Los partidarios del presidente Donald Trump acudieron en masa a las capitales de más de una docena de estados el 6 de enero mientras un grupo de manifestantes en Washington irrumpió en el Capitolio de Estados Unidos.
Las protestas, pequeñas y en su mayoría pacíficas, que desafiaron la legitimidad de las elecciones de 2020 se llevaron a cabo fuera de las legislaturas en Arizona, California, Mississipi, Tennessee, Minnesota, Georgia, Utah, Colorado, Nuevo México, Oklahoma, Washington, Ohio, Oregon, Kansas, Hawaii, Wisconsin y Carolina del Sur.
Era común ver carteles con los lemas «Stop the Steal» («Detengan el robo») y «Four More Years» («Cuatro años más») en medio de la disputa continua del presidente sobre los resultados de las elecciones en siete estados. Solo se informaron algunos arrestos y se desataron altercados en estados como Ohio y California.
Una caravana de manifestantes que ondeaban banderas a caballo y en vehículos provocó que la policía de Nuevo México evacuara un edificio de la legislatura estatal, que contiene las oficinas del gobernador y del secretario de estado. Los manifestantes cantaron «God Bless America» (“Dios bendiga a Estados Unidos”), tocaron bocinas, y afirmaron en un megáfono que Trump era el legítimo ganador de las elecciones.
En el epicentro de la protesta en Washington, D.C., la veterana de la Fuerza Aérea y partidaria de Trump, Ashli Babbit, quien se encontraba entre los que irrumpieron en el edificio del Capitolio, recibió un disparo y murió a causa de sus heridas. Más allá de eso, la violencia no se extendió y los manifestantes se mezclaron con las fuerzas del orden dentro del edificio. A los que abandonaron el edificio no se les permitió regresar.
La irrupción del Capitolio de los Estados Unidos ocurrió mientras los legisladores debatían sobre la objeción al conteo de una lista de electores presidenciales de Arizona a favor del exvicepresidente Joe Biden. Arizona es uno de los siete estados donde Trump ha impugnado el resultado de las elecciones, citando cambios inconstitucionales a la ley electoral y varias categorías de votos potencialmente ilegales.
La noticia de la irrupción del Capitolio de EE. UU. provocó vítores en las protestas en Minnesota y Arizona, donde manifestantes que ejercían sus derechos de la segunda enmienda marcharon en el Capitolio en Phoenix.
En Georgia, el secretario de Estado republicano Brad Raffensperger evacuó sus oficinas en el Capitolio luego de que 100 manifestantes se reunieran afuera, algunos armados con rifles.
«Vimos que sucedieron cosas en el Capitolio de Georgia y dijimos que no deberíamos estar por aquí, no deberíamos formar parte [de esto]», dijo Gabriel Sterling, un alto funcionario de la oficina de Raffensperger, a The Associated Press.
Trump ha criticado a Raffensperger y al gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp, por no cooperar con su esfuerzo por auditar las elecciones, más recientemente al rechazar una auditoría de firmas en el condado de Fulton.
Kemp calificó la irrupción del Capitolio de los Estados Unidos como «una vergüenza y, honestamente, anti-estadounidense». El gobernador dijo que estaba extendiendo una orden ejecutiva de las protestas durante el verano, activando a la Guardia Nacional en caso de que sean necesarias para proteger el Capitolio estatal el lunes cuando comience la sesión legislativa.
En el estado de Washington, los manifestantes atravesaron una puerta en la mansión del gobernador y decenas de personas se reunieron en el césped. La Patrulla Estatal dijo que las autoridades estaban respondiendo y que el gobernador Jay Inslee «y su familia están en un lugar seguro».
Más temprano, decenas de personas se reunieron en el Capitolio estatal para exigir un recuento de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y las elecciones a gobernador de Washington, las cuales el demócrata Inslee ganó por más de 500,000 votos.
En Utah, el personal del gobernador Spencer Cox fue enviado a casa luego que varios cientos de personas se reunieron en Salt Lake City. El fotógrafo de Salt Lake Tribune, Rick Egan, dijo que un manifestante lo roció con gas pimienta, se burló de él por usar una mascarilla, y lo empujó mientras filmaba el video de la protesta.
Al menos una persona fue arrestada en el Capitolio de Oregon en Salem bajo sospecha de acoso y conducta desordenada cuando la policía con equipo antidisturbios intentaba hacer que las personas, muchas de ellas armadas, se fueran.
En Topeka, Kansas, una manifestación terminó cuando los partidarios de Trump ingresaron pacíficamente al edificio de la legislatura estatal a través de controles de seguridad y rodearon exhibiciones históricas.
En Honolulu, Hawái, alrededor de decenas de manifestantes se alinearon en la calle frente al Capitolio estatal ondeando banderas estadounidenses y de Trump 2020 a los autos que pasaban.
En Madison, Wisconsin, los partidarios de Trump rodearon el edificio de la legislatura estatal en automóviles y camiones adornados con banderas de Trump y de Estados Unidos durante varias horas el miércoles, haciendo sonar sus bocinas.
En Colorado, el alcalde de Denver, Michael Hancock, ordenó a las agencias de la ciudad cerrar los edificios luego de que cientos se reunieran frente al edificio del Capitolio.
En Carolina del Sur, los manifestantes que apoyaban a Trump llegaron a la Cámara de Representantes, pero la reunión se disolvió luego de que se irrumpió el Capitolio de Estados Unidos.
Con información de The Associated Press.
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