El martes, una madre estadounidense de Kansas se declaró culpable ante un tribunal federal de distrito de Estados Unidos de organizar y dirigir un batallón militar exclusivamente de mujeres para el grupo terrorista ISIS en Siria.
Allison Fluke-Ekren, madre de cinco hijos y exmaestra, admitió haber entrenado a un centenar de mujeres y niñas para apoyar las actividades de ISIS. También planeó llevar a cabo un ataque terrorista en suelo estadounidense, según anunció el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), citando documentos judiciales.
Tras pasar años en el extranjero apoyando al grupo terrorista ISIS, Fluke-Ekren fue trasladada bajo custodia a Estados Unidos tras ser detenida en Siria el 28 de enero.
La jueza de distrito Leonie Brinkema aceptó el martes la declaración de culpabilidad de Fluke-Ekren en el Distrito Este de Virginia.
Fluke-Ekren compareció por primera vez ante un tribunal estadounidense el 31 de enero, donde no quiso declararse inocente o culpable y se ordenó su detención sin fianza hasta una audiencia de detención en febrero.
Según el Departamento de Justicia, la madre de Kansas, cuyos padres e hijos no quieren saber nada de ella, se fue de Estados Unidos a Egipto en 2008 para vivir con su segundo marido, un exmiembro del grupo terrorista Ansar al-Sharia, ya fallecido.
Durante los ocho años que empezaron aproximadamente en septiembre de 2011, pasó un tiempo en Siria, Libia e Irak participando en «actividades relacionadas con el terrorismo», convirtiéndose finalmente en la líder de Khatiba Nusaybah, el batallón de ISIS formado exclusivamente por mujeres.
Como líder y organizadora, entrenó a mujeres y niñas —algunas de tan solo 10 u 11 años— en el uso de rifles de asalto AK-47 automáticos, granadas y cinturones suicidas cargados de explosivos. También impartía clases de religión, artes marciales, formación médica y cursos de conducción de vehículos utilizados como explosivos.
En su comunicado, el DOJ anunció que Fluke-Akren ayudó a su marido a revisar y resumir el contenido de los documentos del gobierno estadounidense robados tras el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2012 contra la misión especial de Estados Unidos y el anexo de la CIA en Bengasi (Libia).
Hacia mediados de 2014, Fluke-Ekren dijo a un testigo en Siria que deseaba llevar a cabo un atentado en Estados Unidos.
El testigo dijo que la exmaestra estadounidense discutió ideas sobre el uso de explosivos para atacar una universidad del Medio Oeste. También planeó llevar a cabo un atentado en un centro comercial estadounidense.
«Para llevar a cabo el atentado, Fluke-Ekren explicó que podría ir a un centro comercial en Estados Unidos, estacionar un vehículo lleno de explosivos en el sótano o en el garaje de estacionamiento de la estructura, y detonar los explosivos en el vehículo con un dispositivo de activación de un celular», según el comunicado del DOJ.
Según el testigo, Fluke-Ekren consideraba que cualquier atentado que no matara a un gran número de personas era un despilfarro de recursos y que deseaba que los atentados que tenían lugar fuera de Estados Unidos se produjeran en suelo estadounidense.
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