En respuesta a un artículo de opinión escrito por el senador Joe Manchin (D-W.Va.) en el que el senador decía que se oponía a la resolución presupuestaria de 3.5 billones de dólares, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain, dijo que se puede convencer a Manchin de que vote a favor de la resolución presupuestaria porque se paga en su totalidad mediante aumentos de impuestos a los ricos y no aumentará la deuda nacional.
«Creo que por eso él es fácil de persuadir, porque por supuesto este paquete no añade nada a la deuda, nada a la deuda. Se paga en su totalidad aumentando los impuestos a los ricos; hemos tenido gente que se ha hecho multimillonaria durante la pandemia, deberían pagar su parte justa de impuestos», dijo Klain a la CNN el 5 de septiembre.
Manchin, considerado por muchos como el demócrata más conservador del Senado, escribió en un artículo de opinión para The Wall Street Journal: «Una pausa está justificada porque proporcionará más claridad sobre la trayectoria de la pandemia, y nos permitirá determinar si la inflación es transitoria o no».
«Siempre he dicho que si no puedo explicarlo, no puedo votar a favor, y no puedo explicar por qué mis colegas demócratas se apresuran a gastar 3.5 billones de dólares».
Manchin no es el único demócrata que expresa su preocupación por el precio de la resolución presupuestaria; otros moderados también se han opuesto al gasto, citando la inflación. La senadora Kyrsten Sinema (D-Ariz.) también ha puesto en duda cómo votará cuando la resolución presupuestaria se someta a una votación final a finales de este año.
«Aunque apoyaré el inicio de este proceso, no apoyo un proyecto de ley que cuesta 3.5 billones de dólares», dijo Sinema a un periódico local en una declaración a finales de julio.
La Administración de Biden está contrarrestando el argumento de los republicanos y de los demócratas moderados de que la resolución presupuestaria de 3.5 billones de dólares causaría más inflación, diciendo que el paquete se pagará completamente con el plan fiscal de Biden, que incluye importantes subidas de impuestos para millonarios y multimillonarios.
«Si subimos los impuestos a las grandes corporaciones que no están pagando, subimos los impuestos a las personas que utilizan lagunas internacionales, subimos los impuestos a los ricos que no están pagando su parte justa, podemos pagar cada una de esas inversiones en el paquete, sin un centavo de impuestos a las personas que ganan menos de 400,000 dólares al año», dijo Klain. «Y sin que se añada un céntimo a la deuda federal a largo plazo, de hecho, aprobando estos cambios fiscales, haciendo que la gente que no está pagando pague su parte justa».
El plan fiscal de Biden incluye aumentar en 7 puntos porcentuales la tasa impositiva corporativa (del 21% al 28%), que se redujo del 35% como parte de la Ley de recortes y empleos fiscales de 2017 del expresidente Donald Trump.
Además de elevar el impuesto sobre la renta de las empresas y el impuesto sobre las ganancias de capital, el plan fiscal de los demócratas podría incluir aumentos de impuestos sobre la recompra de acciones, la compensación de los ejecutivos y las emisiones de carbono. El presidente de Finanzas del Senado, Ron Wyden (D-Ore.), dijo que su comité está en proceso de finalizar los cambios fiscales adicionales para pagar la resolución presupuestaria de 3.5 billones de dólares.
Wyden dijo que la propuesta de impuestos «generaría ingresos críticos para pagar las prioridades en el proyecto de ley de reconciliación de los demócratas, y fomentaría la inversión adicional en nuestro país y sus trabajadores».
Mientras tanto, los republicanos han dejado claro que no votarán a favor de un mayor gasto, porque el gobierno estadounidense ya ha acumulado una deuda nacional de más de 28 billones de dólares y está viendo cómo la inflación afecta a las familias en el último año.
El senador Lindsey Graham (R-S.C.), miembro principal del Comité Presupuestario del Senado, dijo durante una reunión del Comité Presupuestario en agosto: «Hemos tenido un aumento del 5.4 por ciento en la inflación recientemente, lo que ha borrado todas las ganancias de la economía (…) y si este proyecto se convierte en ley, si alguna vez se implementa y hay un impuesto al carbono ajustado en la frontera, se va a trasladar al consumidor».
Además de la reciente inflación, los republicanos dicen que las subidas de impuestos propuestas por Biden y los demócratas afectarán a la clase media porque sus impuestos subirán, los salarios disminuirán y se crearán menos puestos de trabajo. Argumentan que las subidas del impuesto de sociedades obligarán a las empresas a trasladar los puestos de trabajo al extranjero y que el impuesto sobre el patrimonio y los cheques de estímulo del gobierno contraerán la economía estadounidense.
Alfredo Ortiz, presidente y director general de la Red de Creadores de Empleo, dijo a The Epoch Times que el gasto descontrolado y los aumentos de impuestos de los demócratas en el último presupuesto de 3500 millones de dólares acabarán perjudicando a los propietarios de pequeñas empresas y a la economía estadounidense.
«El senador Wyden (…) está derogando la deducción fiscal del 20 por ciento, que fue realmente una de las principales formas en que las pequeñas empresas se beneficiaron bajo la Administración de Trump y bajo la Ley de recortes de impuestos y empleos. (…) Bueno, ahora están buscando derogar eso para poder pagar de alguna manera esta ridícula cantidad de gasto», dijo Ortiz a The Epoch Times en agosto.
Ortiz criticó la ola de gastos de los demócratas, diciendo que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, prescribe la teoría monetaria moderna, «que básicamente dice, no te preocupes por la deuda y los déficits, porque podemos seguir imprimiendo dinero para financiar los programas sociales. Pues adivinen qué, eso es en realidad como Venezuela. Ese es un país socialista», dijo Ortiz.
«Entre 2017 y 2019, en la Administración de Trump, casi 6.5 millones de personas salieron de la pobreza gracias al éxito económico. Es la idea de que la marea creciente hace flotar todos los barcos. (…) Pero los demócratas simplemente no creen eso; no les gustan las pequeñas empresas; les gustan las grandes empresas porque pueden controlarlas».
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