Con el reciente veredicto de culpabilidad de Trump, el senador Marco Rubio reaccionó en apoyo al expresidente, comparando su juicio con aquellos realizados por los “marxistas y la extrema izquierda” para atacar a sus oponentes políticos. Aunque no solo el apoyo a Trump tiene a los demócratas a la expectativa de los pasos del senador, los rumores de ser el posible compañero de formula de Trump parece ser lo que más preocupa a los políticos del otro lado del pasillo.
Durante el pasado evento del 5 de mayo en la Casa Blanca, algunos políticos hispanos expresaron cierta consternación al plantearse la idea de que el compañero de formula de Trump sea un hispano republicano cubanoamericano, informó Vanity Fair.
«Sería el primer latino importante en ser nominado para el segundo cargo más alto del país», dijo un asistente del Cinco de Mayo al mencionado medio.
«Rubio es normal, permitiría a Trump presentar su mensaje a los latinos, de una manera que él mismo no puede hacer», dijo otro asistente al evento.
Existen diversas especulaciones de que el nombre de Rubio podría estar en la lista corta de vicepresidentes de Trump.
Carlos Trujillo, quien trabajó en el Departamento de Estado de los Estados Unidos bajo el mandato de Trump, y ahora es embajador de los Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos, dijo que Rubio esta “excepcionalmente calificado” para la vicepresidencia, informó el mismo medio.
«Le da al presidente Trump la capacidad de llegar de manera más agresiva a la comunidad hispana», dijo el embajador a Vanity Fair.
«Amplía esos márgenes, porque sería la única persona en el escenario que podría hablar español nativo», destacó Trujillo.
Rubio y Trump se enfrentaron por la candidatura republicana en el 2016, periodo en el que intercambiaron burlas y acusaciones de ida y vuelta.
Finalmente, Trump derrotó al senador. Rubio suspendió su campaña y lanzó su candidatura para un segundo mandato en el Senado.
Los dos políticos no hablaron durante meses, hasta antes de las elecciones del 2016, ya que según dos personas familiarizadas con las conversaciones, Trump se encontraba nervioso “por ganar el estado en las elecciones generales”, informó el New York Times.
Una vez en la Casa Blanca, la relación entre el expresidente y Rubio parecía estar más cercana. Según de NYT, el senador asesoró a Trump “sobre política exterior, en particular sobre cuestiones relacionadas con Venezuela y Cuba, y trabajó con la administración Trump en la expansión del crédito fiscal por hijos y el proyecto de ley de ayuda para la pandemia”.
Por su parte, el senador Rubio declaró hace un par de semanas que no ha hablado con el expresidente Trump sobre ser su compañero de fórmula, ni tampoco con ningún miembro de su campaña, dijo para Meet the Press de NBC.
“Las únicas personas que han hablado conmigo sobre ser vicepresidente, la mayoría del tiempo, han sido miembros de los medios de comunicación”, puntualizó el senador.
Rubio dijo que solo Trump sabe a quién elegirá y que tiene buen tiempo para hacerlo, además de tener a mucha “gente buena” de donde elegir.
La entrevistadora señaló que no había visto al senador cerca de la corte durante el juicio de Trump y le preguntó determinantemente a Rubio si quería el trabajo de Vicepresidente.
El senador aseguró que lo que quiere es servir al país y se ofrecerá en lo que sea necesario.
“Primero que nada, haría lo que la campaña me pida que haga. He estado en eventos ayudando a recaudar fondos (…) Estaré donde pueda ayudar, porque quiero que gane”, respondió Rubio.
Marco Rubió nació en Miami y es hijo de padres inmigrantes cubanos. Solía hablar de manera positiva sobre la inmigración y hace algunos años criticó a Trump por hablar de una “deportación masiva” de inmigrantes ilegales.
Su postura ha cambiado, ya que el senador asegura que debido a la crisis de migración actual que vive el país, se deben tomar medidas “drásticas”, por lo que ahora apoya la deportación masiva.
El expresidente de la gran cadena de televisión de habla hispana “Univisión”, Joaquín Blaya, quien sobre la última entrevista con Trump por parte de Univision dijo que “fue vergonzosa” y “de propaganda”, y dice conocer a Rubio desde hace más de 25 años de carrera política, lo describió como “un hombre que una vez tuvo ideales y defendió las cosas correctas”; sin embargo, aseguró que ahora el senador se retractaba de las declaraciones que había dado sobre Trump para convertirse en vicepresidente, reportó Vanity Fair.
Si bien la posible nominación de Rubio para acompañar a Trump como vicepresidente es una mera especulación o son declaraciones de personas cercanas a la campaña del expresidente, nada ha sido confirmado formalmente.
De llegar a concretarse, el senador Rubio tendría que salir de Florida debido a que bajo la constitución estadounidense, el presidente y vicepresidente de la nación no pueden residir en el mismo estado y actualmente los dos políticos viven en Florida, reportó New York Post.
Trump, el posible candidato republicano aún no ha declarado quién será su compañero de fórmula; sin embargo, el expresidente le dijo a Newsmax a inicios de marzo, que su lista podría ser tan larga como de 15 posibles opciones, informó el mismo medio.
El voto hispano se ha caracterizado por inclinarse hacia los demócratas, el mismo presidente Biden declaro que fue «gracias» a los hispanos que venció a Trump en 2020.
No obstante, encuestas como la de Axios/Ipsos, publicada el 9 de abril, muestra que los votantes latinos están destiñendo su corazón de azul para tornarlo rojo, acercándose cada vez más al candidato republicano Donald J. Trump, quien ha logrado ganarse a la comunidad hispana en temas clave como el crimen, la inmigración y la economía.
Biden tuvo una caída del 47% en junio del 2023 al 41% en este mes de marzo, mientras que Trump durante el mismo periodo subió del 29% al 32%, reportó The Hill.
Esta brecha, cada vez más visible, ha llevado a la campaña de Biden a redoblar esfuerzos para dirigirse al voto hispano, que es un grupo de población clave en estados también claves para lograr un triunfo en las elecciones del 2024.
Está podría ser la razón por la que sumar a un vicepresidente hispano a la ecuación del expresidente Donald Trump, representaría un riesgo para alcanzar el triunfo por parte de los demócratas.
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