Una joven esposa rusa de 22 años se desangró después de dar a luz y horas después murió por las complicaciones. Un comité de investigación completó el análisis forense de la muerte y acusó a la partera de arrancar el útero pensando que tiraba de la placenta.
Alisa Tepikina (foto), residente de Neshdi Siereg, en la región de Sverdlovsk, Rusia, dio a luz una bebé sana en febrero de 2019. Todo parecía estar bien pero después del nacimiento el ginecólogo-obstetra tiró de la placenta con demasiada fuerza sin darse cuenta que venía en manera anormal, adherida al útero, informó Cosmo el 16 de octubre.
Las demás pacientes que se encontraban en ese momento en el hospital afirman haber escuchado a Alisa gritar desde todos los pisos, añade el informe.
La mujer entró en coma y murió dos días después sin poder abrazar a su bebé. Sus familiares insistieron de inmediato en que la muerte se debió a culpa de los médicos, informó Ural Meridian. En cambio, el ginecólogo-obstetra se declaró inocente.
- Un gran bebé recién nacido. Imagen ilustrativa. (Bruno Glätsch/Pixabay)
«Ella confundió incorrectamente el útero con signos de separación de la placenta y continuó tirando, es decir, tomó el útero por la placenta», dijo el abogado Vadim Korotaev, que representa el lado de la víctima, según Cosmo.
Además señala que el informe de los expertos indicó que en la muerte se sumaron varios errores. Uno de ellos “la inacción del ginecólogo-obstetra que dio a luz al bebé”, que no supo lo que estaba pasando y “las tácticas de tratamiento fundamentalmente incorrectas agravaron la situación, causaron el desarrollo de pérdida de sangre obstétrica masiva, shock irreversible de génesis compleja, paro cardíaco y muerte del paciente».
El examen forense demostró que la madre tenía la placenta fijada al útero, una anomalía que se detecta durante el parto. Un médico en tales casos debe pedir anestesia para la paciente y sacar la placenta manualmente, sin tirarla, informó Ridus.
“Con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, el pronóstico es favorable”, destacó el documento. Sin embargo, el diagnóstico correcto se realizó solo después de 4 horas y 15 minutos después que el ginecólogo-obstetra tiró del cordón umbilical y le sacó el útero.
Al arrancarle el útero también se vieron afectados los órganos cercanos. Después de más de cuatro horas, gracias a los esfuerzos del Centro de Medicina de Desastres, que llegó con urgencia a la escena, se realizó el diagnóstico correcto. En esos momentos, ya tarde, se proporcionó ayuda real, reportó Ural Meridian.
Los expertos explican que el médico que dio a luz simplemente no entendió lo que estaba sucediendo.
«El médico de guardia no reconoció la complicación potencialmente mortal en el parto y, en consecuencia, la asistencia médica se prestó con un retraso inaceptablemente grande».
El Comité de Investigación presentó una acusación al fiscal por “Causar la muerte por negligencia debido al desempeño incorrecto de los deberes profesionales».
El obstetra se declaró inocente. La madre de la mujer fallecida en trabajo de parto dice que no hubo disculpas ni remordimientos, nada, según Ural Meridian.
Alisa dejó un esposo y una hija.
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