El mandatario chino Xi Jinping ordenó a las fuerzas armadas de China que intensificaran sus preparativos para la guerra, en un discurso pronunciado en una reunión de altos mandos el 4 de enero.
El régimen comunista chino está en pleno proceso de reforzar sus fuerzas armadas, el Ejército Popular de Liberación (EPL), al tiempo que busca intensificar sus reivindicaciones territoriales en el Mar Meridional de China, aumentar la presión sobre Taiwán y confrontar a Estados Unidos sobre cuestiones que van desde el comercio hasta el estatus de Taiwán.
En un discurso a altos oficiales militares de la Comisión Militar Central (CMC), Xi dijo que las fuerzas armadas de China deben «prepararse para una lucha militar integral desde un nuevo punto de partida», informó el portavoz oficial del régimen comunista, la agencia de noticias Xinhua.
«La preparación para la guerra y el combate debe ser profundizada para asegurar una respuesta eficiente en tiempos de emergencia», fue citado Xi.
Xi, que también es presidente de la CMC, dijo que China enfrenta riesgos y desafíos cada vez mayores, y que las fuerzas armadas deben trabajar para asegurar sus necesidades de seguridad y desarrollo, según Xinhua.
Añadió que las fuerzas armadas deben ser capaces de responder rápidamente a las emergencias, mejorar sus capacidades de operaciones conjuntas y nutrir nuevos tipos de fuerzas de combate.
Las declaraciones de Xi llegaron días después de que afirmara que China no descartaría el uso de la fuerza para lograr la «reunificación» con Taiwán e impedir la independencia de la isla.
El régimen chino ve a la isla como una provincia rebelde que debe ser unificada con China continental, por la fuerza si es necesario.
La presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, respondió enérgicamente el 2 de enero, diciendo que Taiwán no aceptaría la posición del Partido Comunista Chino de que el régimen tiene el derecho legítimo de gobernar sobre Taiwán.
El 5 de enero, Tsai hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que defienda los valores democráticos apoyando a la isla autogobernada.
«Si la comunidad internacional no se pronuncia a favor y apoya a Taiwán mientras se enfrenta a esta situación, tenemos que preguntarnos qué país será el siguiente», dijo, refiriéndose a las amenazas del régimen chino de utilizar el ejército para obligar a la isla a estar bajo su control.
Los comentarios de Xi sobre Taiwán llegaron pocos días después de que el presidente estadounidense Donald Trump firmara la Ley de la Iniciativa de Reafirmación en Asia, confirmando el compromiso de Estados Unidos para con la seguridad de la isla.
Expansión militar
El Ejército Popular de Liberación se expandió significativamente bajo el mandato de Xi, a medida que el régimen busca afirmarse como una superpotencia en ascenso.
Según un informe de 2018 del centro de estudios RAND Corporation, el EPL tiene como objetivo no solo competir con el ejército estadounidense, sino también derrotarlo.
En los últimos años, la Marina, la Fuerza Aérea y el cuerpo de marines del Ejército Popular de Liberación han estado aumentando sus fuerzas y actualizando sus tecnologías para lograr la capacidad de proyección de una potencia global.
La Marina está construyendo actualmente dos nuevos portaaviones para añadir a su actual portaaviones, construido por la Unión Soviética y comprado a Ucrania. La Fuerza Aérea ha comenzado a desarrollar un bombardero sigiloso, junto con vehículos aéreos no tripulados (UAVs), incluyendo de largo alcance y de carga. El cuerpo de marines ha estado adquiriendo nuevos vehículos blindados para proyectar potencia más allá de la cabeza de playa.
El espionaje cibernético es otra forma en que el régimen chino, a través de sus brazos militares y no militares, trata de cerrar las brechas tecnológicas y avanzar en el desarrollo militar.
«China utiliza una variedad de métodos para adquirir tecnologías militares y de doble uso extranjeras, incluyendo la inversión extranjera directa, el robo cibernético y el aprovechamiento del acceso de ciudadanos chinos a estas tecnologías», declaró un informe del Pentágono de 2018.
En los últimos años, el régimen también ha intensificado los ejercicios de combate en aguas cercanas a Taiwán, medidas que han sido denunciadas por Taipei como intimidación. También ha ejercido cada vez más presión en el Mar Meridional de China mediante la construcción de instalaciones militares y de otro tipo en islas artificiales y arrecifes en las zonas en disputa.
Con información de Reuters.
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