El líder de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, anunció este jueves la ilegalización de todas las organizaciones no gubernamentales opositoras, a las que acusó de recibir financiación extranjera y preparar un golpe de Estado en el país.
«No hay perdón para los traidores. Aquellos que intentaron dar un vuelco al país (…) no tendrán perdón. Los detectamos por decenas y por cientos. Ilegalizamos todas las organizaciones financiadas desde el exterior y que preparaban una rebelión y un golpe de Estado», afirmó, citado por la agencia BELTA.
Según Lukashenko, estas organizaciones «jamás serán restablecidas» aunque pidan recuperar el estatus legal.
Con ello, el líder bielorruso, considerado el último dictador de Europa, puso punto final al acoso de todas las ONG opositoras que le plantaron cara tras las elecciones presidenciales de agosto de 2020, en las que fue declarado ganador por amplio margen, resultado calificado de fraudulento por la oposición y Occidente.
No conforme con reducir a las ONG, Lukashenko se centró en los funcionarios bielorrusos y afirmó que Bielorrusia necesita «más que nunca» ser un país monolítico con dirigentes que cumplan bien sus funciones.
«Tenemos muchos dirigentes que asumen posiciones antigubernamentales», alertó.
El líder llamó a los funcionarios que quieren ser «absolutamente independientes y pedir sanciones, luchar contra las autoridades y cosas por el estilo» a irse a Lituania y Polonia, donde «todavía hay empleos» para ellos.
En ese sentido llamó a los funcionarios a «comprender dónde se encuentran», sobre todo si son dirigentes, portan grados militares o trabajan en instituciones estatales.
«En caso contrario, lo he dicho muchas veces, consideraremos esto una traición», advirtió.
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