Las protestas de agricultores europeos en Bruselas el jueves 1 de febrero congregaron a cientos de agricultores con más de 1.000 tractores, expresando su descontento por diversos problemas, incluidos los bajos precios, las regulaciones medioambientales, sobrecarga administrativa y acuerdos de libre comercio, como el pendiente con Mercosur.
A pesar de que la cumbre del Consejo Europeo no tenía previsto abordar las protestas, algunos líderes de la UE reconocieron la necesidad de discutir el tema debido a su extensión en varios países europeos, según reportó EFE Agro.
Protestas en España
En España, las protestas se han mantenido más calmadas en comparación con otros países europeos. Sin embargo, se han registrado concentraciones en diversas regiones, como León, Zamora y Sevilla, donde los productores solicitan más infraestructuras hidráulicas. En Francia, los transportistas se ven afectados por piquetes, y los agricultores portugueses han bloqueado carreteras en la frontera con España en señal de protesta.
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA planean reunirse el viernes con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, para solicitar cambios en la Política Agrícola Común (PAC) y consideran una gran protesta en Madrid. Las recientes declaraciones de la exministra francesa Ségolène Royal, desacreditando los productos agrícolas ecológicos españoles, han generado indignación en España, llevando a la organización Ecovalia a emprender acciones legales.
Los gobiernos europeos están respondiendo a la presión en la calle con propuestas. Francia ha comprometido evitar la importación de alimentos con pesticidas prohibidos en la UE y se opone abiertamente a firmar un acuerdo comercial con Mercosur en las condiciones actuales. En Portugal, el Gobierno destinó casi 500 millones de euros para abordar la sequía y fortalecer la PAC.
La agenda climática europea avanza impasible
En medio de este clima de tensión, la vicepresidenta Tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, junto con sus homólogos de Alemania, Francia, Portugal, Dinamarca, Austria, Países Bajos, Finlandia, Luxemburgo, Irlanda y Bulgaria firmó el 30 de enero en nombre del Estado español un escrito demandando al Ejecutivo comunitario acciones concretas y ambiciosas con la vista puesta en el acuerdo de la COP28 para acelerar la reducción de emisiones hasta alcanzar el nivel cero en 2050, señaló la organización agraria española Unión de Uniones.
Según los ministros que suscriben el documento, hay que enviar una fuerte señal política que afirme que la UE dará el ejemplo para convencer a otros grandes emisores de que sigan la misma senda. Se pide también, la implementación adecuada del paquete legislativo “Objetivo 55”, que afecta entre otros sectores a las emisiones agrícolas y ganaderas; así como la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
“A ver quién lo entiende: por un lado, el Ministro Planas diciendo que estemos tranquilos que se va a mantener el gasóleo agrícola y por otro lado la Vicepresidenta mandando cartas a la Comisión para que se acaben los combustibles fósiles cuanto antes” recriminan desde Unión de Uniones.
La organización se muestra preocupada por el nivel de desconexión de la ministra Teresa Ribera, y del resto de los firmantes, de la realidad que atraviesan los sectores económicos españoles y europeos y, en particular, la agricultura.
“Es sorprendente que países como Alemania y Francia, con las carreteras colapsadas por los tractores, no estén entendiendo el mensaje que sus agricultores les están enviando”, señalan desde la organización, que también ha convocado un tractorada que, partiendo de diversos puntos de España se concentrará el 21 de febrero frente al Ministerio de Agricultura, aunque añaden que «Ribera tiene también méritos de sobra para haberla montado en su Ministerio”.
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