El régimen de Nicolás Maduro liberó el miércoles a 23 reos, entre los cuales se encontraban presos políticos, en medio de la crisis sanitaria causada por la pandemia del virus del PCCh.
El vicepresidente de la organización Foro Penal, Gonzalo Himiob, escribió en su cuenta de Twitter que la liberación de los presos ocurrió el 6 de mayo a las 00:25 de la prisión del Helicoide, una de las sedes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional.
Himiob subió un video del momento en que los presos políticos se reunieron con sus familiares mientras salían con tapabocas y eran recibidos con abrazos. Entre los prisioneros excarcelados se encontraban Roque González, Ramón Zapata y Jorge Luis Pérez Izarsa, informó el presidente de Foro Penal, Alfredo Romero. Asimismo, señaló que la organización se encuentra a la espera de otras liberaciones.
Un último reporte de Foro Penal informó que dentro de la cifra total de presos políticos, se encuentran 121 funcionarios militares, 12 mujeres y 1 adolescente. Sin embargo, 42 de ellos padecen enfermedades que pueden catalogarse de leves a graves, aumentando el riesgo de contagio.
La excarcelación de los presos se produce luego del incidente ocurrido el 04 de mayo en una cárcel de Guarane, la cual dejó alrededor de 47 muertos y 75 heridos. La Guardia Nacional Bolivariana fue acusada de disparar a los internos del Centro Penitenciario de los Llanos, quienes presuntamente manifestaban por la falta de alimentos.
Sin embargo, estas liberaciones están lejos de verse como un acto humanitario por parte del régimen de Maduro.
Daniel Di Martino, conferencista y activista por la libertad en Venezuela dijo a The Epoch Times que hay casos en que liberan a un preso político porque la familia del preso soborna a la guardia nacional a cambio de su liberación–siempre y cuando este preso no sea una amenaza para la dictadura; por ejemplo, jóvenes que protestaban en las calles– o porque el preso «hizo un trato con el gobierno de que no va a protestar más o que va a irse del país a exiliarse».
«Ese es un trato que muchas personas que fueron apresadas en Venezuela hicieron con el régimen y que yo conozco personalmente”, dijo Di Martino.
Por otro lado, el Foro Penal advirtió que el sistema penitenciario del país reúne todas las condiciones para convertirse en centros de contagio del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), mejor conocido como nuevo coronavirus.
«En una celda de 10×10 pueden meter hasta a 30 personas y el Estado no se hace responsable por comida, agua potable o el aseo de las instalaciones. A los privados de libertad no se les garantizan las condiciones sanitarias y de aseo personal mínimas. Ni electricidad, ni una correcta atención en caso de enfermedades», dice el reporte.
Di Martino dijo que es probable que hayan más casos severos de coronavirus debido a las condiciones insalubres de dichas prisiones, pero que no hay datos para poder corroborarlo. «Esos casos severos van a tener una tasa de mortalidad más alta que en el mundo desarrollado o que en otros países latinoamericanos».
Además, Di Martino señaló que hay presos políticos que están relativamente aislados como en Helicoide, y aquellos presos políticos que están junto con presos comunes, los cuales tienen más peligro de contagiarse del virus.
«No creo que la situación de coronavirus general haya aumentado o disminuido el riesgo de vida de los presos políticos, porque su vida siempre está en riesgo; los torturan y les hacen cosas inhumanas, que es mucho peor que estar infectado con cualquier virus», agregó el activista venezolano.
Asimismo, comentó que conoce médicos venezolanos que han sido amenazados por el régimen de Maduro para no revelar los casos de muertes por COVID-19 en los hospitales, y que de hacerlo serían encarcelados.
«Ni siquiera pueden escribir en grupos de Whatsapp cuántos muertos hay de coronavirus en su hospital», dijo.
El joven activista explicó que el régimen de Maduro no solo ha utilizado la pandemia para aumentar la represión en Venezuela cerrando carreteras e impidiendo que la gente proteste, sino que también ha usado la pandemia como pretexto para pedir que Estados Unidos y Europa retiren las sanciones impuestas al país para «tener más dinero para ayudar a la gente durante la pandemia».
“Eso es falso porque cuando [el régimen] ha tenido dinero, no lo ha utilizado para ayudar a la gente”, dijo Di Martino recordando que cuando los precios del petróleo eran altos, el régimen no hizo nada para darle mantenimiento a las refinerías y provocó que algunas de ellas explotaran, por lo que «quitarle las sanciones no va a mejorar nada”.
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