hagan será permanente e irreversible. Estos escaños en el Senado son realmente la última línea de defensa».
Trump elogió a Perdue como uno de sus más fuertes aliados en Washington, llamando crítico el voto que emitió para el proyecto de reforma fiscal. Loeffler es un defensor comprometido de los derechos de la Segunda Enmienda, añadió, y ayudó a confirmar a la magistrada de la Corte Suprema Amy Coney Barrett.
Biden, por su parte, dijo en un mitin en Atlanta que votar por Warnock y Ossoff permitiría hacer pagos directos de 2000 dólares y «romper el estancamiento que se ha apoderado de Washington y de esta nación».
«Con sus votos en el Senado, podremos hacer el progreso que necesitamos en cuanto a empleos, seguros médicos, justicia, medio ambiente y muchas otras cosas», añadió.
A fecha del 4 de enero se recibieron más de 962,000 votos por correo para las elecciones, dijo Gabriel Sterling de la Oficina del Secretario de Estado a los periodistas, y quedan todavía pendientes más de 281,000 aún.
Los votos por anticipado ascendieron a 2.07 millones.
Sumando las cifras, el número de votos rompió el récord anterior para una segunda vuelta, que fue de 2.1 millones en 2004.
«Así que, obviamente, mucho interés», dijo Sterling. «Estoy seguro de que los georgianos están cansados de los anuncios de televisión, mensajes de texto, mensajes de voz y correo. Así que todo va a terminar muy pronto, espero».
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