Más de 11,000 trabajadores de la ciudad de Los Ángeles realizan este martes un día de huelga al considerar que hay poco avance en las negociaciones sobre mejora de sueldos y condiciones laborales.
Al paro se unieron oficiales de tránsito, custodios, socorristas, jardineros, recolectores de basura, ingenieros y mecánicos, entre otros empleados, que se quejaron de la mala actitud de los representantes de la ciudad en la mesa de negociaciones y en mayo pasado votaron por irse a la huelga.
La huelga marca historia en la ciudad ya que el último paro de trabajadores municipales de Los Ángeles ocurrió en noviembre de 1980.
David Green, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU, en inglés), que representa a unos 7000 de los trabajadores en huelga, dijo al periódico Los Angeles Times que el paro envía un mensaje de que los trabajadores merecen respeto y que se debe reconocer el trabajo de todos los empleados municipales, a los que calificó de «héroes anónimos».
Los representantes del sindicato han acusado a la ciudad de actuar de «mala fe» en la mesa de negociaciones.
Por su parte, la alcaldesa Karen Bass rechazó la idea de que la ciudad no ha estado dispuesta a negociar. En un comunicado dijo que siempre estará disponible para avanzar «negociando de buena fe».
La jefe del ayuntamiento enfatizó que la ciudad no cerraría. «Mi oficina está implementando un plan para garantizar que esta acción no afecte las operaciones de emergencia de seguridad pública o vivienda y personas sin hogar».
Las demostraciones de protesta se dieron desde la madrugada en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, frente al Ayuntamiento y otros lugares claves de la ciudad.
Los Ángeles tiene más de 3.8 millones de habitantes, de los cuales el 48.4 % es hispano, según datos del Censo.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.