La violencia en la ciudad de Nueva York está empeorando ya que los datos del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) muestran que 1017 personas recibieron disparos, de muerte o de otro tipo, entre el 1 de junio y el 20 de septiembre.
La violencia se ha intensificado desde finales de mayo, coincidiendo con los disturbios por la muerte de George Floyd durante un arresto en Minneapolis. Los datos indican que la tendencia a disparar se está acelerando en comparación con el año anterior.
- En abril, 64 personas fueron baleadas en la ciudad, frente a las 67 en abril del año anterior.
- En mayo, 113 recibieron disparos, casi un 55 por ciento más que en el mismo mes de 2019.
- En junio, 270 recibieron impactos de bala, lo que representa un aumento interanual de más del 150 por ciento.
- En julio, 301 fueron baleados, casi un 160 por ciento con respecto al año anterior.
- En agosto, 310 recibieron disparos, un incremento interanual cercano al 200 por ciento.
- En septiembre, hasta ahora, 136 recibieron impactos de bala, lo que representa un aumento de casi un 210 por ciento interanual.
- Mientras tanto, los asesinatos tuvieron un incremento interanual del 60 por ciento desde mayo.
La ciudad no había presenciado tales niveles de violencia desde mediados de la década de 1990.
El NYPD ha culpado del aumento de la delincuencia a una serie de políticas que han complicado el trabajo del departamento.
La reforma a las fianzas, del año pasado, prohibió a los jueces exigir una fianza en efectivo para la mayoría de los delitos no violentos y algunos delitos violentos de menor grado, lo que resultó en que los delincuentes volvieran rápidamente a las calles después de los arrestos.
La ciudad también prohibió a los agentes presionar su rodilla contra la espalda o el pecho de un sospechoso durante un arresto.
Los oficiales de policía y los expertos han criticado la ley por criminalizar las técnicas de artes marciales, utilizadas habitualmente por la policía, para someter de manera segura a los sujetos que se resisten. Advirtieron que la prohibición conducirá a la policía a utilizar métodos más severos, como armas Taser, o evitar los arrestos por completo.
Algunos oficiales de la policía de Nueva York le dijeron a The Epoch Times, bajo condición de anonimato, que los oficiales dudan en arrestar a los sospechosos que se resisten, a menos que representen un peligro inminente para el público o para ellos mismos.
Solo una pequeña parte de las personas liberadas, debido a la reforma, estuvieron involucradas en tiroteos, informó The New York Post. Pero los oficiales citaron la reforma como un factor desmoralizador que hace que sus esfuerzos parezcan inútiles.
Las solicitudes de jubilación del NYPD aumentaron más del 160 por ciento entre el 25 de mayo y el 11 de agosto, en comparación con el mismo período del año pasado.
El alcalde Bill de Blasio culpó de la violencia al impacto económico de los cierres relacionados con la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) después de culpar inicialmente a la ralentización del sistema judicial. La Oficina de Administración de Tribunales rechazó la culpa, diciendo que muchos de los procedimientos judiciales han continuado virtualmente, informó el New York Daily News.
El 24 de septiembre, de Blasio prometió que se introducirá “una serie de planes muy específicos” en las próximas semanas para abordar la violencia.
«La solución es trabajar con las comunidades, y de eso se trata la vigilancia vecinal», dijo, informó PIX11.
Al día siguiente, el gobernador Andrew Cuomo calificó la violencia como algo «totalmente inaceptable» y le pidió al gobierno de la ciudad que «dé un paso adelante y lidere».
«Si ninguno de ellos quiere liderar [NYC], encontraré a alguien que la dirija», dijo.
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