Fa Zhengping, un maestro jubilado de Shanghai que tiene 75 años, fue sentenciado a 14 meses de cárcel el 24 de febrero. El Partido Comunista Chino (PCCh) lo hizo encerrar porque el profesor Fa decidió continuar practicando Falun Gong.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica espiritual que involucra ejercicios de meditación y enseñanzas morales. La práctica creció de un puñado de personas en 1992 a un estimado de 70 millones en 1997, y con su énfasis en seguir los principios de verdad, benevolencia y tolerancia, ayudó a los chinos a conectarse con la cultura y los valores tradicionales chinos.
El Partido Comunista Chino (PCCh) tomó a Falun Gong como una amenaza debido a su creciente popularidad y también por su énfasis en la moralidad, y lanzó una persecución brutal contra Falun Gong el 20 de julio de 1999.
Si bien el PCCh afirma que Falun Gong es ilegal, este no ha violado ninguna ley en China. Los tribunales y las fiscalías del PCCh utilizan una ley vaga que prohíbe las «religiones heréticas» para atacar a los practicantes de Falun Gong. Los tribunales de China a menudo han castigado a los abogados que han tratado de defender a los practicantes de Falun Gong.
Como practicante de Falun Gong y antes de su último arresto, Fa había sido detenido tres veces y sus detenciones habían sumado un total de siete años desde 2001, durante esos periodos también fue torturado.
El 16 de febrero de 2020, una vez más, por cuarta vez, lo arrastraron a una camioneta de la policía y se lo llevaron. Seis o siete agentes de policía con máscaras y ropa protectora irrumpieron en su casa en el nuevo distrito de Pudong, después de que se informara que Fa distribuyó materiales informativos sobre Falun Gong que exponen hechos sobre Falun Gong y la persecución, materiales que de otro modo no estarían disponibles en China.
Fa fue detenido durante más de un año en el Centro de Detención del Nuevo Distrito de Pudong, en Shanghai, y tuvo que pagar 2000 yuanes (310 dólares) en extorsiones, según un informe compartido el 28 de febrero en Minghui.org.
‘Lesiones extremadamente dolorosas’
Fa le dijo al portal web Minghui, antes de su último arresto, que sufrió “heridas extremadamente dolorosas” tanto a nivel físico como mental. Fue repetidamente torturado, insultado, obligado a soportar hambre prolongada, alimentación forzada y privación del sueño en las últimas dos décadas.
«En verano, cuando hacía calor, [me obligaban a llevar] un grueso jersey y una chaqueta de plumas, amarrada con correas de sujeción al cuerpo, con las muñecas fuertemente atadas con una cuerda fina, durante más de 20 días seguidos. Dos veces pasé por esa tortura», recordó.
Una vez, Fa fue atado con siete cuerdas a una cerca de hierro. “[La piel de] ambos muslos y toda la parte inferior de mi cuerpo, incluidos los dedos de los pies, tenían un patrón de granito negro y morado… no puedo levantar mis antebrazos”.
El constante dolor punzante que le quedó tras recibir una descarga con cuatro bastones eléctricos de alto voltaje a la vez, lo dejó entumecido e incapaz de moverse.
“Casi pierdo la audición. Mi capacidad de visión, memoria y pensamiento se redujo drásticamente”, dijo Fa.
En repetidas ocasiones perdió el conocimiento y se cayó.
Cuando se le pidió que diera una muestra de sangre, notó que su sangre parecía oscura. «Parece jugo de tomate mezclado con salsa de soja».
Cuatro arrestos (secuestros) y ocho años de prisión
El maestro jubilado de la escuela secundaria, Shanghai Yangjing, comenzó a practicar Falun Gong a fines de 1995.
Desde que el PCCh lanzó una campaña sistemática para tratar de eliminar a Falun Gong, en julio de 1999, millones de personas han sido detenidas en prisiones, campos de trabajo, cárceles negras, centros de lavado de cerebro, instituciones mentales y otras instalaciones de detención. Cientos de miles de practicantes chinos de Falun Gong han sido torturados mientras estaban encarcelados, según el Centro de Información de Falun Dafa.
El PCCh intenta romper la voluntad de los practicantes de Falun Gong y busca que renuncien a su práctica espiritual por medio de torturas y persecución para que regresen al camino del comunismo.
Cuando Fa fue secuestrado inicialmente por las autoridades chinas en mayo de 2001, se negó a renunciar a su fe y lo llevaron a un campo de trabajos forzados en donde estuvo dos años.
El 6 de abril de 2005, se lo llevaron nuevamente y lo detuvieron en el campo de trabajos forzados número 3 de Shanghai, por otros dos años.
El 16 de diciembre de 2008 fue secuestrado por tercera vez y condenado a tres años de prisión en la prisión Tilanqiao, de Shanghai.
Aun así, Fa no dejó de practicar Falun Gong, sino que continuó dejando que los chinos supieran la verdad sobre su práctica espiritual, como lo había hecho antes.
“Falun Dafa es bueno”, le dijo a la policía que irrumpió en su casa en febrero de 2020, antes de que se lo llevaran y lo retuvieran el año pasado.
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