Ruby Franke, una madre de seis hijos de Utah que dio consejos sobre paternidad a millones de personas a través del que fuera su popular canal de YouTube, pidió una disculpa entre lágrimas a sus hijos por abusar física y emocionalmente de ellos antes de que un juez dictara una sentencia que podría llevarla a prisión durante años, e incluso décadas.
Franke también afirmó que había sido «manipulada» por su compañero YouTuber y socio comercial.
Franke dijo al juez que no pediría una sentencia más corta antes de ponerse en pie para agradecer a los agentes de policía locales, médicos y trabajadores sociales por ser los «ángeles» que salvaron a sus hijos de ella en un momento en el que, según ella, estaba bajo la influencia de su socia, Jodi Hildebrandt.
La consejera de salud mental de Utah, que había sido contratada para trabajar con el hijo menor de Franke antes de empezar a trabajar con ella, también recibió cuatro sentencias de prisión consecutivas de uno a 15 años.
Sin embargo, las mujeres solamente cumplirán hasta 30 años de prisión debido a una ley del estado de Utah que limita la duración de la sentencia para penas consecutivas. La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Utah considerará su comportamiento mientras estén encarceladas y determinará cuánto de ese tiempo pasará cada una tras las rejas.
“Nunca dejaré de llorar por lastimar sus tiernas almas”, dijo Franke a sus hijos, que no estuvieron presentes en la audiencia de la sentencia en St. George. “Mi voluntad de sacrificarlo todo por ustedes fue manipulada magistralmente hasta convertirla en algo muy feo. Les quité todo lo que era tierno, seguro y bueno”.
Franke, de 42 años, y Hildebrandt, de 54, se habían declarado culpables cada una de cuatro cargos de abuso infantil agravado por tratar de convencer a los dos hijos menores de Franke de que eran malvados, estaban poseídos y necesitaban ser castigados para que se arrepintieran.
Las mujeres fueron arrestadas en la casa de Hildebrandt en la ciudad de Ivins, en el sur de Utah, en agosto pasado, luego de que el hijo de 12 años de Franke escapara por una ventana y le pidiera a un vecino que llamara a la policía, según una llamada al 911 difundida por el Departamento de Policía de St. George.
El menor estaba delgado, cubierto de heridas y tenía cinta adhesiva alrededor de sus tobillos y muñecas. Les dijo a los investigadores que Hildebrandt le había puesto cuerdas en las extremidades y había usado pimienta de cayena y miel para curarle sus cortes, según una orden de registro.
El fiscal estatal Eric Clarke describió el entorno en el que Franke y Hildebrandt habían mantenido a los niños como «un entorno parecido a un campo de concentración», un término muy asociado con los campos establecidos por los nazis para matar de hambre, sobrecargar de trabajo y ejecutar a los judíos y otras minorías en toda Europa durante el Holocausto.
Si bien Franke ha mostrado remordimiento y ha cooperado con los abogados, dijo Clarke, Hildebrandt no lo ha hecho y sigue culpando a los niños. El abogado de Hildebrandt, Douglas Terry, dijo durante la audiencia transmitida en vivo que su cliente no es la mujer sin remordimientos que se ha retratado y acepta la responsabilidad de sus actos.
En una breve declaración, Hildebrandt no ofreció disculpas, pero dijo que quiere a los niños y desea que se recuperen. Recordó al juez John J. Walton que aceptó declararse culpable en lugar de ir a juicio porque no quería que los niños tuvieran que revivir su trauma testificando.
La consejera de salud mental se declaró culpable en diciembre de cuatro de sus seis cargos de abuso infantil agravado, y dos cargos fueron desestimados como parte de su acuerdo de culpabilidad. Franke también se declaró culpable de cuatro de sus seis cargos y no culpable de dos.
Franke y su esposo, Kevin Franke, lanzaron «8 Passengers» en YouTube en 2015 y acumularon un gran número de seguidores mientras documentaban sus experiencias al criar a seis hijos. Ella posteriormente comenzó a trabajar con la empresa de asesoramiento de Hildebrandt, ConneXions Classroom, ofreciendo seminarios para padres, lanzando otro canal de YouTube y publicando contenido en su cuenta compartida de Instagram, «Moms of Truth».
Franke admitió en su acuerdo de culpabilidad haber pateado a su hijo con las botas puestas, haberle sumergido la cabeza en el agua y haberle cerrado la boca y la nariz con las manos. Ella y Hildebrandt declararon que también lo obligaban a realizar horas de trabajo físico en el calor del verano sin mucha comida ni agua, lo que le provocó deshidratación y quemaduras solares con ampollas. Al niño le decían que todo lo que le habían hecho era un acto de amor, según los acuerdos de culpabilidad.
Hildebrandt también admitió haber obligado a la hija menor de Franke, que tenía 9 años en ese momento, a saltar a un cactus varias veces y correr descalza por caminos de tierra hasta que se le ampollaran los pies. El niño y la niña fueron trasladados al hospital tras las detenciones y puestos bajo custodia estatal junto con otros dos de sus hermanos.
Antes de su arresto en 2023, Ruby Franke ya era una figura controvertida en el mundo de los vlogueos para padres. Los padres Franke fueron criticados en Internet por ciertas decisiones de crianza, entre ellas por prohibir a su hijo mayor entrar a su dormitorio durante siete meses por hacerle una broma a su hermano menor. En otros videos, Ruby Franke habló de negarse a llevarle el almuerzo a su pequeño hijo que olvidó en casa y de amenazar con cortarle la cabeza al juguete de peluche de una pequeña niña para castigarla por cortar cosas en la casa.
Posteriormente, el canal de YouTube «8 Passengers» llegó a su fin, y Kevin Franke solicitó el divorcio.
Tanto Franke como Hildebrandt tienen 30 días para apelar sus sentencias.
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