El marxista Dissayanake jura como presidente de Sri Lanka tras su victoria electoral

Por Chris Summers
23 de septiembre de 2024 12:45 PM Actualizado: 23 de septiembre de 2024 12:45 PM

Anura Kumara Dissanayake, cuya coalición de tendencia marxista, el Poder Popular Nacional, ganó las elecciones celebradas el sábado en Sri Lanka, ha jurado su cargo como décimo presidente del país.

Dissanayake, de 55 años, derrotó al actual presidente Ranil Wickremesinghe, al líder de la oposición Sajith Premadasa y a otros 36 candidatos.

El tío de Wickremesinghe, J. R. Jayewardene, fue presidente y primer ministro, Premadasa era hijo del ex presidente Ranasinghe Premadasa —asesinado— y otro candidato era el hijo mayor del dos veces presidente Mahinda Rajapaksa.

«Poder familiar … Derrotado»

En su mitin final del miércoles, Dissanayake dijo: «Hay gente que cree que su poder familiar ganará estas elecciones, pero el 21 de septiembre ese poder familiar, financiero, mediático y estatal será derrotado por el poder popular».

La predicción de Dissayanake se hizo realidad, ya que obtuvo 5,740,179 votos, frente a los 4,530,902 de su más inmediato perseguidor, Premadasa.

Pero en el mapa de los resultados electorales se aprecia una marcada división geográfica: el sur y el oeste del país —el corazón de la mayoría cingalesa— apoyan a Dissayanake, mientras que el norte y el este respaldan a Premadasa, cuya coalición incluye a un partido que representa a la minoría tamil.

El Janatha Vimukthi Peramuna (JVP), o Frente de Liberación Popular —que constituye la mayor parte de la coalición del Poder Popular Nacional— es un partido marxista nacionalista cingalés que participó en dos levantamientos violentos y fracasados en 1971 y a finales de la década de 1980.

El JVP no entró en la política democrática hasta 1994 y nunca ha estado en el poder en Sri Lanka.

Pero las elecciones del sábado se celebraron en el contexto de la peor crisis económica de Sri Lanka y la agitación política que la siguió.

En julio de 2022, el entonces presidente Gotabaya Rajapaksa dimitió y huyó del país tras las protestas masivas por una crisis económica desatada por una tormenta perfecta de consecuencias políticas.

El gobierno de Rajapaksa pidió prestadas enormes cantidades para financiar proyectos, que no generaron ingresos, y luego la economía se vio afectada por la pandemia del COVID-19.

Enormes préstamos chinos

Muchos de los préstamos procedían de China y sirvieron para pagar enormes proyectos, como un nuevo puerto en Hambantota, en el sur del país, que casualmente era la ciudad natal de Gotabaya Rajapaksa y su hermano Mahinda.

Además, el gobierno utilizó las escasas reservas de divisas para reforzar la rupia.

Tras la huida de Rajapaksa, el Parlamento nombró a Ranil Wickremesinghe para que ejerciera el resto del mandato de Rajapaksa.

Pero Wickremagsinghe, de 75 años, quedó tercero en las elecciones, con el 17% de los votos.

El lunes dimitió el primer ministro de Sri Lanka, Dinesh Gunawardena, también de 75 años.

Dissayanake, que se espera que nombre a su propio primer ministro esta misma semana, lidera una coalición que incluye a académicos, artistas, abogados y estudiantes y se promociona como alternativa a la «vieja guardia» que ha dominado la política de Sri Lanka durante años.

Dissanayake —cuya única experiencia de gobierno es una breve etapa como ministro de Agricultura e Irrigación bajo el mandato de la entonces presidenta Chandrika Kumaratunga a principios de la década de 2000— se postuló por primera vez a la presidencia en 2019.

Comandantes de las fuerzas de seguridad de pie detrás de Anura Kumara Dissanayake mientras se dirige a una reunión después de jurar como nuevo presidente en Colombo, Sri Lanka, el 23 de septiembre de 2024. (Oficina del Presidente de Sri Lanka/AP)
Comandantes de las fuerzas de seguridad de pie detrás de Anura Kumara Dissanayake mientras se dirige a una reunión después de jurar como nuevo presidente en Colombo, Sri Lanka, el 23 de septiembre de 2024. (Oficina del Presidente de Sri Lanka/AP)

El JVP solo tiene tres escaños en el parlamento, pero la campaña de Dissayanake ha tenido éxito, en gran medida gracias a sus promesas de duras medidas contra la corrupción y mejores prestaciones sociales para los pobres.

Dissayanake quiere renegociar en 2023 un programa de reestructuración de la deuda que constituye el núcleo del rescate de 2900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.

El sangriento pasado del JVP

El JVP fue fundado en 1965 por Rohana Wijeweera —a menudo fotografiado luciendo una boina al estilo del Che Guevara— que pretendía crear una república socialista en la isla de Sri Lanka.

Wijeweera fue asesinado en 1989, cuando la segunda insurgencia del JVP fue derrotada por el ejército de Sri Lanka.

Dissanayake nunca ha hecho comentarios sobre las insurrecciones del JVP, que cobraron miles de vidas.

Bhavani Fonseka, investigador principal del Centre for Policy Alternatives de Colombo, ha declarado: «Lleva tiempo en política y no es un recién llegado. Atrae a la gente que busca algo diferente».

«Es una cara más nueva y sabe cómo hablar a la gente de lo que está viviendo», añadió.

Entre 1983 y 2009 Sri Lanka sufrió una violenta insurgencia separatista de los Tigres Tamiles, que finalmente fueron derrotados en medio de un gran derramamiento de sangre. La minoría tamil es mayoritariamente hindú, frente a la mayoría budista cingalesa.

Con información de Associated Press y Reuters 


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