Mantenga el fuego encendido: considere la escuela de verano

Se acerca el verano, y si usted está como la mayoría de los padres estadounidenses, que sus hijos han pasado los últimos meses recibiendo su educación en casa, ya sea a distancia o con materiales y tareas proporcionados por su escuela. Usted ha ayudado a guiarlos por medio de lecciones de lecturas y matemáticas, ha pasado algún tiempo editando sus redacciones, los ha animado cuando no se pueden conectar a Internet para su hora programada de lecciones de video de biología.

Algunos de esos estudiantes, y tal vez usted, apenas puede esperar que las escuelas vuelvan a abrir. Otros —algunos sondeos dicen que el 40 por ciento de las familias en cuarentena— están considerando la posibilidad de estudiar en casa a tiempo completo a partir del otoño.

Cualquiera que sea su situación, permítame animarlo a que mantenga algún tipo de educación en casa durante el verano.

Escuela de verano

Mi esposa y yo le enseñamos a nuestros cuatro hijos en casa. Ellos recibieron instrucción extra en cooperativas de educación en casa de escuela primaria y secundaria, asistieron a seminarios especiales —les enseñé varios de esos— en la escuela secundaria, y entraron en el programa de doble matrícula en nuestro colegio comunitario local, pero hasta los dos últimos años de la escuela secundaria, hicieron la mayor parte de su trabajo en casa.

Después de algunos años experimentando, descubrimos que nuestra escuela funcionaba mejor siguiendo un horario modificado durante los meses de verano. Usualmente, este horario significaba reunirse tres días a la semana para recibir un par de horas de enseñanza académica o bien una hora diaria de lunes a viernes.

Habían varias ventajas en continuar la escuela durante el verano. Nos quitaba la presión de completar todas las asignaturas en un tiempo determinado. A menudo le permitía a nuestros hijos avanzar más rápidamente a través de lecciones de ortografía o textos como el libro de matemáticas de Saxon. Finalmente, el apegarse a una rutina parecía hacer a nuestros hijos más felices.

En el caso de los padres que tienen la intención de devolver a sus hijos a las escuelas privadas o públicas, esta clase de verano mejorará su rendimiento en el aula. Los estudiantes volverán en el otoño con sus maestros y compañeros sabiendo que no solo lograron lo que se les asignó, sino que fueron más allá de esos requisitos.

Por otra parte, los padres atraídos por la educación en el hogar por la experiencia de esta primavera no perderán el ímpetu y la rutina que el aprendizaje en el hogar ya les ha aportado.

Además, como muchos de ustedes empiezan a cambiar de la educación a distancia de otro profesor a materiales específicamente diseñados para la educación en el hogar, la transición será más fácil si se les facilita en lugar de enfrentarse a algún método nuevo y diferente de escolarización en otoño.

Entonces, ¿cómo será la educación en casa este verano?

Lectura, Escritura y Ritmo

Aquí están algunas ideas y proyectos que mi familia ideó, así como algunas utilizadas por otros padres que he conocido. Suponiendo que decida dedicar una hora diaria a la enseñanza.

Lectura: Dedique cierta cantidad de tiempo a diario a la lectura. No enmarque esta lectura como parte de la «escuela». La idea es hacer crecer a los lectores de por vida, y hacer que esa actividad sea parte del día de la escuela de verano para algunos estudiantes será un rotundo éxito.

Este es el momento en que los niños pueden elegir sus propios libros, con algo de supervisión, y perseguir sus diversos intereses. ¿A William, de 14 años, le gustan los deportes? Diríjase a su biblioteca pública para ver las ediciones atrasados de «Sports Illustrated» (Deportes Ilustrados), que ofrece una excelente redacción, o preséntele los libros de deportes en la sección para adultos. ¿Los caballos cautivan a su hijo de 10 años? Haga que el bibliotecario le presente los clásicos de ficción y no ficción de la categoría equina.

Haga que los niños mayores le lean a sus hermanos de preescolar y de jardín. Esto hará que el hermano o hermana mayor sean mejores lectores, y mantendrá a sus hermanos menores ocupados con los libros.

Escritura: Esta es simple. Para el lunes, miércoles y viernes, haga que sus hijos escriban en el diario durante 15 minutos. Que fechen cada comentario y que escriban lo que quieran, con la condición de que lean ocasionalmente esos comentarios. Anímelos a usar la gramática y la ortografía adecuadas, pero la idea principal de este ejercicio es que sigan escribiendo. Algún día sus propios hijos y nietos podrán disfrutar de estos diarios.

Los martes y jueves, puede pedirles que escriban cartas a sus amigos, abuelos y otros parientes. De este ejercicio obtienen dos beneficios: escribir y hacer sonreír a los demás.

Matemáticas: haga que sus jóvenes dediquen un mínimo de 15 minutos al día a las matemáticas. Pueden revisar las tablas de multiplicar y dividir, avanzar en sus libros de texto, o elegir entre una serie de juegos matemáticos en la computadora. Estos ejercicios y lecciones breves los mantendrán alertas en matemáticas y serán de gran utilidad en el otoño cuando se reanude la escuela.

Otras materias. Sus hijos ya pasaron 15 minutos en matemáticas y 15 minutos en escritura. Para ciencias, historia, geografía y otras materias, tienen muchas opciones. Si trabaja desde su casa o está ocupado con las tareas domésticas, vaya a YouTube y haga que los niños vean media hora de un video sobre George Washington, los elefantes, terremotos o cualquier otro tema adecuado que les interese.

Si tiene el tiempo y el deseo de enseñarles usted mismo, la «Serie de Conocimientos Básicos» editada por E.D. Hirsch es una excelente herramienta para hacerlo. Cada uno de los libros de esta serie —»Lo que su hijo necesita saber», «Lo que su hijo de primer grado necesita saber», y así sucesivamente— proporciona instrucción en todas las materias de la escuela primaria, presenta muchas historias entretenidas y cuentos populares, incluye algunos poemas finos, y presenta la historia y la ciencia de una manera accesible.

Exploraciones y expectativas de los padres

Como los padres cierran el año escolar normal y entran al verano, este también es un gran momento para que empiecen a planificar el otoño. Aquellos que decidan volver a matricular a sus hijos en una escuela de ladrillos y mortero podrían explorar formas de fortalecer su educación o ayudarlos en las materias con las que estén luchando. Los que decidan continuar con la educación en el hogar pueden utilizar este tiempo para considerar los muchos planes de estudio y recursos ahora disponibles para los educadores en el hogar.

El verano, con su ritmo más lento, también ofrece una excelente oportunidad para que los padres den un paso atrás y vean la educación de sus hijos con nuevos ojos. ¿Cuáles son los objetivos de una educación? ¿Cuáles son los objetivos además del dominio de las materias académicas? ¿Qué valores queremos que los niños aprendan en la escuela? ¿En qué clase de adultos queremos que nuestros hijos se conviertan?

A menudo, atrapados por los requerimientos y realidades de la vida diaria, tenemos poco tiempo para tales preguntas. Sin embargo, ahora que probamos la enseñanza, vale la pena reflexionar sobre estas preguntas. Cualquiera que sea el curso que se tome cuando termine el cierre de la escuela —el regreso a la escuela pública o privada, o el cambio a la educación en el hogar— el verano ofrece un buen momento para una profunda y tranquila contemplación de las perspectivas.

«Cuanto más se lea,» escribió el Dr. Seuss, «más cosas se sabrá. Cuanto más aprenda, a más lugares irá».

A lo que añado esta línea: «Y la escuela de verano ayudará a que sea así».

Jeff Minick tiene cuatro hijos y un creciente pelotón de nietos. Durante 20 años, enseñó historia, literatura y latín en seminarios de estudiantes de educación en casa en Asheville, Carolina del Norte. Visite JeffMinick.com para seguir su blog.

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