Los padres de Billings, Montana, quienes sostienen que son ellos los que deben decidir si sus hijos llevan o no mascarillas, están exigiendo la renuncia inmediata del superintendente del distrito escolar local que anunció repentinamente que volverá a imponer la orden de uso de mascarillas a nivel local en el K-12 porque el número de infecciones por COVID-19 entre los estudiantes está aumentando.
El gobernador de Montana, el republicano Greg Gianforte, se mantiene firme en su oposición al uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomiendan que las personas vacunadas en zonas con un elevado número de casos de COVID-19 vuelvan a utilizar las mascarillas en espacios cerrados.
Greg Upham, superintendente de las Escuelas Públicas de Billings, anunció que, a partir del 22 de agosto, iba a «reimplantar el uso obligatorio de mascarillas para todos los estudiantes, empleados y visitantes durante la jornada escolar normal en nuestras escuelas K-12». Upham había dicho previamente que el uso de mascarillas sería opcional.
«Basándome en las infecciones por COVID-19 registradas en el condado de Yellowstone, incluido el constante aumento del número de niños en edad escolar, el brote entre nuestros estudiantes, el hecho de que nuestros hospitales están al límite de su capacidad y que la variante Delta es altamente infecciosa, he llegado a la conclusión de que lo mejor para nosotros es volver a aplicar el uso de mascarillas en nuestras escuelas», dijo Upham. «Esto es necesario para frenar la propagación del COVID-19 y mantener nuestras escuelas abiertas.
«Yo reconozco que el momento de esta decisión es desafortunado. Hace apenas un par de días anuncié mi decisión de que el uso de mascarillas sería opcional en el SD2 [Distrito Escolar 2]. En ese momento, tenía la esperanza de que pudiéramos empezar este año sin necesidad de mascarillas. Sin embargo, en las últimas 48 horas me enteré de que lo que comenzó como un caso positivo de COVID-19 en un estudiante, aumentó por lo menos el diez por ciento en ese grupo, en solo unos días”.
«Si esta misma tasa de transmisión se produjera en nuestras aulas durante la primera semana de clases, podríamos tener potencialmente a cientos, sino miles de nuestros estudiantes fuera de clase en un corto período de tiempo si no usamos mascarillas. Los distritos escolares de otros estados ya han visto que eso ocurre».
Tras el repentino cambio de la normativa de mascarillas, tres profesores fueron suspendidos por negarse a usarlas en el trabajo.
«Los padres de Billings solicitan la renuncia inmediata del superintendente Upham», dijo en Billing la fundadora de Moms for America, Kimberly Fletcher, en una declaración el día de la manifestación contra las mascarillas obligatorias, el 31 de agosto.
«Esta escandalosa orden de última hora no puede ser tolerada y las madres tienen algo que decir al respecto. Yo insto a todos los padres a que acudan a la manifestación de hoy para apoyar este movimiento y exigir un cambio por el bien de sus propios hijos y de sus derechos como padres».
Moms for America se describe a sí misma como «uno de los movimientos de mujeres de más rápido crecimiento en Estados Unidos (…) con la misión de capacitar a las madres con el conocimiento necesario para defender sus propios derechos como padres».
Unos padres preocupados se reunieron frente a la sede del distrito escolar local en Billings por segundo martes consecutivo para protestar contra la orden de mascarillas.
Alrededor de 200 personas se presentaron al evento, dijo Tamra Farah, directora ejecutiva de MomForce, que encabezó la manifestación de Moms for America en Billings. MomForce es un proyecto de Moms for America. La Gaceta de Billings estimó que asistieron cerca de 100 personas.
También hubo una contramanifestación aparentemente más pequeña de personas que conducían automóviles y tocaban el claxon en la zona al mismo tiempo, formada por personas a favor del uso obligatorio de mascarillas.
Farah dijo a The Epoch Times el 1 de septiembre que no hay datos que demuestran que «los niños del K-12 corren el riesgo de morir de COVID».
Menos de «350 niños que estaban entre el K-12, la última vez que lo comprobé, han muerto de COVID en Estados Unidos».
«No tiene sentido» obligar a los niños a usar mascarillas», dijo.
«Siempre habrá algunos que puedan ser susceptibles, pero no hay nada que merezca este tipo de respuesta de obligar las mascarillas a los niños», dijo.
«Los padres deben tomar esa decisión. No se trata de decir que ningún niño debe llevar mascarillas, sino que los padres deben decidir estas cosas».
«Los padres conocen la salud de sus hijos mejor que nadie. No estamos en contra de las mascarillas ni de las vacunas, solo estamos a favor de la elección de los padres».
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