Comentario
Mientras Venezuela se tambalea al borde de la contrarrevolución, una influyente delegación de maoístas estadounidenses de la Organización Socialista Camino de la Libertad-¡Contraataca! (FRSO-FB, por sus siglas en inglés) está en el país latinoamericano fomentando solidaridad con los líderes comunistas del asediado régimen.
FRSO-FB (que no debe confundirse con el nombre parecido de la Organización Socialista del Camino para la Libertad) es un grupo maoísta con base en el Medio Oeste de Estados Unidos que apoya a China, Corea del Norte, Irán, Rusia, Cuba y Venezuela.
Los cuatro estadounidenses llegaron al país sudamericano el 28 de abril, justo a tiempo para celebrar el Primero de Mayo con sus anfitriones revolucionarios. Probablemente no anticiparon que el 30 de abril, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido por Estados Unidos y opositor al gobierno marxista del país, saldría a las calles. Rodeado de tropas armadas anti-Maduro, Guaidó hizo un llamamiento para que los militares se rebelen y derroquen al dictador socialista Nicolás Maduro.
Según una petición por Internet para financiar a los turistas revolucionarios:
“La Organización Socialista Camino de la Libertad está enviando una delegación a Venezuela para el Primero de Mayo, y los delegados necesitan tu ayuda para llegar allí”.
“Cuatro activistas antibélicos y [por los derechos] laborales participarán en la delegación de FRSO para hacer reportajes presenciales para ¡Contraataca! Noticias [la publicación de FRSO-FB]. Sean Orr, Tracy Molm, Tom Burke y Mark Burton escribirán artículos, realizarán entrevistas y producirán videos. Necesitan tu apoyo y donaciones para que esto sea un éxito”.
“Pedimos a todos los camaradas y aliados que apoyan la Revolución Bolivariana y creen en la solidaridad internacional que nos ayuden a cubrir nuestros gastos de viaje”.
Los miembros de la delegación de Estados Unidos que se encuentra actualmente en Venezuela son los siguientes:
Tom Burke: El líder de la delegación Burke es miembro del FRSO-FB desde hace mucho tiempo y reside en Michigan. Burke estuvo activo en el trabajo de Solidaridad con Venezuela y apoyó la revolución en Colombia a través de la Red de Acción de Colombia. En 2016 fue uno de los organizadores principales de la Coalición para Detener a Trump y la Marcha en la Convención Nacional Republicana.
Mark Burton: Abogado y activista radicado en Denver, Colorado, Burton es miembro del Consejo de Paz de Denver, que está afiliado al Consejo Mundial de Paz, un frente comunista internacional de la era soviética que aún existe. Burton también es miembro de la Coalición Manos Fuera de Siria, que apoya al dictador pro-Moscú Bashar al-Assad. También se desempeña como asesor legal del exlíder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Simon Trinidad, quien ahora cumple 60 años en una prisión de Colorado por participar en el secuestro de tres contratistas de inteligencia de Estados Unidos.
Tracy Molm: Miembro del FRSO-FB de Minneapolis desde hace mucho tiempo, Molm viajó a los Territorios Palestinos en 2004 donde pudo observar a la organización terrorista Frente Popular para la Liberación de Palestina. También es una destacada activista por la “paz” y una activa manifestante anti-Trump.
Sean Orr: Un joven activista del FRSO-FB radicado en Milwaukee, Orr es el corresponsal en Venezuela del periódico de ¡Contraataca! Orr también participa activamente en el Comité Anti-Guerra de Milwaukee, controlado por el FRSO-FB, y es líder de la Coalición de Milwaukee contra Trump.
En su primer día en Venezuela, la delegación estadounidense “se reunió durante dos horas con miembros del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y líderes de la Juventud Comunista de Venezuela”.
De acuerdo con ¡Contraataca! Noticias de FRSO-FB:
“Las agrupaciones compartieron sus puntos de vista sobre la lucha revolucionaria en ambos países y la importancia de la solidaridad internacional”.
Pedro Eusse, miembro del Politburó del PCV y líder sindical, dijo: “Si hay algo positivo sobre la agresión estadounidense que enfrentamos hoy, es que hubo una explosión de solidaridad desde Estados Unidos y de todo el mundo”.
Ambas organizaciones comunistas acordaron “avanzar hacia una relación de trabajo más estrecha en el futuro”.
El grupo se reunió con otros líderes políticos “progresistas” y miembros del gobierno venezolano, entre ellos la ministra de comunas, Blanca Eckhout, quien anunció con orgullo la construcción de 2,6 millones de nuevas viviendas en un país casi indigente.
Echhout citó al expresidente de Venezuela Hugo Chávez ante los delegados presentes: “Nuestra nueva sociedad no puede ser capitalista porque el capitalismo está diseñado para destruir nuestra patria, nuestra sociedad y nuestro pueblo”.
Ahora que la contrarrevolución se está desarrollando, los maoístas estadounidenses están enviando propaganda pro-Maduro a sus camaradas para una mayor difusión. Solo se puede confiar en que estos maoístas estadounidenses cumplan con su deber revolucionario. La verdad es lo que exija la revolución.
Este es su lado de la historia, publicado en ¡Contraataca! Noticias, directo desde Caracas, Venezuela:
“Hay emoción en las calles, el 30 de abril, mientras decenas de miles de personas se dirigen hacia el Palacio de Miraflores, donde el presidente Maduro lidera Venezuela. Mientras que los rumores de un intento de golpe de Estado se difunden en las noticias, la policía especial y el ejército venezolano se movilizan en las principales interesecciones y edificios estratégicos. El estado de ánimo es serio pero tranquilo a medida que crece la movilización en defensa del presidente Maduro y de la Revolución Bolivariana”.
“Temprano por la mañana, nos despertamos para oír la voz de una mujer solitaria gritando: ‘¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Libertad!’ Esto fue en respuesta a las noticias de la televisión de que el conspirador golpista y político de derecha Leopoldo López escapó del arresto domiciliario. Pronto vimos el video de la reunión de López con el títere estadounidense Juan Guiadó en la carretera a las afueras del aeropuerto de La Carlota. (…)”
“Mientras nos dirigíamos a la conferencia sobre vivienda de la Misión Vivienda, escuchamos a la vicepresidente Delcy Rodríguez en la radio. (…) Rodríguez dijo: ‘¡Convocamos a todos los trabajadores, a todos los trabajadores de todo el país, de todas partes de Venezuela, a movilizarse para defender nuestra revolución y a nuestro presidente!’”.
Los delegados estadounidenses saben que, a toda costa, deben trabajar para influir en los acontecimientos a favor del régimen. En caso de que esto fracase, deben intentar difamar preventivamente a cualquier gobierno no socialista que pueda surgir:
“López es ahora un fugitivo y los que lo ayuden serán arrestados y encarcelados. Es posible que Estados Unidos quiera que López venga a Washington DC. Trump y Bolton pueden entonces dirigir a López y a Guiadó en sus intentos por desestabilizar a Venezuela. Estados Unidos quiere que el petróleo de Venezuela esté bajo su control. Wall Street también está molesta por las medidas que proporcionan más de 2,6 millones de nuevos hogares en ocho años, y atención médica para todos”.
“Mientras nos dirigíamos a una importante conferencia sobre la construcción de viviendas, pasamos junto a una pequeña protesta derechista de 30 personas en una zona de clase alta al este de Caracas. Los venezolanos de la clase trabajadora que esperaban el autobús no quedaron impresionados, fruncían el ceño a los partidarios derechistas del títere estadounidense Juan Guiadó”.
El grupo también tiene presuntos vínculos con varios grupos que figuran en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras del Departamento de Estado de EE. UU., entre ellos el Frente Popular para la Liberación de Palestina, el Partido Comunista de Filipinas/Nuevo Ejército del Pueblo y las FARC.
La traición se puede definir como dar ayuda y respaldo a los enemigos de Estados Unidos. Es difícil imaginar que un grupo de comunistas de EE. UU. que viajan a un país comunista con la intención de ayudar a ese régimen no sea otra cosa que traición.
Trevor Loudon es un autor, cineasta y conferencista de Nueva Zelanda. Durante más de 30 años, investigó los movimientos de izquierda radical, marxistas y terroristas y su influencia encubierta en el ámbito político.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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Memorias de un esclavo del comunismo
Una historia de tragedia, fe y resistencia frente al totalitarismo brutal.
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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