El 26 de noviembre de 2019, Bitter Winter informó sobre una iglesia católica emplazada en la ciudad de Ji’an, en la provincia suroriental de Jiangxi, donde funcionarios locales ordenaron retirar una pintura de la Virgen María con el Niño Jesús y reemplazarla con el retrato del presidente Xi Jinping. Luego de que las noticias circularan ampliamente por el extranjero, varios funcionarios del Gobierno local irrumpieron en la iglesia por la noche y eliminaron el retrato y las consignas propagandísticas que se encontraban exhibidas a su lado. También retiraron un letrero de madera situado en la entrada de la iglesia que decía: «Los menores tienen prohibido participar en actividades religiosas».
Un empleado del Gobierno local le confirmó a Bitter Winter que el retrato y las consignas fueron eliminados porque el incidente había sido reportado en el extranjero, hecho que «manchó la imagen del PCCh (Partido Comunista Chino)».
Luego de que nuestro informe sobre el Templo Zhongyuan Yidianhong emplazado en la ciudad de Ruzhou de la provincia de Henán, dedicado a la adoración de los líderes de China, fuera ampliamente compartido en el extranjero, el régimen se apresuró a destruir el templo ese mismo mes.
Video: Una mujer está adorando a Xi Jinping y a Mao Zedong en el Templo Zhongyuan Yidianhong.
Según un funcionario del Gobierno local, la orden de hacerlo provenía de las autoridades superiores y varios funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido provincial supervisaron personalmente la demolición.
PCCh: se deberá implementar «un estricto control en el país y restricciones en el extranjero».
Bitter Winter ha obtenido numerosos documentos relacionados con la implementación de políticas de represión religiosa emitidos en el año 2018 en la provincia nororiental de Liaoning. Todos enfatizan expresamente la necesidad de efectuar «un estricto control en el país y restricciones menos estrictas en el extranjero” para “manejar adecuadamente y eliminar oportunamente” la información negativa sobre el Partido Comunista Chino (PCCh), “prestando atención a la opinión pública».
Luego de que Bitter Winter y otros medios de comunicación expusieran innumerables casos de persecución religiosa, el PCCh fortaleció la confidencialidad de los documentos a lo largo de todo el país, amenazando con castigar severamente a quien comparta tales historias o filtre documentos confidenciales.
En lugar de modificar sus políticas, el PCCh solo oculta la verdad y continúa persiguiendo a sus ciudadanos. Esto ha sido especialmente evidente en sus contradictorios argumentos sobre los campamentos de transformación por medio de educación de Xinjiang.
Según un infiltrado en el Gobierno de la provincia oriental de Shandong, en septiembre de 2019, todos los miembros del PCCh recibieron la orden de estudiar una serie de materiales preparados por la Oficina de Información del Consejo de Estado que justifican el maltrato propiciado por el Gobierno a los uigures y a otras minorías musulmanas. En respuesta a las protestas de la comunidad internacional se han creado textos tales como el libro blanco sobre Educación y entrenamiento profesional de Xinjiang, La lucha contra el terrorismo y el extremismo y protección de los derechos humanos en Xinjiang y Cuestiones históricas relacionadas con Xinjiang.
“¿Por qué los funcionarios públicos de Shandong deben estudiar las políticas de Xinjiang? Principalmente para aprender a manipular la opinión pública en el país y para crear respuestas unificadas para los extranjeros”, afirmó el infiltrado.
Un pastor chino afirmó: «Es importante exponer la persecución religiosa llevada a cabo por el PCCh».
El pastor de una iglesia doméstica, el cual firmó en el año 2018 la declaración conjunta contra la persecución del cristianismo en China, le dijo a Bitter Winter que las cada vez más severas medidas represivas implementadas en China hacen difícil exponer la crueldad del PCCh.
«Por un lado, el Gobierno bloquea Internet e inhabilita numerosos servicios de VPN, lo que dificulta el envío de información al extranjero de manera inmediata» afirmó el pastor. «Por otro lado, el hecho de que el pastor Wang Yi haya sido sentenciado a nueve años de prisión ha suscitado preocupación entre algunos fieles, quienes ahora temen que al ponerse en contacto con medios de comunicación extranjeros y con activistas defensores de los derechos humanos, se les acuse y sancione por ‘subvertir el poder estatal’, ‘cooperar con la infiltración extranjera’ o ‘coludir con fuerzas extranjeras'».
Luego de que el pastor firmara la declaración conjunta, 17 sedes pertenecientes a su Iglesia fueron clausuradas y una Iglesia con la que habían mantenido estrechas relaciones se vio implicada, varios de sus lugares de reunión también fueron clausurados.
«Hasta donde sé, todos los predicadores y pastores que firmaron la declaración conjunta se han convertido en objetivos clave de la persecución: recibieron advertencias o fueron convocados, vigilados, rastreados o incluso arrestados y detenidos», continuó afirmando el pastor. A pesar de ello, él mismo sigue creyendo que es esencial exponer la verdad sobre las persecuciones religiosas llevadas a cabo por el régimen chino.
“El pueblo debe ponerse de pie y hablar en defensa de sus libertades religiosas y no debe permitir que el Gobierno haga lo que quiera. Aquellos grupos religiosos que aún no han sido objeto de las duras persecuciones no deben guardar silencio. También podrían ser desintegrados y clausurados por el Gobierno de manera sucesiva”, afirmó el pastor. El mismo añadió que el movimiento prodemocrático de Hong Kong debería servir como ejemplo. El pastor cree que debido a que no se comprometieron con el régimen chino y hablaron, el pueblo de Hong Kong fue apoyado por la comunidad internacional. Algunos países incluso tomaron medidas concretas contra el régimen totalitario del PCCh, como por ejemplo Estados Unidos, donde el 27 de noviembre de 2019 se promulgó la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong.
Este artículo fue publicado originalmente en Bitter Winter, una publicación sobre libertad religiosa y derechos humanos en China.
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