«Maduro continúa socavando la democracia de la región», dice jefa del Comando Sur de EE.UU.

Por Yeny Sora Robles
01 de septiembre de 2024 8:42 PM Actualizado: 01 de septiembre de 2024 8:44 PM

Laura Richardson, jefa del Comando Sur de los Estados Unidos se refirió a la crisis política que enfrenta Venezuela, durante el discurso inaugural de la Conferencia Sudamericana de Defensa SOUTHDEC 2024 esta semana en Santiago de Chile.

«La democracia y sus valores fundamentales siguen siendo atacados a nivel mundial, y no tenemos que mirar más allá de Venezuela, donde Nicolás Maduro continúa socavando la voluntad democrática del pueblo venezolano, haciendo ya que 7.5 millones de venezolanos huyeran, aumentando la migración irregular en toda América del Sur y Central», dijo Richardson el 28 de agosto.

«El apoyo popular a la democracia y sus instituciones han sido presionadas, mientras las democracias trabajan horas extras por su gente», añadió.

La Comandante General también destacó que las continuas amenazas a la seguridad en la región se deben abordar «mediante los esfuerzos combinados» de naciones asociadas con ideas afines.

«Los actores estatales malignos están utilizando cada vez más tecnología avanzada para perpetrar campañas de corrupción, desinformación, delitos cibernéticos y abusos de los derechos humanos», declaró.

La conferencia, que se realiza anualmente desde 2009, reúne a las principales autoridades militares del continente con el fin de intercambiar experiencias sobre los desafíos actuales que enfrenta la región y para fortalecer la cooperación de los países asistentes.

Este año, el evento de cuatro días estuvo encabezado por el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Hugo Rodríguez González. Algunos de los temas a tratar fueron el uso de la «inteligencia artificial y “machine learning” en la defensa militar.

Influencia en la región por décadas

Por los años 90, durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, un coronel venezolano de la brigada paracaidista llamado Hugo Chávez se sublevó como muchos otros militares en un fallido golpe de Estado en 1992.

Después de esto Chávez fue encarcelado y adquirió «deficiencias del gobierno venezolano, incluyendo la corrupción; una vez liberado en las elecciones de 1998 ganó en 1999 y se convirtió en presidente de Venezuela», dijo una entrevista con The Epoch Times, Joseph M. Humire, experto en seguridad global y presidente del Centro para una Sociedad Libre y Segura (SFS) con sede en Washington D.C.

«Al principio adoptó una postura más moderada en su campaña ya que Venezuela no era tan socialista en ese entonces y mantenía una relación cercana con Estados Unidos tanto en términos de energía como de asuntos militares. Sin embargo, pronto mostró su verdadera agenda», añadió.

A partir de 2002 comenzó a tomar control de las instituciones estatales. En Abril de ese mismo año, Chávez despidió a toda la cúpula directiva de la petrolera PDVSA y la reemplazó por políticos y activistas bolivarianos, lo que derivó en una serie de manifestaciones en el país.

«Enfrentó un levantamiento y un breve golpe de Estado pero logró recuperar el poder y una vez establecido prácticamente eliminó a la oposición venezolana entre 2002 y 2004», dijo Humire.

«Chávez usó los ingresos petroleros de Venezuela para financiar candidatos socialistas en Bolivia, Nicaragua, Argentina y Brasil impulsando lo que se conoce como la marea Rosa o la ola socialista en América Latina», añadió.

Hugo Chávez, consolidando a PDVSA como «el monedero» del «socialismo del siglo XXI», financió campañas políticas para instaurar en el poder a Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua, Cristina Kirchner en Argentina, Rafael Correa en Ecuador, Fernando Lugo en Paraguay, Manuel Zelaya en Honduras y el primer mandato de Lula Da Silva en Brasil.

«A través de esta red Chavez promovió una visión geopolítica que alejaba América Latina de Estados Unidos y acercaba la región a China, Rusia e Irán. (…) Estos tres actores comenzaron a utilizar a Venezuela como una plataforma para desafiar a Estados Unidos desde América Latina», resaltó Humire.

Joseph Humire, presidente del Centro para una Sociedad Libre y Segura (SFS) durante una entrevista con The Epoch Times, en la primera edición de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en México, el 18 de noviembre de 2022, Ciudad de México. (Captura de pantalla/The Epoch Times)

Sobre lo que viene para Venezuela y el rumbo que el presidente Nicolás Maduro podría tomar en los siguientes meses, Humire visualiza dos posibles escenarios.

«El primer escenario, que llamo el escenario de Nicaragua, es que Maduro decida reprimir brutalmente al pueblo venezolano. Tiene todas las herramientas para hacerlo incluyendo el uso de militares», dijo.

«Sin embargo, si los militares se retiran aún cuenta con una serie de actores armados no estatales como milicias y colectivos que podrían continuar la represión, además puede recurrir a ayuda externa como la de las Avispas negras de Cuba», añadió.

En este escenario Venezuela quedaría aislada de la comunidad internacional, confiando solo en el apoyo de Rusia, China e Irán. Similar a lo que hizo Nicaragua en 2018.

«La segunda opción es lo que llamó el escenario de Bolivia, que es un poco más complejo. En 2019 Evo Morales, una figura similar a Maduro [pero] en Bolivia, celebró unas elecciones fraudulentas. Cuando el pueblo se levantó, Morales recibió algo de represión pero no mucha, los militares se retiraron y Morales dimitió pero sin utilizar todo su aparato represivo», dijo.

«Morales tenía las mismas herramientas de represión y aliados externos que Maduro pero eligió no usarlos. La razón, en mi opinión, fue que Morales buscaba renovar la imagen del régimen socialista comunista en Bolivia», añadió.

Este escenario le permitió a Evo Morales que su partido regresara al poder un año después con más legitimidad y una oposición más débil.

«Así que Maduro podría optar por una estrategia similar renunciando temporalmente y permitiendo que el proceso siga su curso solo para subvertir la transición y manipular a la comunidad internacional», declaró.

Asistentes se reúnen durante una protesta contra el resultado de las elecciones presidenciales del 30 de julio de 2024 en Caracas, Venezuela. (Alfredo Lasry R/Getty Images)

Venezuela se encuentra en medio de una crisis política que comenzó el 29 de julio, un día después de las elecciones, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) diera como ganador oficial a Nicolás Maduro para la presidencia de Venezuela para un tercer mandato, sin hacer públicas las actas que lo sustentaban.

Desde entonces la oposición ha negado los resultados emitidos por el CNE, asegurando que las actas electorales adquiridas por sus testigos, que suman un 83.5%, dan como ganador al candidato presidencial Edmundo González.

El 7 de agosto, el presidente del CNE, Elvis Amoroso, entregó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el documento general de los comicios presidenciales del 28 de julio en Venezuela que, según la entidad, respaldan el triunfo de Nicolás Maduro.

El pasado jueves 22 de agosto, el TSJ ratificó los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE), reconociendo la victoria al presidente Nicolás Maduro, a pesar de no hacer públicas las actas electorales y sin que se haya detallado cómo se llevo a cabo el proceso de peritaje que el tribunal hizo sobre el material electoral.

Siga a Yeny Sora Robles en X: @YenySoraRobles


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