La Marina de Estados Unidos ya no considerará el estado de vacunación contra COVID-19 de los marineros cuando tome decisiones sobre su despliegue, según la guía de la Marina recientemente actualizada, publicada esta semana.
La guía actualizada surgió después de que el Congreso eliminara el requisito de vacunación militar dentro de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) de USD 858,000 millones para el año fiscal 2023.
Biden promulgó la ley (NDAA) en diciembre y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, rescindió oficialmente la orden de vacunación en enero.
“Los comandantes deben buscar el asesoramiento de los proveedores médicos con respecto a la preparación médica del personal al informar sobre el despliegue y otras decisiones de la misión operativa”, dice la nueva guía de la Marina. “El estado de vacunación contra COVID-19 no se considerará al evaluar la idoneidad de los miembros individuales en servicio para el despliegue u otras misiones operativas”.
“Bajo ninguna circunstancia, un Comandante ordenará que ningún miembro del Servicio de la Marina reciba la vacuna contra COVID-19”, agrega la guía.
Antes de la guía actualizada, la orden que requería se considere el estado de la vacunación antes del despliegue de marineros estuvo vigente durante más de un año.
Sin distinción entre vacunados y no vacunados
La guía actualizada, publicada este jueves, también señala que “los comandantes conservan la autoridad para implementar medidas de protección de la salud en cualquier momento o de la manera que se considere necesario para respaldar la seguridad y eficacia operativas y, cuando sea necesario para restringir el movimiento de los miembros del servicio para cumplir con las regulaciones de cuarentena de la nación anfitriona».
Además, señala que los miembros de alto rango de la Marina aún deben evaluar los riesgos para las misiones y para los marineros individualmente.
“Los comandantes en todos los niveles deben apuntar a equilibrar el empleo operativo con la salud y la seguridad de sus unidades de acuerdo con la Guía de Protección de la Salud de la Fuerza de USD (P&R) actual”, dice la guía.
También señala que los marineros que no han sido vacunados contra COVID-19 aún pueden enfrentar restricciones al ingresar a países que tienen regulaciones de COVID-19, como la cuarentena, y que en tales casos, los comandantes deberán asegurarse de que los marineros cumplan con esos requisitos.
“Los GNCC [Comandantes del Componente de la Armada Geográfica] evaluarán y determinarán de antemano cualquier requisito de regulación de cuarentena de la nación anfitriona que pueda desafiar la normativa de inmunidad soberana estadounidense, indica la guía.
La guía deja en claro que no hay distinción entre marineros vacunados y no vacunados, y que ya no será necesario informar los casos individuales de COVID-19, aunque las evacuaciones médicas relacionadas con pandemias o enfermedades infecciosas, hospitalizaciones y muertes todavía tendrán que ser reportadas.
Según el Instituto Naval de los Estados Unidos (USNI), la Marina separó a un total de 2096 marineros por no cumplir con la orden anterior de vacunación contra COVID-19, de los cuales 1664 estaban en servicio activo.
Biden se prepara para poner fin a la «emergencia de salud pública»
De otra parte, los últimos datos del Cuerpo de Marines hasta el 1 de diciembre de 2022, muestra que 3717 infantes de marina fueron separados, mientras que 1861 soldados en servicio activo fueron separados del Ejército hasta el 15 de diciembre, según los últimos datos oficiales.
La guía actualizada de la Marina de esta semana no llegó a abordar si reincorporará a los marineros que fueron separados por no vacunarse contra COVID-19 cuando el mandato estaba en vigor.
La administración Biden ha promocionado regularmente las vacunas entre los militares y las tropas, citando la necesidad de una mayor o reforzada protección contra COVID-19.
Sin embargo, muchos expertos han reconocido que las vacunas en realidad no detienen la transmisión del virus, brindan poca protección contra la infección y tienen un efecto más débil en enfermedades graves.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también han reconocido que la inmunidad natural otorgó una mayor protección en comparación con las vacunas, según un estudio que analiza la variante Delta de COVID-19.
A pesar de que la administración Biden adoptó un enfoque estricto con respecto a las vacunas en las etapas iniciales de la pandemia, y el presidente Biden en un momento dado la llamó «pandemia de los no vacunados», apuntando a lo que en septiembre de 2021 eran 80 millones de estadounidenses no vacunados, el gobierno parece estar entrando en una nueva fase de respuesta.
Biden pondrá fin a las declaraciones de emergencia de salud pública y emergencia nacional de COVID-19 el 11 de mayo, lo que significa que muchos gobiernos dentro de Estados Unidos dejarán de financiar las medidas relacionadas con COVID-19. Esto también significará que aquellos estadounidenses que deseen someterse a pruebas y tratamientos de COVID-19 tendrán que pagar por dichos servicios.
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